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Cultivos ecológicos en ambientes semiáridos y subhúmedos: Lo que la ciencia olvidó

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La noticia que os ofrecemos hoy me genera satisfacción a la par que una suma tristeza. Por un lado, veremos que se ha vuelto a descubrir la dinamita, es decir que la rotación de cultivos con leguminosas en agricultura de secano y ambientes semiáridos ofrece mejor balance energético que la agricultura industrial que nos intentan vender las compañías agroquímicas. La rotación de cultivos cereal/leguminosa o manejos similares, ha sido práctica tradicional en España y avalada en numerosas ocasiones por la FAO. Luego arribaron los vendémonos, es decir esa combinación peligrosa de tocagenes + empresas multinacionales, y arrasaron con sus fatuas promesas buena parte de la gestión agraria tradicional. Y así no ha ido: más erosión, contaminación por doquier, empobrecimiento de la calidad del suelo etc., etc. Para sorpresa de los más veteranos ahora aparecen como  prácticas novedosas aquellas que hasta hace muy pocas décadas eran la norma, como ya os explicamos en el siguiente post: El cultivo de leguminosas y la rotación de cultivos: ¿un mundo perdido?. Abajo se analiza el tema con la sencillez y precisión de que suele hacer gala mi entrañable amigo Carlos Lacasta, responsable de la Finca Experimental de la Higueruela, perteneciente a centros del CSIC ya extintos, y a los que Carlos y yo estuvimos siempre ligados. Tal instalación fue asignada hace pocos años al MNCN del CSIC, en el que  no saben qué hacer con ella, mientras la crisis económica, y por consiguiente la falta de financiación científica, arruina experimentos que se han dilatado durante décadas, terminando con un súbito coitus interruptus, para la desesperación de otros colegas como el tambiénd el entrañable Saturnino de Alba (experto en erosión por laboreo, cuyas indagaciones han sido vapuleadas por tales circunstancias).

El MNCN tiene, por su naturaleza, otros objetivos bien distintos, por lo que tampoco cabe atribuirles responsabilidad alguna. Eso si, la PAC (Política Agraria Común de la Unión Europea) ha sido cómplice de tanto dislate en el mundo agrario, por lo que más valdría que sus consejos de sabios fueran urgentemente reemplazados por los de los paisanos ligados a sus tierras. Y así lo ha reconocido en varios textos la recientemente creada Alianza Mundial por el Suelo (FAO). En otras palabras, mientras el valor de estas experiencias en parcelas experimentales llevadas a cabo por expertos que no se venden al mejor postor son literalmente arrasadas, cabe preguntarse ¿qué ha hecho la Unión Europea con sus devastadores PAC y las ingentes financiaciones recibidas/dispendiadas? ¿Y qué decir de esa denominada “investigación de vanguardia y excelencia” con sus transgénicos, ingentes cantidades de fertilizantes y pesticidas? Pues bien, al margen de contaminar, han colaborado esmeradamente en una dramática la pérdida de biodiversidad, como el dramático caso de los anfibios y el más grave aún de muchos insectos polinizadores, cuyo declive pone en riesgo la producción alimentaria mundial, y como corolario la soberanía alimentaria. Es decir la agricultura industrial lleva a cabo una encomiable tarea de degradación de la biosfera y agrosfera. Personalmente uno comienza a pensar que si les hubieran financiado para estos últimos fines no lo hubieran logrado hacer mejor. Carlos, como yo, y como todos los que comenzamos a trabajar en la Institución casi al mismo tiempo, no podemos más que llevarnos las manos a la cabeza e intentar terminar nuestra vida laboral no mirando hacia atrás, ya que de hacerlo la depresión mental que sufriríamos sería para llevarnos directamente al psiquiátrico.

Se sigue insistiendo en que la ciencia es neutra. No lo dudo, pero a los que han destinado tanto dinero para llegar a este punto, quizás de no retorno, habría pues que darles el Premio Nobel de la Destrucción. ¿Cambiarán las cosas tras tanta, apabullante y palmaria evidencia? Francamente lo dudo, ya que bajo la dictadura financiera mundial que sufrimos siguen gobernando los que nos han conducido hasta aquí. Un abrazo enorme para Carlos, Saturnino, etc. y ya os dejo con la nota de prensa dedicada a una de sus últimas publicaciones, reiterando que casi todo esto era moneda común en la agricultura campesina hasta los años 60 del siglo XX.  Luego vino la hecatombe acompañada de palabrería zafia: “publica o perece”, “investigación de vanguardia”, excelencia, investigación traslacional, derrame tecnológico, emprendimiento, etc. Ellos publicarán más, pero el valor de los experimentos de campo durante décadas es irreemplazable por mucho que otros trapas con sus modelitos numéricos digan que ellos pueden reemplazarlos (jajaja). ¿Desde cuándo la simulación es más válida que la experimentación in situ?. Mentes dementes, memes demenciales.  

Juan José Ibáñez

El cultivo ecológico de cereal en regiones semiáridas es más eficiente

Noticias; 04.08.2015

Han analizado experimentalmente el balance energético de varias formas de cultivo durante más de 15 años.

 Tras más de 15 años de análisis, investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) han demostrado en ambientes semiáridos que, en términos de eficiencia energética, la agricultura ecológica es más productiva que los sistemas en los que se utilizan productos agroquímicos. Asimismo han comprobado que la rotación del cultivo de cereales con plantas leguminosas es, frente al monocultivo, la forma más eficiente de cultivar en estas regiones.

 El equipo de investigadores se propuso averiguar la eficiencia energética de tres maneras de trabajar la tierra y cuatro tipos de rotación de cultivos en zonas semiáridas. Para ello analizaron la cantidad de energía que era necesario aportar al sistema (maquinaria, fertilizantes, herbicidas, etc) por hectárea y año frente a la energía obtenida, es decir, la cantidad de cosecha. “Se trata de regiones en las que urge hacer una agricultura diferente de la que se hace en lugares más húmedos porque las condiciones ambientales de estos lugares hace que los productos agroquímicos sean poco eficientes“, explica Carlos Lacasta, investigador del MNCN.

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Durante 15 años se estudió el rendimiento del cultivo ecológico, en el que no se utiliza ningún tipo de producto agroquímico; el cultivo de conservación, en el que no se labra el suelo para preservarlo de la erosión pero se usan fertilizantes y herbicidas que evitan el crecimiento de las hierbas y el cultivo convencional, en el que se utilizan todos los recursos disponibles para obtener la máxima productividad. Asimismo se analizó el balance de energía aportada y energía obtenida con cuatro formas de rotación de cultivos: Cebada y barbecho; cebada y veza (una leguminosa); cebada y girasol y monocultivo de cebada.

 Según la investigación la energía aportada en los cultivos convencional y de conservación, 11,7 GJ/Ha (Giga Julios por hectárea y año) y 10,4 GJ/Ha respectivamente, fue entre tres y tres veces y media mayor que en el caso de la agricultura ecológica que requirió 3,4 GJ/Ha. En cuanto a la rotación de cultivos, la que aportó cosechas mayores fue la rotación de cereal con plantas leguminosas (29,3 GJ/Ha) frente a 19,1 JG/Ha del monocultivo de cereal.

Según los datos del estudio la mejor relación entre energía aportada y energía obtenida fue siempre en agricultura ecológica mientras que apenas hubo diferencias en los manejos de conservación y convencional. Además de los problemas que genera la aparición de plantas resistentes a los herbicidas y la contaminación de los acuíferos que provoca el uso de fertilizantes, nuestros datos demuestran que, aunque produzcan menos cantidad de cosecha, los cultivos ecológicos son más eficientes energética y económicamente“, comenta el investigador del MNCN.

Las políticas agrarias no deberían mirar solo la producción porque eso puede llevarnos a la desertificación en los ambientes semiáridos y mediterráneos como los que existen en la Península Ibérica. Además, con estas investigaciones podemos hacer sostenibles zonas agrícolas de España que actualmente no lo son por los altos costes de los agroquímicos”, concluye Lacasta.

Cuarenta años de datos
Con una extensión de 90 ha, la finca experimental de La Higueruela fue adquirida por el CSIC en 1972. Durante más de 40 años se han venido desarrollando en sus terrenos numerosos estudios de investigadores del CSIC y otras instituciones científicas nacionales e internacionales. La finca es representativa del 80% del territorio español, áreas semiáridas con cultivos de secano, y en sus terrenos hay numerosas investigaciones en marcha relacionadas con el manejo integral de los sistemas agrarios, agricultura ecológica en ambientes semiáridos, cambios en los usos del suelo, el efecto de la contaminación atmosférica sobre las plantas, estrategias para disminuir la erosión hídrica y mecánica o efectos del cambio climático sobre la flora y la fauna entre otros.

La diversidad de objetivos que se desarrollan en la finca, los experimentos de larga duración (más de 20 años), la multidisplinariedad, el ambiente mediterráneo-semiárido y la enorme recopilación de datos de los que se dispone después de 40 años de estudios, la hacen única en el mundo. “Pese a su gran valor la situación de la finca es crítica ya que, a corto plazo, no parece que vaya a disponer ni de los medios ni del personal necesario para su mantenimiento”, se lamenta Carlos Lacasta.

Referencia de la publicación científica
Moreno. M.M., Lacasta, C., Meco, R. y Moreno, C. (2011) Rainfed crop energy balance of different farming systems and crop rotations in a sem-arid environment: Results of a logn-term trial. Soil and Tillage Research. DOI: 10.1016/j.still.2011.03.006


La Agricultura en Europa y sus Inciertos Orígenes

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Paleolítico y neolítico a la orillita del mar . Colaje Google imágenes

En Europa, aún no sabemos a ciencia cierta cómo se produjo la llegada de la agricultura en el neolíticoque remplazó las prácticas paleolíticas y mesolíticas que la antecedieron. Hoy os mostramos tres noticias para que reflexionéis sobre ello. En la primera (8.000 años de evolución escritos en el genoma de los europeos) se nos informa que desde Anatolia pasó a las estepas y de allí al resto de Europa. Pero digamos de paso que se basa esencialmente en los estudios  realizados sobre restos humanos. En  cualquier caso, se defiende que llego al sur de Europa desde el norte de este continente. Sin embargo, la segunda noticia que recojo del resumen de un interesante trabajo (The Mesolithic–Neolithic transition in southern Iberia), sugiere que, al menos en la costa mediterránea llegó por el sur desde África, y posiblemente vía marítima. No obstante, estos últimos autores reconocen que en el norte de la Península Ibérica sí que debió  entrar por los Pirineos, es decir mediante transporte terrestre, pero no ocurrió lo mismo en la región meridional. Cabe señalar que en este caso los autores no trabajaron con restos humanos directamente, sino principalmente con informaciones arqueológicas y paleoecológicas. La tercera noticia, también recogida del resumen de un artículo científico, tan solo pretende señalar que algunos cambios ambientales que se produjeron en el sur de Europa durante y después de aquel evento (Holocene environmental change in a montane region of southern Europe with a long history of human settlement). Por lo tanto, al margen de otras posibilidades, es decir que llegara de los pueblos aborígenes de América por avión (ya tenemos las tres hipótesis muy dispares, eludiendo el espinoso tema de si puedo ser importada al Planeta Tierra de otros mundos extraterrestres en vehículos espaciales), lo que parece quedar claro, es que “a ciencia cierta” no lo sabemos. Todo depende del tipo de expertos (según disciplinas) y  lo que logran extraer de sus objetos de estudio.

En otros artículos he leído aún más de los traumáticos cambios alimentarios que sufrieron aquellos humanos al pasar de una dieta animal y recolectora a otra posiblemente vegetal sustentada fundamentalmente en el consumo de gramíneas. Ahora bien, las razones esgrimidas en la primera nota (que podremos leer abajo), a cerca del origen de  las diferencias anatómicas, carecerían de mucho sentido si realmente el escenario que acaeció se pareciera más al conjeturado en la segunda nota de prensa: que la agricultura arribara al sur del Mediterráneo desde el Magreb, por cuanto las diferencias anatómicas y raciales generadas por la adaptación a los hábitats y alimentos entre el norte y el sur de Europa son conspicuas y palmarias. En este sentido cabe citar que en al artículo en el que se defiende la hipótesis magrebí se habla de investigaciones previas en las que se constatan en que los pueblos europeos ribereños del sureño “mare nostrum” se detectaban en los humanos rastros genéticos de origen norteafricano. Tal hecho parece haber sucedido tanto al este como al oeste, o al menos desde Grecia a Iberia.

Más aun diversas publicaciones avalan que entre el Mesolítico y el Neolítico estudiados en el Mediterráneo, existe un hiato carente de información tras el cual súbitamente surgen las evidencias de prácticas agrarias. Y al parecer fueron más o menos simultáneas en las orillas de ambos continentes (África y Europa).

Las informaciones paleoecológicas, arqueológicas y genéticas hablan de pueblos mesolíticos que vivían a la orilla del mar y en cuya alimentación los productos pesqueros y el marisqueo conformaban una parte importante de sus ingestas, si bien consumían perros, y otros ganados cuyas especies sobreviven actualmente domesticadas.

Cuando desde el litoral de dos continentes, separados por unas pocas decenas de kilómetros, se salía de pesca, lo lógico es que contactaran, así de que de una forma y otra (a veces por las buenas, otras por las malas) debió existir  un intercambio cultural y genético. Este último hecho podría ser la causa de muchas de las diferencias morfológicas detectadas en la primera noticia y atribuidas a otros mecanismos. Empero durante mucho tiempo se negó tal posibilidad.,como os mostré en el post que hace referencia al dilema de los huevos de avestruz.

de Como profano en la materia, me resulta difícil entender, el aparente desconocimiento de la literatura científica por expertos de reconocido prestigio y en un tema tan debatido como este. También pudiera tratarse , o bien un posible desdén de unos científicos respecto a los hallazgos detectados por los otros. Sin embargo, que la cultura paleolítica cruzó los mares hasta llegar a Australia, hace más de 40.000 años, no necesita ya ser demostrado, como apuntamos en los siguientes post, entre otros: Extinción de la Megafauna de Australia y sus Repercusiones Clima, Suelos y Ecosistemas y La Gran Extinción de la Megafauna Terrestre: Australia.

Por conjeturar que no quede, y aquí lanzo la mía: posiblemente el intercambio cultural y genético fue constante a ambos lados del mar Mediterráneo durante miles y miles de años, como no dudo que ocurrió también entre los antiguos pobladores europeos y asiáticos. Reconozco que soy un ignorante, pero esto es lo que me dicta el sentido común. No obstante no soy el único que atesora esta opinión, como podréis observar preguntado a mi amigo Torcuato, el avestruz. De hecho, tenemos sobradas evidencias de que estos contactos sureños volvieron a acaecer posteriormente: La Desertificación del Sahara, El Neolítico en el Mediterráneo. Y como mínimo en tiempos históricos todos sabemos la ¿breve impronta? de la cultura musulmana en la Península. Seguramente los intercambios fueron numerosos en un pasado más remoto. En cualquier caso, una homogeneización posterior borró aparentemente las huellas, si bien todo apunta a que las culturas neolíticas procedentes de Magreb eran más sofisticadas que las que nos llovieron desde el norte. Cuando los que ostentan las tecnologías más sofisticadas son borrados del mapa por los que usan otras menos sofisticadas y productivas, ya puede inferirse lo acaecido: los norteños ganaron  a los sureños, ya fuera por la fuerza o por las epidemias que albergaban en su interior los norteños, como caballos de Troya.  ¿Amigos y Revueltos a lo largo de la historia?. Pues va a ser que sí.

Lo que realmente me preocupa es que tras enfrentarse dos hipótesis rivales, en lugar de debatir, los defensores se ignoren. ¿No se tiene tiempo para debatir?. ¡Claro, ya entiendo!: nos pasamos todo el tiempo pensando en publicar papers, y no queda ni un momento libre para que este tipo de discusiones. ¿Otra muestra de los extravagantes derroteros que sigue la indagación científica actualmente?.  

Juan José Ibáñez  

Vemos pues las  tres noticias…….

8.000 años de evolución escritos en el genoma de los europeos

El análisis de 230 muestras de genoma antiguo, entre ellas quince de Atapuerca, ha permitido identificar los genes humanos que cambiaron durante la revolución del Neolítico, con la transición de la caza a la agricultura. Se han detectado variaciones en 12 genes relacionadas con rasgos como el color de la piel y los ojos, la tolerancia a la lactosa, e incluso la menor estatura de los habitantes del sur.

FUENTE | SINC; 25/11/2015

La introducción de la agricultura en Europa hace unos 8.000 años cambió la forma de vida de los habitantes del continente y tuvo como consecuencia una serie de adaptaciones que quedaron reflejadas en nuestro ADN. Un estudio, publicado en la revista Nature y liderado por la Harvard Medical School (EE.UU.) entre 28 centros de investigación, ha permitido el análisis de 230 muestras de material genético antiguo -15 de ellas de la cueva de El Mirador en Atapuerca (Burgos)- con el que se ha creado un retrato de la evolución de los pobladores del continente europeo. Los científicos revelan así las adaptaciones genéticas que se produjeron en la transición de la caza a la agricultura.

Se han recopilado muestras de los últimos 8.000 años de la prehistoria europea (incluyendo algunas de Asia central) de diferentes periodos y regiones, para tener una visión general de los desafíos adaptativos que han tenido lugar en este continente a lo largo del tiempo”, explica a SINC Carles Lalueza-Fox, investigador del Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-Universidad Pompeu Fabra) y coautor del trabajo. Las variantes encontradas se corresponden con genes asociados con la altura, la capacidad de digerir la lactosa en la edad adulta, el metabolismo de los ácidos grasos, los niveles de vitamina D, la pigmentación de la piel o el color azul de los ojos, entre otros, y explican la adaptación de los europeos al establecimiento de la agricultura en latitudes elevadas.

La pigmentación clara de la piel habría sido necesaria para suplementar la vitamina D en las dietas agrícolas, los genes relacionados con la enfermedad celiaca pudieron tener ventajas para evitar deficiencias vitamínicas en este nuevo tipo de alimentación y los genes de inmunidad probablemente reflejaran adaptaciones a patógenos que provienen del contacto con animales domésticos“, concreta Lalueza- Fox.

Otras variaciones en los genes incluyen la persistencia de la enzima lactasa, que permite digerir la leche en la vida adulta y que aparece en Europa hace tan solo 4.000 años, y mutaciones implicadas en el color azul de los ojos, prevalente en el Mesolítico y más presente en el norte de Europa.

ANTEPASADOS DIVERSOS

El trabajo también apoya la idea de que los primeros agricultores europeos procedían de la antigua Anatolia (actual Turquía), y aporta más detalles sobre cómo los distintos grupos fueron mezclándose y migrando. “La revolución neolítica es quizás la transición más importante en la prehistoria humana. Ahora tenemos pruebas de que hubo un flujo de población que fue de Anatolia a Europa y que trajo la agricultura con ellos. Durante más de 40 años se pensó que era imposible resolver esa cuestión, explica Ron Pinhasi, profesor asociado de arqueología en la University College Dublín (Irlanda) y coautor de la investigación.

El estudio confirma también que los europeos actuales son el producto de tres sustratos poblacionales mayoritarios: los cazadores-recolectores mesolíticos, los agricultores neolíticos y la población de las estepas que entra en la Edad del Bronce.

Dependiendo de las zonas del continente, predomina uno u otro. En Iberia tenemos un poco más del Neolítico y menos del Mesolítico que en el norte de Europa, y menos de las estepas que en el centro y norte del continente”, explica Carles Lalueza- Fox.

José María Bermúdez de Castro, investigador del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH) y coautor del estudio, indica a Sinc que las diferencias entre el norte y el sur de Europa tienen un componente ambiental debido a factores como la dieta y la luz, pero también se basan en el hecho de que las migraciones desde el suroeste de Asia ocurrieron en tiempos distintos, y eran tribus diferentes.

No obstante, la base común mesolítica es también muy importante. De ahí las grandes similitudes entre todos los europeos, que solo en fechas mucho más recientes recibieron influencias puntuales de otros pueblos de procedentes de África y Asia“, concreta el científico.

LA DIFERENCIA EN LA ESTATURA

Entre las diferencias, la investigación destaca la estatura: los habitantes del norte son más altos y los del sur más bajos. La gente del norte desciende en mayor grado de las poblaciones de la estepa Euroasiática, que, por los datos conocidos, eran de más altura, y la gente del sur está emparentada en mayor grado con los grupos de Neolítico y la Edad de Cobre de la península ibérica, a quienes se supone de menor estatura. En esta parte del estudio ha tenido un papel relevante el análisis de 15 muestras de ADN de individuos de este periodo, datados entre hace 4.800 y 4.200 años, procedentes de la cueva de El Mirador en la Sierra de Atapuerca (Burgos).

Hemos descubierto que la estatura ha sido seleccionada de forma decreciente en la península ibérica desde el Neolítico inicial hasta el Calcolítico (Edad de Cobre), es decir, que cada vez aparecían más variantes relacionadas con la baja estatura. Probablemente esta tendencia también ha tenido lugar en otras regiones del sur de Europa de las que todavía no disponemos muestras”, concreta Lalueza-Fox.

“Recientemente, se ha observado en muestras actuales de Cerdeña y se ha atribuido a cuestiones de insularidad. Podría ser algo relacionado con el clima más cálido de la zona mediterránea y de los recursos disponibles, pero no lo sabemos“, concluye el científico.

LOS ADULTOS EUROPEOS, BEBEDORES DE LECHE DESDE HACE 4.000 AÑOS

Hace 4.000 años, los europeos adquirieron la capacidad de digerir la leche más allá de su infancia, un cambio marcado por la aparición en el continente de un gen relacionado con la persistencia de la enzima lactasa, según revela el estudio. En la actualidad, la mutación del gen de la lactasa que asegura su persistencia está presente en el 100% de los europeos del norte de Europa. “Se trata probablemente del rasgo que presenta una mayor ventaja para la supervivencia de los europeos, es decir, la característica genética que la evolución ha seleccionado con una mayor intensidad”, explica el investigador del CSIC Carles Lalueza-Fox, del Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-Universidad Pompeu Fabra).

Hace 4.000 años era una mutación residual, lo que quiere decir que posteriormente fue seleccionada por las poblaciones europeas por la gran ventaja que suponía disponer de la leche como fuente de alimento durante la vida adulta“, añade el científico. Aunque se desconoce el origen exacto de la mutación de la enzima lactasa, los investigadores la han hallado por primera vez en individuos del centro y norte de Europa que vivieron a finales del Neolítico, en las muestras analizadas procedentes de Suecia, Hungría y Alemania.

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The Mesolithic–Neolithic transition in southern Iberia

Abstract

New data and a review of historiographic information from Neolithic sites of the Malaga and Algarve coasts (southern Iberian Peninsula) and from the Maghreb (North Africa) reveal the existence of a Neolithic settlement at least from 7.5 cal ka BP. The agricultural and pastoralist food producing economy of that population rapidly replaced the coastal economies of the Mesolithic populations. The timing of this population and economic turnover coincided with major changes in the continental and marine ecosystems, including upwelling intensity, sea-level changes and increased aridity in the Sahara and along the Iberian coast. These changes likely impacted the subsistence strategies of the Mesolithic populations along the Iberian seascapes and resulted in abandonments manifested as sedimentary hiatuses in some areas during the Mesolithic–Neolithic transition. The rapid expansion and area of dispersal of the early Neolithic traits suggest the use of marine technology. Different evidences for a Maghrebian origin for the first colonists have been summarized. The recognition of an early North-African Neolithic influence in Southern Iberia and the Maghreb is vital for understanding the appearance and development of the Neolithic in Western Europe. Our review suggests links between climate change, resource allocation, and population turnover.

Keywords; Abrupt climate change; Mesolithic–Neolithic transition; South Iberia; Holocene; Migration; Hunter–fisher–gatherers; Paleoceanography

 Holocene environmental change in a montane region of southern Europe with a long history of human settlement

Abstract

This paper uses a palynological sequence to examine the Holocene (8390–160 cal yr BP) environmental history of the Sierra de Baza (Granada, southeastern Spain) with the goal of establishing the mechanisms exerting control over vegetation change. During the period ca 8390–6320 cal yr BP, Pinus dominated the pollen spectra, indicating a forested landscape over the high-elevation areas of the Sierra. From ca 6320–3800 cal yr BP, an expansion of deciduous oaks and other broad-leaf trees took place. After an optimum around 5800–5600 cal yr BP, mesophytes decreased in the 3800–2560 cal yr BP interval while a fire-prone scrub became established. The main loss of forest accompanied the spread of thorny matorral after ca 2560 cal yr BP. Overall, this mountain region has shown itself to be sensitive to a range of influences, among which a continental climate that has become increasingly arid over the last 5000 years, the scarcity of soils suitable for cultivation, a geology that includes sources of copper and other metals and, especially, the incidence of grazing as well as the repeated appearance of fires during the last 4000 years, are highlighted. The history of the vegetation of the Sierra de Baza seems clearly influenced by changes in local economy. Here we discuss how ecological transitions have interacted with cultural changes, with emphasis on the locally highly populated Chalcolithic (5700–4400 cal yr BP) and Argaric (4400–3550 cal yr BP) periods, as well as the Iberian period (3200–2220 cal yr BP). The sierra was abandoned during the Iberian Period which was, paradoxically, when the highest human impact on mountain vegetation is noticeable.

Diseño Artístico del Paisaje en la Lucha Contra la Erosión Eólica del Suelo

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Foto Fuente Brian Fisher para Deguardian

En la alerta de la IUSS con fecha del 26 de febrero de 2016,me llegó la sorprendente foto que daba pie a una breve noticia.  El agricultor Brian Fisher realizó con sus “modernos” aperos de labranza el paisaje que podéis observar con el propósito de luchar contra la erosión eólica del suelo.  Según sus propias palabras: “los surcos evitan que las ráfagas de vientos provoquen mayores daños” en ausencia de una cobertura vegetal protectora. Tal iniciativa fue llevada a cabo tras un enorme incendio forestal. Al parecer los surcos se disponen perpendiculares a la circulación de los vientos dominantes, según interpreto de sus comentarios que, de cualquier modo, os muestro al final del post traducidos del suajili-austriaco, ya que albergo dudas a cerca de mi interpretación. La noticia también pone en boca de Brian Fisher que, con tal arquitectura, paisajística logro evitar que fueran presa de la erosión los primeros 15 cm de tierra vegetal. Conforme a este granjero, la disposición de “las crestas reducen la posibilidad de erosión eólica”.

Francamente no dispongo de información para saber si tal mecanismo es idóneo ante el arrastre por el viento de las partículas del suelo. Si sabemos que, casi siempre (aunque depende de la intensidad de la lluvia), labrar contra pendiente palía en parte la erosión hídrica en laderas, aunque no me atrevería a decir lo mismo de la eólica (los cortavientos sí: ¿serían esos arbolitos que aparecen en la fotografía?). La nota de prensa tampoco concreta como Brian logró cuantificar la permanecía de esos 15 cm superficiales del horizonte superior del perfil edáfico respecto a su inacción ante el desastre.  Más intrigante aún resulta otra sentencia de la noticia que nos informa de que la idea se remonta a 1944 o aun antes de esta fecha, por cuanto indicaría que ya fue, “de algún modo”, puesta en práctica con mucha antelación. ¿Dónde? Cuando? ¿Demostró su eficacia?. Del mismo modo no se aprecia en el paisaje la devastadora acción del fuego mentada, salvo quizás un pequeño ese bosquete de arbolitos que aparece en el centro de la imagen, pero en fin…… todo son interrogantes excepto la imagen.

De cualquier modo, no podemos dudar de la belleza de estos patrones espaciales en paisajes de campos abiertos frente a los usuales, enormemente monótonos. Podría terminar remarcando algo así como: “habrá que esperar  a que los científicos demuestren las bondades de este tipo de laboreo artístico”, pero me temo que no lo sabremos, al menos  por la prensa internacional. No comentaré más dudas que me surgen ya que posiblemente daría lugar a apreciaciones erróneas o injustas. Pero debemos valorar el interés y  trabajo del agricultor en lugar de la inactividad de que hubieran ella gala otros muchos: ¡contra vientos y fuegos!: ¡Brian Fisher”, the best one.  

A lo largo de 10 años de bitácora hemos editado escasos post, debido a la carencia de información, sobre lo que pudiéramos calificar de arte y suelo. Si no recuerdo mal, tras más de 2.200 post publicados, tan solo tres que versan sobre este tema y alcanzamos la desorbitante cifra de cuatro. Pero si alguien está interesado ya sabe por dónde empezar. ¿Sera cierto?. Ojalá, ya que así disfrutaríamos de paisajes más hermosos.

Por cierto, en ninguna de las iniciativas mentadas, en las entregas previas fueron idea de edafólogos profesionales ¡Qué poco arte tenemos!.

Algunos o todos los post previos sobre arte y suelos

Agricultura y Arte: Crear Turismo Rural Divirtiéndose

SueloArte: Pintando con el Suelo (Pinturas de Javier Caballo)

Mapas de Suelos hechos con Suelos (Docencia y Divulgación de la Edafología)

Os dejo pues  con la noticia y mi perturbadora traducción……

 Juan José Ibáñez

Patchwork ploughing: Australian farmer creates huge geometric artwork to fight soil erosion

Foto Fuente Brian Fisher para Deguardian

Remiendo de arado: granjero australiano crea enormes ilustraciones geométricas para luchar contra la erosión del suelo

A South Australian farmer has transformed his land into a gigantic geometric patchwork in a bid to fight soil erosion. Brian Fischer created the patterns at Ashmore White Suffolk Stud, north of Adelaide, following recent bushfires. In the absence of any vegetation, he says the furrows prevent gusting winds from causing further damage. “The fires cooked everything,” he told 3AW radio, “but whichever way the wind blows it’s always at 90 degrees [to the furrows] so it can’t get started”. The idea dates back to 1944 – if not earlier – when more than one million hectares of land were destroyed by a raging bushfire in Victoria. Fischer says the pattern took several days to plough but is saving him 15cm of topsoil

Un granjero de Australia del Sur ha transformado su tierra en un mosaico geométrico gigantesco en un intento de combatir la erosión del suelo. Brian Fischer creó los patrones en blanco Ashmore Suffolk Stud, al norte de Adelaida, a raíz de unos incendios forestales recientes. En ausencia de cualquier tipo de vegetación, él dice que los surcos evitan que las ráfagas de vientos provoquen mayores daños. “Los incendios lo cocinan todo”, dijo a la radio 3AW, “pero de cualquier manera el viento sopla siempre a 90 grados [a] los surcos por lo que no puede ponerse en marcha”. La idea se remonta a 1944 – si no antes – cuando más de un millón de hectáreas de tierra fueron destruidas por un incendio forestal que ASOLÓ Victoria. Fischer dice que la creación del patrón le costó varios días de trabajo, tomó varios días para arar, pero que  salvó 15 cm de tierra vegetal.

 A pattern made by a farmer, Brian Fischer, at Ashmore White Suffolk Stud in South Australia in January 2016. Fischer says it’s saving him 15cm of topsoil because the ridges reduce the chance of wind erosion. Photograph: Brian Fischer

 Pie de la foto original:

Un modelo construido por un agricultor, Brian Fisher, en Ashmore blanca Suffolk Stud en Australia del Sur en enero de 2016. Fischer dice que le está ahorrando 15 cm de tierra vegetal debido a las crestas reducen la posibilidad de erosión eólica. Fotografía: Brian Fischer

La Nueva Revolución Verde del Siglo XXI. Todo Preparado

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La Nueva Revolución Verde: Fuente: made for minds

La mayor parte de la comunidad científica ya se ha rendido a las evidencias. Hace diez años, cuando comenzamos nuestra andadura en esta bitácora, tuvimos que sufrir abundantes críticas por defender que la Revolución verde del siglo XX significo comida para aquella época, a costa de secuestrar el futuro de la soberanía alimentaria en el mundo y degradar la biosfera. Diez años después, casi ningún experto lo discute, como tampoco la FAO y la ONU. Se acaba el sucio negocio de los pesticidas, insumos ingentes de fertilizantes e ir tocando los genes de las plantas con las promesas más absurdas. Eso sí, tales multinacionales y los intereses que ocultan se resistirán confundiendo  los vocablos para intentar, como han hecho siempre, vender gato por libre. La Revolución de la agricultura orgánica ya parece que calienta motores, si bien tal revolución verde no tiene nada que ver con la propuesta de otras basadas en los principios de la agricultura ecológica, que a su vez tampoco proponen exactamente lo mismo. Siempre os insisto que entendáis los conceptos y no os dejéis engañar por los vocablos, dado que se manipulan maniqueamente con harta frecuencia. Como se explica en Wikipedia, Revolución verde es la denominación usada internacionalmente para describir el importante incremento de la productividad agrícola y por tanto de alimentos  en Estados Unidos, y extendida después por numerosos países. Empero esa es la antigua. Tener cuidado que algunos intentarán confundir lo nuevo con lo viejo.

La vieja revolución verde se basaba en (i) la adición de una gran cantidad de fertilizantes químicos al suelo (ii) aplicación sistemática de pesticidas y (iii) el uso de semillas y plantas modificadas genéticamente.  Por su parte, la nueva revolución verde (que en el mundo anglosajón se denomina orgánica): pivota sobre los siguientes tres principios: (i) la erradicación, en la medida de lo posible de las mentadas enmiendas químicas; (ii) el menor uso posible, y tan solo cuando sea totalmente imprescindible, de nuevas y más amigables sustancias para el ambientalmente, en lo que concierne al control de plagas y pestes y (iii) uso de semillas sin ser alteradas por la biotecnología, es decir, los “tocagenes”. Sin embargo, reiteramos por enésima vez que lo denominado orgánico en el mundo anglosajón no es exactamente equivalente al concepto de agricultura ecológica en español. Tal confusión está dando lugar a que las multinacionales del agronegocio intenten engañarnos de nuevo. Al final de esta entrada os mostramos algunos post previos relacionados con tal maniqueo abuso del lenguaje, al objeto de intentar separar el grano de la paja. En  nuestra categoría Etnoedafología y Conocimiento Campesino podréis leer mucho más sobre estos asuntos. Mirar hacia el pasado para mejorar el futuro resulta hoy más que nunca de suma importancia.  La agenda de investigación que se ha marcado la FAO, y de la cual fui uno de los autores, es clara y rotunda (Plan of Action for Pillar Three of the Global Soil Partnership Adopted by the III GSP Plenary Assembly) , como también el Status of the World’s Soil Resources de la ONU,en cuya redacción también modestamente intervine. No queda nada por discutir, nadie duda ya del desastre y desgracia que ha supuesto para el deterioro de la biosfera la ya denominada antigua revolución verde, con el paso de los años.

Hoy os hemos traducido el texto de unos investigadores del Ecological Sciences, James Hutton Instituteen el cual se explica lo que hemos venido reiterando durante diez años. Eso sí, cuidado con el debate acerca de los Microorganismos Eficientes o Efectivos (EM) en la Rehabilitación de Suelos, ya que una cosa es hacer uso de la ingeniería “natural de los propios organismos, y otra bien distinta que compréis los productos que ya salen al mercado bajo esta denominación y que no suelen servir para nada. Resulta mucho más sencillo, viable y barato elaborarlos vosotros mismos, como se está haciendo en Cuba. Abajo os dejo también alguna relación de post  previos sobre estos eficientísimos organismos y el cuidado que hay que tener para no caer de nuevo en las  trampas del agronegocio. ¿Dejarán las poderosas internacionales que ONU y FAO lleven a cabo sus planes?. Aquí nos enfrentamos al kit de la cuestión.

Del mismo modo, durante 2015 Tom Vilsack el Secretario del  Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (United States Secretary of Agriculture), ha insistido una y otra vez ante los medios de comunicación sobre la importancia de gestionar los suelos desde este nuevo paradigma para paliar la contaminación tanto su contaminación como la de las aguas, y así mejorar la grave situación ambiental y garantizar la seguridad alimentaria en USA. Del mismo modo los boletines de noticias del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, son totalmente explícitos en esta materia ofreciendo subvenciones y otras prebendas para todos los granjeros que se encaminen en la dirección de la nueva revolución verde, haciendo un especial énfasis en los policultivos y la diversificación de las producciones agrarias de los predios, la integración en ellos y cuidado de los humedales y zonas húmedas, etc.

Os dejo pues con la mentada traducción que me mejorado un poco de lo ofrecido por los traductores automáticos de la red. En cualquier caso, podría haberme esmerado más. Pido disculpas, si bien creo que el contenido se entenderá perfectamente.

Juan José Ibáñez

Plan of Action for Pillar Three of the Global Soil Partnership

Status of the World’s Soil Resources

 

Soils will lead the next green revolution – if we allow them

“By shifting crop breeding targets to promote the beneficial use of soil microbes and managing our agriculture through reduced inputs, we could take a huge step forward to such a new green revolution.

 Al cambiar los objetivos de mejoramiento de cultivos para promover el uso beneficioso de los microorganismos del suelo y la gestión de nuestra agricultura a través de reducción de los insumos, podríamos dar un gran paso adelante a una nueva revolución verde.

Dr Alison Bennett, Dr Tim Daniell, Dr Timothy George, Ecological Sciences, James Hutton Institute

The “green revolution” led to an increase in crop yield at least three times greater than the previous century, and this increase was primarily a result of the introduction of fertilisers, pesticides, and new crop varieties.  However, while most crop yields are no longer increasing, the world population is still growing.  The FAO estimates the global population will reach almost 10 billion in 2050.

La “revolución verde” condujo a un aumento en el rendimiento del cultivo por lo menos tres veces mayor que el siglo anterior, y este aumento fue principalmente el resultado de la introducción de fertilizantes, pesticidas y nuevas variedades de cultivos. Sin embargo, mientras la mayoría de las cosechas ya no están aumentando, la población mundial sigue creciendo. La FAO estima que la población mundial llegará a casi 10 mil millones en 2050.

The sustainability of our current fertilisers and pesticides is also declining partly due to the many negative impacts of chemicals in our environment. Thus, scientists around the world, including colleagues at the James Hutton Institute in Scotland, are looking for new ways of increasing crop yield and creating a second “green revolution.” By shifting crop breeding targets to promote the beneficial use of soil microbes and managing our agriculture through reduced inputs, we could take a huge step forward to such a new green revolution. 

La sostenibilidad de nuestros fertilizantes y pesticidas actuales también está declinando debido en parte a los muchos impactos negativos de los productos químicos en nuestro medio ambiente. Por lo tanto, los científicos de todo el mundo, incluyendo sus colegas del Instituto James Hutton en Escocia, están buscando nuevas maneras de aumentar el rendimiento del cultivo y la creación de una segunda “revolución verde”. Al cambiar los objetivos de la mejora de los cultivos para promover el uso beneficioso de los microorganismos del suelo y la gestión nuestra agricultura a través de reducción de los insumos, que podría permitir dar un gran paso adelante hacia una nueva revolución verde.

Soils have the ability to replace partially many conventional agricultural inputs, but only if we understand how soil microbes help crop plants grow and we also maintain soils in a healthy condition for microbes.  If well managed, soils can improve nutrient availability, reduce disease incidence, and reduce pest pressures, and thus could, at least partially, replace fertilisers and pesticides. However, these effects strongly depend on how ‘healthy’ our soils are.

Los suelos tienen la capacidad de reemplazar parcialmente muchos insumos agrícolas convencionales, pero sólo si entendemos cómo ayudan a los microbios del suelo crecen las plantas de cultivo y que también mantienen los suelos en una condición saludable para los microorganismos. Si son bien administrados, los suelos pueden mejorar la disponibilidad de nutrientes, reducir la incidencia de la enfermedad, y reducir las presiones de plagas, y por lo tanto podría, al menos parcialmente, sustituir los fertilizantes y pesticidas. Sin embargo, estos efectos dependen en gran medida de la salud de los suelos.

The environmental, as well as economic, costs of using chemical inputs that have led to a tightening of regulations for the use of fertilisers and pesticides have increased our need to find alternatives for these inputs. Maintaining a healthy soil community could provide an alternative for some inputs while reducing certain environmental impacts of food production such as greenhouse gas emission. 

Los costos ambientales, así como económicos, de la utilización de insumos químicos que han llevado a un endurecimiento de las normas para el uso de fertilizantes y pesticidas han aumentado la necesidad de encontrar alternativas que remplacen estos insumos, almenos en gran medida. El mantenimiento la slud del suelo y las  comunidades de orgebimos que habitan en ellos podrían proporcionar una alternativa para algunos insumos, mientras que se educirían ciertos impactos ambientales relacionados con  la producción de alimentos, tales como las emisiones de gases de efecto invernadero.

To achieve this, a number of important steps need to be taken. First, we need to improve our understanding of how soil works and our understanding of how agriculture alters soil.  This will allow for better design of management systems, which in turn will promote greater nutrient availability and prime plants with better defense responses when challenged by pests and diseases. 

Para lograrlo, hay que tomar una serie de medidas importantes. En primer lugar, tenemos que mejorar nuestra comprensión de cómo funciona el suelo y nuestra comprensión de cómo la agricultura altera el suelo. Esto permitirá mejores diseños de los sistemas de gestión, que a su vez promoverían una mayor disponibilidad de nutrientes para las plantas de cultivo, y como rolario con mejores en la respuesta de las plantas cuando sean amenazadas por plagas y enfermedades.

Crop breeding also needs to allow plants to take advantage of the beneficial soil microbes in a healthy soil.  New breeding efforts could include simple measures such as an increase in the number and density of roots.  Similar to how a farmer cultivates crops, plants use their roots and compounds to ‘cultivate’ the microbes that live around their roots.  We can, therefore, breed crops that cultivate microbial communities, which has a beneficial effect on nutrient availability and plant defence.

La mejora de los cultivos también tiene que permitir que las plantas se aprovechen de los microbios beneficiosos del suelo en un suelo saludable. Nuevos esfuerzos de mejora podrían incluir medidas simples tales como un aumento en el número y la densidad de las raíces. De manera similar a cómo un agricultor cultiva sus cosechas, las plantas usan sus raíces y los compuestos que exudan para ‘cultivar’ los microbios que viven alrededor de sus raíces (rizosfera). Podemos, por lo tanto, criar cultivos que cultivan (permiten desarrollarse eficientemente) las comunidades microbianas, lo cual tiene un efecto beneficioso sobre la disponibilidad de nutrientes y la defensa de la planta.

However, plants can only cultivate the microbes that are present in the soil, and current agricultural practices also affect soil microbes. Tillage breaks up or redistributes microbes often away from new plant roots. Similarly, adding fertilisers or pesticides or using fields planted with a single crop can also dramatically alter soil microbes. All of these practices can lead to the unnecessary loss of good types of microbes from agricultural soil, and can also result in communities of antagonistic microbes, or damage the environment.

Sin embargo, las plantas sólo pueden cultivar los microbios que están presentes en el suelo, y las prácticas agrícolas actuales también afectan los microbios del suelo. La labranza rompe o redistribuye los microbios a menudo fuera de las nuevas raíces de las plantas. Del mismo modo, la adición de fertilizantes o pesticidas o el uso de campos sembrados con un solo cultivo también puede alterar dramáticamente los microbios del suelo. Todas estas prácticas pueden conducir a la pérdida innecesaria de buenos tipos de microorganismos del suelo agrícola, y también puede resultar en comunidades de microbios antagonistas, o dañar al el medio ambiente.

Changing how we grow crops will produce a healthier system and avoid the loss of important microbes.  Currently some of these agricultural practices, such as minimum tillage and the use of alternative fertilisers such as composts, are being tested and used on farms.

Cambiar la forma en que crecen las cosechas producirán un sistema más saludable y evitar la pérdida de microrganismos importantes. Actualmente algunas de estas prácticas agrícolas, como la labranza mínima y el uso de fertilizantes alternativos, como el compost, están siendo probados y utilizados en las granjas.

In addition, most of our crops have been bred under optimal conditions, such as well-tilled soil and high inputs of fertilisers and pesticides.  As a result, when compared to wild relatives, crop plants tend to interact poorly with soil microbes without chemicals and tillage, and have a less diverse microbe community around their roots. As a result, these crop species will be hindered in the future when fertilisers become rare if crop breeding practices are not changed.

Además, la mayoría de nuestros cosechas han medrado adecuadamente bajo una labranza óptimas  del suelo, haciendo uso de la denominada labranza cero y un elevado aporte de fertilizantes y pesticidas. Como resultado, cuando se compara con sus parientes silvestres, las plantas de cultivo tienden a interactuar mal con los microbios del suelo sin labranza ni productos químicos, y atesoran comunidades microbianas de menor diversidad en sus rizosferas. Como resultado, estas especies de cultivo, se desarrollarán peor en el futuro, cuando se los imputs de fertilizantes sean raros o escasos, si las prácticas convencionales de cultivo no lo hacen en consonacia.

We are now well placed to try and tailor our crop plants to select a beneficial community of microbes to replace some chemical inputs. Together with careful soil management and other scientific advances, crop plants bred for positive microbe associations will produce an evergreen revolution where food security is achieved in a sustainable manner

Actualmente nos encontramos en disposición de tratar de adaptar nuestras plantas de cultivo para seleccionar comunidades microbianas beneficiosas que eviten tener que añadir insumos químicos. Junto con un cuidadoso manejo del suelo y otros avances científicos, las plantas de cultivo se asociaran con comunidades microbianas de forma tan eficiente como para que logremos una nueva revolución siempre verde, que permite  lograr una seguridad alimentaria sostenible.

Algunos post previos sobre los microrganismos del Suelo

Microorganismos Eficientes o Efectivos (EM) y Rehabilitación de Suelos

Microorganismos del Suelo y Predicciones del Calentamiento climático

Microorganismos del Suelo y Microbioma Humano ¿Cuál es la relación?

La Extraordinaria Genética de los Microorganismos del Suelo

Los Microorganismos del suelo y su Inmensa Diversidad: Sobre Bacterias, Hongos, Arqueas y Virus

Lluvia de Microorganismos Patógenos: Del Suelo a la Atmósfera y de la Atmósfera al Suelo

La respiración de los microorganismos del suelo y el cambio climático

Algunos post previos sobre agricultura orgánica, ecológica y la convencional fruto de la Revolución verde

Agricultura Ecológica y Agricultura Tradicional: un Debate Viciado

Agricultura Ecológica en un Mundo Globalizado: La Percepción de un Docente

Agricultura Ecológica versus Agricultura de Conservación

Granjas Verticales e Hidroponía Orgánica: suelos, etiquetas y certificaciones de los productos orgánicos y ecológicos (ocultando al consumidor la calidad de los alimentos)

Monsanto versus Avaaz: Lobis agro-industriales contra la agricultura campesina y la seguridad alimentaria

Guerra sucias entre científicos: Ideología e intereses contra la objetividad científica (los organismos transgénicos una vez más a la palestra)

Glifosato, Transgénicos, Resistencia a Pesticidas y Cáncer

La Agricultura Moderna: Alimento y Veneno para el Hombre y la Biosfera

Agricultura Ecológica versus Agricultura de Conservación

“Pueblos Indígenas” Los Desheredados de Latinoamérica

Efectos de la agricultura sin labranza sobre el agua del suelo en climas fríos y áreas de montaña

Tecnologías para la Contaminación: Biosfera Contaminada, Edafosfera Contaminada, Hidrosfera Contaminada, Atmósfera Contaminada, Alimentos Contaminados

Reciclaje de Residuos Sólidos Urbanos y Sus Continuos Fraudes

Lo que los Científicos defienden y a veces la realidad desmiente: Divulgación y Cultura Científica

Suelos y Compost: reservorios de la Gripe Aviar H5N1

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Los Equívocos Lenguajes de las Ciencias

Calentamiento climático: ¿más agua en los desiertos?

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Desierto de Tabernas y sus ramblas (Almería, España). Foto: Juan José Ibáñez

 Todo lo relacionado con el calentamiento climático, despierta interés en el público y decepción en mí ya “atiborrada mente”. Y es que no dejo de asombrarme de leer tanta tontería. A menudo, no se trata de los estudios en sí mismos, sino de las conclusiones que extraen los autores, que no dejan de asombrarme.  La noticia que os ofrecemos hoy me ha vuelto a dejar atónito, por no decir noqueado. Busqué en Internet, por si  el “plumillas” español había hecho una parodia de traducción de la la nota original de prensa en inglés. ¡Pues no fue así!. La mentada crónica publicada por Terradaily, que también os adjunto abajo, nos cuenta más o menos lo mismo, si bien adicionalmente  añade algo más interesante que os narro al final del post. Veamos la historia ya que, la primera parte, puede entenderla un niño lactante.

 Cuanto más sube la temperatura mayor cantidad de agua se evapora. Este ¿inexplicable? hecho puede demostrarse realizando un “esotérico” ¿¿?? experimento casero siguiendo este complicado protocolo: Ponga usted en dos recipientes iguales la misma cantidad del líquido elemento. Uno déjelo a temperatura ambiente y otro caliéntese unos 5 o 10 grados más (todo depende de la paciencia que usted tenga). Al cabo de unas horas comprobara, para su “sorpresa” ¿¿??, que el “contenedor calentado” pierde agua a mayor velocidad. ¿Alguien no se ha enterado?  ¡Pues que no vuelva por este blog y retorne al parvulario! Sorprende que en muchas noticias que se omita un proceso tan trivial como esencial.  A algunos científicos, también “parece” que se les olvida.

 De lo dicho anteriormente se desprende, tras sesudos cálculos matemáticos ¿¿??, que, conforme aumente la temperatura más agua se evaporará de la hidrosfera a la atmosfera. UFFFF, lo que me ha costado llegar a esta sorprendente conclusión: miles de horas ¡¡!!.

 Como ya hemos comentado en tantas ocasiones ,que no puedo enumerarlas (pero pronto leeréis más  en un post  más técnico que editaremos al respecto:Un sistema climático fractal frente al pensamiento lineal), el calentamiento climático no se producirá uniformemente en todo el planeta, sino que pueden surgir patrones regionales muy distintos a los actuales debido a que el sistema climático es de naturaleza no-lineal. Corto aquí la narración con vistas a proporcionaros más información sobre tal asunto. Luego seguimos……

 Leyes potenciales, Sistemas no lineales, Sistemas complejos, Multifractales, Fractales, Efecto mariposa, Diversidad, Complejidad y Fractales, Caos, Cambio Climático y el Efecto Mariposa, Cambio climático y la Teoría del Recalentón, El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y Modelos de Clima Global. ¿Ya lo habéis leído todo?. Pues bien, tengo el placer de anunciaros que no era necesario, aunque sí conveniente. Pero sigamos…..

 La investigación que abordamos hoy nos informa de que ciertos investigadores, dicen haber constatado que el incremento de las precipitaciones será mayor en las zonas áridas del mundo que en otros ambientes del planeta. Y tal predicción, de cumplirse, debería ser considerada como muy positiva para cientos de millones de personas, muchas de las cuales no tienen nada que llevarse a la boca, como tampoco agua potable para beber. Empero, según los autores del estudio que analizamos hoy, en la línea de otros muchos, parecen considerar que se trata de una mala nueva catastrófica. La razón esgrimida resulta ser que los modelos utilizados predicen que en gran parte, en lugar de llover diluviará, generando inundaciones y otros males de gran calado. Todo lo relacionado con el calentamiento de la atmósfera se vende ineludiblemente como dramas colosales. Al perecer es un decreto ley cuyo texto oficial no encuentro por ningún lado.  Empero en los desiertos suele llover así. Lo contrario sería lo excepcional. 

 Yo no discuto que pudiera ser que ocurriera como defienden los autores, aunque creo que se trata del conocido problema de ver la botella medio llena o medio vacía. Personalmente, intento evadirme de los extremos. Es obvio que los investigadores que han llevado a cabo el estudio ven la botella medio vacía. ¡Yo no!. Pero la “cultura del catastrofo” genera más beneficios a la prensa. ¿Alguien lo duda? Ya os explicaré algún día como la naturaleza es muy veleidosa en las zonas áridas de Almería y el desierto de Tabernas, aquí en España. Y se trata de un mero ejemplo de lo que parece lógico que acaezca en otros lares. Llueve muy poco, pero de vez en cuando diluvia de lo lindo, al surgir breves episodios denominados de gota fría”. Efectivamente, el agua desborda los cauces de las Ramblas o Uadis, generando inundaciones.  Ahora bien, del mismo modo, se recargan los acuíferos, hecho que ya aprovechaban mediante ingeniosas y simples obras hidráulicas sus moradores, mediante el sabio conocimiento campesino, no secular, sino milenario. Y así extraían agua para regar algunas áreas desiertas, obteniendo buenos rendimientos agrarios. Del mismo modo, muchas lagunas actualmente secas se rellenarán de agua, creciendo la vegetación en los valles que las cobijan. Comenzó a dudar si los autores del estudio atesoran conocimientos de la geomorfología de los desiertos. Más aun, abundante agua caída durante tales eventos en loa ambientes desérticos en los que suelen abundar los suelos salinos, el exceso eventual, pero más frecuente de agua ayudará a disminuir el exceso de sales, dando lugar a suelos potencialmente algo más productivos, así como agua para regarlos por la recarga de los acuíferos, etc., ¡Lo dicho!. ¡La botella medio llena frente a la botella medio vacía!.

 Alegar que todo el agua que no causara estragos se evaporaría a la atmósfera, no deja de ser más que  una prosaica y a menudo errónea interpretación. Parte de ella se infiltraría rápidamente, como mínimo en los desiertos arenosos. Más aún, existen otras regiones del globo en donde el acervo cultural que nos proporcionan las prácticas campesinas demuestra que los paisanos saben aprovechar este oro azul de estos biomas de forma brillante, en la medida de lo posible. Seguramente, en los primeros momentos tales inundaciones produzcan  daños (si las predicciones de estos autores son acertadas), aspecto que tampoco lo pongo en duda. Sin embargo con las debidas obras hidráulicas, que no tienen necesariamente que ser onerosas y faraónicas, llegaría un periodo de bonanza del que gozaría una ingente cantidad de la población mundial que hoy vive en la más absoluta miseria. Recordemos que unos dos tercios de la superficie emergida del planeta resultan ser zonas áridas, semiáridas y desérticas. Por todo ello, personalmente prefiero y considero que es mejor ver la botella de agua medio llena que medio vacía.

 Vayamos finalmente al texto en suajili del final del post de Terradaily, para explicar la importancia de los párrafos omitidos por las plumillas español. Este. más o menos vienen a decir:

 Los modelos y las observaciones climáticas de precipitación no siempre cuentan la misma historia con respecto a los cambios regionales, por lo que nos quedamos muy sorprendidos al encontrar que nuestras conclusiones resultaron ser muy robustas en ambos casos” dijo el Dr. Donato.

 Parece que las incertidumbres en los modelos climáticos fueron mayores en donde las incertidumbres de observación eran superiores (es decir la falta de datos, o datos de mala calidad). Esto sugiere que debemos mejorar las observaciones (es decir el número de estaciones meteorológicas u otro tipo de iniciativas que mejoren los datos actuales) que serían vitales si deseamos determinar con mayor precisión los efectos del cambio climático en todas las regiones del mundo.

 Ya hemos comentado en otros post, como este, que sin buenos inventarios y monitorizaciones los modelos climáticos, como casi todos, no pueden dar lugar a predicciones fiables. Lo que no resulta razonable estriba en que se inviertan enormes sumas de dinero en predecir, y prácticamente nada en alimentar saludablemente a los modelos climáticos (los susodichos inventarios y programas de monitorización). Los modelos de simulación numérica son como los cuerpos humanos. ¡Uno es lo que come!, y si se come poco y mal……….

 Os dejo pues la noticia en ambas lenguas suajili y español-castellano.

 Juan José Ibáñez

El calentamiento aumentará las lluvias en las áreas más secas del mundo

La investigación, publicada en la revista científica Nature Climate Change, también advierte que ese aumento de lluvias creará un problema en las regiones que no disponen de infraestructuras para hacer frente a las inundaciones.

 FUENTE | Agencia EFE verde ;09/03/2016;

 El calentamiento global provocará un aumento de las lluvias en algunas de las áreas más áridas del planeta, un fenómeno que provocará más inundaciones y riadas súbitas extremas, según un estudio que se acaba de publicar. “Hallamos una fuerte relación entre el calentamiento global y el aumento de las precipitaciones pluviales, especialmente en áreas fuera de los trópicos“, dijo Markus Donat, autor del estudio y académico de la Universidad de Nueva Gales del Sur de Australia.

El incremento de las temperaturas causado por el calentamiento global provocará un aumento de la evaporación, que se traducirá en una mayor cantidad de inundaciones extremas más que en una mayor disponibilidad de reservas de agua, según un comunicado de la universidad.

Esta investigación sugiere que el aumento de las lluvias extremas se dará a nivel regional en las áreas secas y no como una media en todo el planeta“, enfatizó el autor del estudio, que comparó regiones áridas o húmedas similares en Oceanía, Asia y África. La investigación, publicada en la revista científica Nature Climate Change, también advierte que el previsto aumento de las lluvias creará un problema en estas regiones que no disponen de infraestructuras para hacer frente a las inundaciones.

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 Global warming increases rain in world’s driest areas
by Staff Writers; Sydney, Australia (SPX) Mar 09, 2016

Global warming will increase rainfall in some of the world’s driest areas over land, with not only the wet getting wetter but the dry getting wetter as well.

New research published in Nature Climate Change has revealed that in the Earth’s dry regions, global warming will bring an overall increase in rainfall and in extreme precipitation events that could lead to flash flooding becoming a more regular event.

We found a strong relationship between global warming and an increase in rainfall, particularly in areas outside of the tropics,” said lead author Dr Markus Donat from the ARC Centre of Excellence for Climate System Science.

“Within the tropics we saw an increase in rainfall responding to global warming but the actual rate of this increase was less clear.”

Unfortunately for societies, businesses and agricultural activities that exist in arid regions, the expected increase in rainfall over dry areas does not necessarily mean that more water will become available according to the researchers. The additional heat caused by global warming will likely lead to increased evaporation. This means that while there may be more extreme flooding events it may have little impact on overall water storage rates.

“The concern with an increased frequency and in particular intensity of extreme precipitation events in areas that are normally dry is that there may not be infrastructure in place to cope with extreme flooding events,” said Dr Donat.

“Importantly, this research suggests we will see these extreme rainfall events increase at regional levels in dry areas, not just as an average across the globe.”

The researchers were able to reach this conclusion because they looked at regions with similar characteristics rather than trying to compare complex climate variations found when comparing one country or continent with another.

This meant that dry regions in Australia were compared with similarly dry regions in Asia, Africa and many other countries. At the same time, wetter regions across different countries were also compared. This allowed the researchers to directly compare like with like.

Importantly, the findings remained consistent across observations and models.

With precipitation climate models and observations don’t always tell the same story regarding regional changes, but we were very surprised to find that our results turned out to be highly robust across both,” said Dr Donat.

“It appears the uncertainties in climate models were greatest where the observational uncertainties were greatest. This suggests that improved observations will be vital for those planning for climate change if they are to reasonably determine how future precipitation will change in every corner of the world with global warming.”

Publicación Científica Original: “More extreme precipitation in the world’s dry and wet regions”

Fases de La Colonización Humana de las Américas y las Especies Invasoras

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La mayor especie invasora en Suramérica. Fuente: Colaje Google imágenes

 La noticia de la que vamos a hablar hoy lleva el pasmoso título de: “ Early humans colonized South America like an invasive species”, que traducido del suajili al español castellano vendría a decir: Los primeros humanos que colonizaron América del Sur se comportaron como  una especie invasora o exótica. Debo suponer que algún ingenuo ciudadano que aún se resista a creer que los seres humanos no somos animales se habrá quedado aterrado. Hasta donde mi limitada mente alcanza a entrever, el hombre es un animal, algunos dicen que racional, aunque en mi opinión, si hablamos de especie, se trata de una conjetura que aún permanece por ser demostrada. Hemos invadido toda la tierra emergida y diezmado su biosfera, so pena de descapitalizar su futuro. Sin embargo ese es otro tema de mayor calado. Si como animales, racionales o irracionales, arribamos a otros territorios inhabitados y explotamos sus recursos prístinos, ¿Cómo debería apelársenos?. Pues simple y llanamente como una especie invasora, y si hacemos caso de las evidencias arqueológicas y paleoecologícas de la peor calaña. Resulta palmario que al autor o plumillas, al que se le escurrió el título” cabria llamarle ser humano pero calificarle de racional sería un exceso…… ¿No se encuentra repleta la historia de la humanidad de frases de la siguiente guisa: el pueblo X invadió al pueblo Y?. Otra cuestión deviene de reemplazar sibilinamente invadir por colonizar, o si usted es muy religioso, “evangelizar, cristianiza”, apostolizar”, (digamos pues “domesticar”) etc. etc. Un eufemismo detrás de otro.  ¡basura!.

 Seguidamente, la nota de prensa afirma que la invasión humana de las Américas ha sido distinta de la de Norteamérica, Europa o Australia ¿¿??. Aquí cabría recordar que aún desconocemos exactamente como se llevaron a cabo tales “evangelizaciones”. ¿Más madera a la hoguera!?.

 Eso sí, de ser ciertas otras conclusiones, la investigación atesoraría información de interés, si bien debemos recordar que sobre este asunto la comunidad científica aún sigue debatiendo con el ardor de los “invasores” más fieros y aguerridos, por lo que debemos sopesar los datos con suma prudencia. Los autores del estudio afirman que América del Sur (desconozco si incluyen Mesoamérica y el Caribe) tuvo la gran fortuna de ser “amaestrada”  en dos fases. La primera acaeció, hace 14.000 años, mientras que la segunda hará unos 5.500. En el primer “alunizaje”, aun en plena glaciación, aquellos animales racio/irracionales ocuparon numerosos nichos, y a falta de competencia, su población creció rápida y dramáticamente por todo el continente.  Seguidamente, la noticia nos informa de que, “como especie invasiva”, terminaron siendo víctimas de su propio éxito a consecuencia de la sobreexplotación de los recursos disponibles a su alcance y tecnología (léase rapiña). Y este hecho es el que estos sesudos investigadores denominan “comportamiento típico de especies invasivas”. Menos mal que otros organismos vivos fueron más salvajes que racionales, ya que gracias a ello, las repercusiones en la biosfera resultaron ser a menudo bastante más benevolentes que las derivadas de nuestras acciones.

 La segunda oleada humana acaeció entre los 5.500 y 2.000 años, a la que siguió otro crecimiento exponencial de la población, como resultado de la transición/reemplazo de las culturas cazadoras recolectoras previas, es decir paleolíticas, por otras agricultoras, y por lo tanto neolíticas.  Debería hablar se pues de “domesticación”, que no de invasión¿?. Obviamente no puede esta vez argumentarse nada apelando al uso de especie invasiva, por cuanto ya había seres humanos en el continente. Ahora bien, si las razas humanas las equiparamos a variedades pues…..”Iberoamérica fue atacada por una nueva “variedad invasora de humanos”.  Se trató pues de un simple “apostolado”, de una agricultura masiva (que debió afectar a grandes extensiones), a los que los autores llaman intensiva (que en términos rigurosos sería indefendible). Empero también hablan de comercio entre los moradores de unos asentamientos y otros. ¿Afecto tal repolitización a lo que hoy denominamos selvas vírgenes?. Como hemos mostrado en otro post, investigadores brasileños, en un trabajo mucho más rico en contenido, parecen constatar que así fue. Por lo tanto algunos esgrimirán que el Antropoceno llegó a las Américas por aquellas fechas.

Finalmente, los autores se preguntan hasta que punto la capacidad de carga humana que puede albergar de un territorio, pudo sobrepasarse con las tecnologías que usaban, y su relación con las sociedades contemporáneas.  En fin, prefiero no entrar en esta materia.

 Resumiendo, si ha habido una especie invasiva en este planeta más devastadora que el ser humano habrá que demostrarlo. Simplemente, bajo el lema de moda de las especies invasivas se vende mejor una noticia que aclarando sencillamente que, según los estudios de estos investigadores, se produjeron dos fases en la “culturización” del paisaje latinoamericano por el hombre” (léase degradación de la naturaleza), una llevada a cabo por culturas paleolíticas y otras por neolíticas. De ser cierto, resulta ser un dato interesante, que no tiene nada que ver, ni con el título, ni con el “presunto”  contenido novedoso y ¿probado? de los hallazgos que defiende la noticia.

 En mi opinión, muy personal, hoy la comunidad científica parece que, tras realizar un estudio, primero piensa y repiensa un título impactante y luego redacta un  paper que llame la atención de los periodistas, algo que se me antoja tan espurio como deplorable. ¿Sera mejor tener ocurrencias que ser un científico con mayúsculas?. Por lo que leo en estas y otras noticias, yo diría que así es.

 Por cierto la siguiente fase ya se encuentra en marcha, aunque no se percataran los autores. Hablamos de la abducción por la globalización que afecta a todos los moradores de este planeta. ¿Escribo un paper?; igual hasta cuela en una revista de campanillas, ya que lo que leo…… Empero, no se trata de emular a estos “comerciales”. Prefiero seguir llevando a cabo mi carrera como científico. Os dejo pues con esta exótica noticia…….

 Juan José Ibáñez

 Early humans colonized South America like an invasive species
by Brooks Hays; Palo Alto, Calif. (UPI) Apr 7, 2016

The growth of early human societies in South America look a lot an invasive species’ conquest of new habitat.

Today, humans are less constrained by the limits of nature. Thousands of years ago, however, the availability of local resources strictly governed the growth of human settlements and societies.

Researchers at Stanford University plotted the population growth and distribution of early South American societies using data from dozens of archaeological sites, including more than 1,000 radiocarbon dates. Scientists found that the ebb of flow mimicked that of invasive species.

The findings — detailed in the journal Nature — revealed two unique phases of population growth, the first occurring between 14,000 and 5,500 years ago. The initial phase featured a dramatic population explosion, with early settlers spreading out across the continent.

As biologists see with many invasive species, these early humans suffered a decline as a result of over-exploitation. The rapid early growth of these human populations bumped up against the upper limits of the available resources.

This recession with the loss of megafauna species like sloths, mammoths and saber-toothed cats — some of the largest mammals Earth has known.

The subsequent growth phase happened between 5,500 to 2,000 years ago and featured exponential growth. Researchers say this growth was the result of the transition to sedentary societies — a transition made possible by intense agricultural production and trade.

The patterns of growth seen in South America are distinct from those in North America, Europe and Australia, but can still offer insight into the nature of population growth today.

For most species, the limits of the natural world offer an upper limit to carrying capacity. Most populations plateau. It’s unclear if and when humans will be subject to similar limits.

“The question is: Have we overshot Earth’s carrying capacity today?” senior author Elizabeth Hadly, a biologist at Stanford, asked in a news release. “Because humans respond as any other invasive species, the implication is that we are headed for a crash before we stabilize our global population size.”

“Technological advances, whether they are made of stone or computers, have been critical in helping to shape the world around us up until this point,” added co-lead author Alexis Mychajliw, a graduate student in biology. “That said, it’s unclear if we can invent a way out of planetary carrying capacities.”

EL MISTERIO DEL MAÍZ O CINTLE: ENTRE EL ANÁHUAC Y EL TAHUANTINSUYO I (Régulo León Arteta)

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Cabeza de serpiente rodeada de hojas de maíz. Quetzal papalotl de la populosa urbe Teotihuacana Fuente:http://arquehistoria.com/wp-content/uploads/2013/04/quetzalcoatl-teotihuacan.jpg

En el continente americano existieron varias áreas culturales. Hasta donde ahora sabemos sobresalieron el Anáhuac y el Tahuantinsuyo. El primero comprendió el centro de México y Centroamérica, mientras que el segundo la cordillera Andina. Aunque estas culturas son relativamente recientes, ya que se están observando la concurrencia de muestras de la  actividad humana, desde hace más de 200.000 años, como en Valsequillo, Puebla (México) y Toca da Esperança (Brasil).

 Por otra parte, existen evidencias de que hace 65 Millones de años, en el Cenozoico (vida reciente)  aparecieron los primates, cuando el continente sudamericano estaba casi unido al africano. En el Mioceno, ambas masas continentales aún permanecían próximas, por lo que ambas biotas atesoraban rasgos de considerable similitud. Así, el reciente descubrimiento de dientes de monos, de hace veintiún millones de años en América del norte, procedentes de Sudamérica según Bloch y colaboradores, si bien no confirma la presencia de ancestros del animal humano, si plantea tal posibilidad. Porque este bicho es por naturaleza curioso, hasta que lo llevan a la escuela, parafraseando a Bernard Shaw.

 Mientras que en Eurasia se privilegió el pastoreo y el monocultivo extensivo, en este continente lo fue la agricultura intensiva y diversificada. Así los Collaguas en el Cañón del Colca, perfeccionaron al extremo a lo largo de seis mil hectáreas, el sistema de riego de cultivo en terrazas, sostenidas por las raíces de la vegetación natural arbórea,  y así, en el antiguo territorio que hoy coincide más o menos con las fronteras de Perú, pudieron alimentarse todos sus habitantes según Brailovsky.

El cultivo del maíz (Este vocablo se deriva de mahiz para los Taino (nobles), una de las ramas de los Arawaks caribeños) en las denominadas milpas, es uno de los ejemplos más representativos de la diversificación condicionada por el ser humano en el continente. La obtención de esta especie (de los anónimos fitomejoradores nativos, ya patrimonio de la humanidad) es una de las hazañas, a la que resulta difícil encontrar parangón en el mundo. Aunque el nombre más cercano al original es en náhuatl (una de las lenguas dominantes en el Anáhuac) es Centli. Esta labor la han devaluado, aun personajes de esas tierras, como el porfirista mexicano Alonso de Bulnes, ninguneando al maíz frente al trigo. Por otra parte, resulta que el manejo humano de esta especie, ha sido de una magnitud, que podríamos calificarla de inusitada a escala mundial, junto con la Palma Pupunha, brasileña, que ya no pueden reproducirse sin la intervención humana.

 Con todo y ello, el maicito, como algunos campesinos mexicanos lo llaman, o maíces criollos como algunos “técnicos” ignorantes lo denominan al objeto de diferenciarlos de sus “cultivares mejorados”, aunque que han beneficiado por milenios a muchos humanos en el mundo, corren el riesgo de que sus semillas sufran el peligro de terminando ser propiedad de unos mercachifles inescrupulosos (léase multinacionales del agronegocio).

 En la milpa, desde la época pre colombina, se cultivan simultáneamente semillas seleccionadas de cosechas anteriores, de cecentli (1) de periodo corto, medio y largo, leguminosas como el frijol y cucurbitáceas como la calabaza. Estas tres especies se aprovechan tanto maduras y aun inmaduras, pero en el caso de la última, hasta sus flores. Muchas plantas que para algunos son malezas, también son aprovechadas como alimento humano. Algunas son ricas en Omega 3, como las verdolagas Portulaca oleracea, o en proteínas, como los quelites Chenopodium sp. Mención aparte merecen, los aromáticos y sabrosos jitomates y chiles silvestres. Además, por no extendernos, soslayaremos hablar de numerosas plantas medicinales como el Árnica, etc.

 La siembra de semillas de centli, con tres periodos de cultivo, como nos compartía el insigne etnobotánico Efraim Hernandez Xolocotzi, es una estrategia de sobrevivencia, ya que permite con la de ciclo corto, asegurar una cosecha aun en caso de sequía. Mientras que los monocultivos del centl, de un solo ciclo, son aberraciones comerciales y antiecológicas proclives al abuso de las aplicaciones de agroquímicos.

 La certeza de la antigüedad del cultivo del centli y su localización en el Anáhuac, se encuentra fuertemente limitada por la facilidad de su degradación, aun de los populares entre los arqueólogos,  granos de polen. A los cecentli silvestres se les atribuye una antigüedad de 80 mil años de antigüedad, aunque la hazaña de su mejoramiento genético, quizá ocurrió en las alturas del sur de México y Centroamérica. Es innegable su relación con el teocintle. Así el último, todavía a finales del siglo antepasado, aún era utilizado en Chihuahua, con el propósito de mejorar la producción del centli según nos informa Lumholtz.

 Hasta hace poco tiempo se reconocía que…….

…… los restos más antiguos procedían de Guilá Naquitz, Oaxaca, con 5.400 años de edad, habiéndose encontrado polen por los arqueólogos en San Andrés y Tabasco (México). Sin embargo los fitolitos del centli en la Amazonia ecuatoriana, fueron fechados con 5.300 años a. n. e, por Tykot, Staller. Porque llegó a Panamá (¿cultura Coclé?) hace más de 7.000 años, donde tuvo una gran transformación y regresó a centro y Norteamérica, así como al resto de Sudamérica. No debe pues extrañar que en Huachichocama (Argentina) se encontrara indicios del centli asociado al chile (Capsicum), y/o al frijol (Phaseolus) en un estrato de 7.670 a 6.720 años de antigüedad.

 Además de la hazaña del mejoramiento, está la biotecnología, en la nixtamalización, osea la cocción del centli con solución de cal, que disminuye ligeramente el contenido de vitaminas, el almidón y la solubilidad de la proteína del maíz. Pero aumenta la biodisponibilidad de aminoácidos, fósforo y calcio, de fibra soluble y almidón resistente. Al menguar el contenido de ácido fítico, mejora la absorción de minerales. Adicionalmente La nixtamalización , eleva la disponibilidad de niacina, eliminando el desarrollo de la pelagra.

 (1)   En náhuatl como en latín, la repetición de la primera silaba, significa pluralidad

Biocarbones como fertilizantes: La Torrefacción de la biomasa

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biocarbones-biomasa-torrefacta

Fuente: Colaje Google imágenes

 Al alba, en pleno desierto, o al menos en una zona árida de Bostwana (Gaborone), unos investigadores japoneses se afanan en rellanar enormes cafeteras para elaborar un riquísimo café torrefacto, por supuesto. Un corresponsal del Blog “Un Universo Invisible Bajo Nuestros Pies”, abre los ojos y observa atentamente los movimientos de sus colegas nipones. “De pronto, estos últimos cargan aquellos enormes recientes con su aroma exquisitamente humeante en camionetas”, poniéndose en marcha. ¡Qué groseros! Barrunta nuestro corresponsal desplazado hasta aquellos “tórridos lugares”. ¡Ni siquiera me han ofrecido una taza!. Pero apenas tiene tiempo de subirse precipitadamente a uno de aquellos vehículos. La caravana parte. Uno de los japoneses mira en su portátil la ubicación de la zona a la que d debían dirigirse, y tras una hora de tránsito indica por señas a sus compadres que ese es el lugar.   Los vehículos se ponen de nuevo en marcha lentamente hacia allí y apagan los motores. De pronto, ante los ojos atónitos de nuestro enviado especial, comienzan a verter el sabroso cafetito sobre el suelo, con mucho cuidado. Él se pregunta  a si mismo ¿Se tratará de despertar a los suelos de su prolongado letargo nocturno con cafeína?.  ¿Una nueva y revolucionaria manera de gestionar los suelos? Debemos reconocer que nuestro staff es escaso y el dominio del japonés no es nuestro fuerte, empero el enviado “conoce algunas palabras”. Se dirige hacia ellos y pregunta,  ¡Al margen de reprocharles que no le ofrecieran una taza de café y luego lo desparramaran sobre el suelo!, ¿que pretenden? ¿Cuál es el secreto de su experimento?. Responde afablemente uno de los nipones que había estado en España años atrás aprendiendo flamenco en Andalucía: “No cleo que le gustala ete café, no sienta muy bien: ¡malo, malo a uted!. Eta elaborado de resiluos de la biomassa”. El corresponsal que digámoslo ya, se llama Pepe, entre aliviado por no tener que sufrir más rebuscando en su precario vocabulario de la lengua del “país del sol naciente”, desconcertado por el “exquisito español” del asiático, y más aún por lo que se encontraba viendo insiste:  ¿Y que consiguen regando el suelo con ese líquido (ya gesticulando su rostro con un cierto asco)?. “Fácil, fácil, fácil, Así los suelos se humecen meol, absuelven mucha agua, mucha y nutritentrros, pol lo que  la cosecha mejollala; bonio ¿ehhh?, y solo mun eulo”. A su regreso nos narró entre  excitado y obnubilado su experiencia con un español bastante deplorable tras tanta charla en nipoñol….

Pero expliquémosla ahora porque esta iniciativa nipona tiene mucha enjundia. ¿Saben ustedes lo que es la biomasa torrefactada?. Se trata del producto obtenido  mediante el procesamiento de la materia orgánica de los residuos de cosechas, lodos residuales etc., que se utilizan para obtener energía al entrar en combustión. ¿Si pinchan en ese enlace, y leen atentamente, observarán que se trata de un procedimiento que produce unos materiales que luego troceados se utilizan para los fines aludidos. Son enormemente ricos en carbono requemado y repelentes al agua, por lo que se pueden almacenar al aire libre. ¿Pero cómo pueden mejorar la fertilidad del suelo y más aún incrementar su capacidad de retención de humedad y desprender nutrientes, o al menos incrementar su disponibilidad para las plantas de los ya existentes en el medio edáfico natural?. Tras escuchar atentamente tal cantidad de sandeces y deliberar si debíamos darle una oportunidad al reportero o despedirle del trabajo por payaso,  decidí previamente reunir a nuestro sanedrín de expertos, invitando de paso al afamado Profesor de Investigación Gonzalo Almendros, compañero desde hace 35 años  y prestigioso bioquímico del suelo, por lo que le apelamos cariñosamente Dr. Humus (entramos como becarios pre-doctorales simultáneamente en el CSIC y publicamos varios artículos conjuntamente en aquellos años de ¿eterna? Juventud). Pues bien, ni el propio Dr. Humus logró sacarnos de dudas, ya que también se quedó torrefactactado, es decir estupefacto.

 Veamos, como existe una gran confusión en la bibliografía entre lo que se denomina biochar, biocarbones y carbones (charcoal en la lengua del otro Imperio menguante, es decir el del Tio Sam). Ya hemos hablado “las mil y una noches” acerca del biochar, cuyos post los encontraréis tanto en nuestra categoría “fertilidad de suelos y nutrición vegetal”, así como en el que denominamos “etnoedafología y conocimiento campesino”. Allá podréis encontrar valiosa información.

También éramos conocedores de la producción de esas pellets de biomasa torrefactada, aunque ignorábamos el término. En principio, conforme a la literatura, el biochar se produce mediante una combustión en un ambiente bajo en oxígeno, mientras que la torrefacción en su total ausencia. ¡Eso creemos!, ya que en la nota de prensa, procedente de USA, en la que los nipones explican su tan inexplicable como apabullante hallazgo, haciendo uso simultáneamente de los vocablos torrefacción, biocarbón y biochar. El Dr. Humus también anda desconcertado a pesar de su gran talento, capacidad de trabajo y memoria descomunal. Y si eso ocurre mal asunto, ya que la confusión se encuentra en la literatura y notas de prensa, aun reconociendo nuestra ignorancia. Dividiremos pues nuestro farragoso análisis acerca de lo que dicen haber descubierto los investigadores descafeinados del sol naciente, antes de tomarse un té, pero también sobre el lugar elegido para el ensayo de campo, ya que los Aridisoles (suelos que se forman en ambientes áridos y desérticos) de Bostwana, y más aun con un carbón torrefacto de Jatropha curcas, que dicho sea de paso atesora algunas propiedades medicinales (¿será por eso?; ¿sanará los suelos?).

 El artículo original clarifica “algo” la diferencia entre el torrefactado y el proceso del biochar, empero toda la literatura existente resulta tan ambigua como para dudar si se acuñó el vocablo torrefacto a la hora de denominar tal enmienda con el fin exclusivo de causar la confusión en las filas del enemigo: colegas y lectores. Si el torrefactado y el corte en pellets dan lugar a productos hidrofóbicos, es decir repelentes al agua, al menos en primera instancia, resulta extraño que tras añadir la enmienda el medio edáfico este último retenga más agua. Obviamente la cantidad añadida 5% es bastante considerable y al mezclarse con los materiales del suelo puede alterar su estructura y quizás favorablemente, si bien por definición lo añadido no debería ser fácilmente descompuesto, por cuanto las mayor parte de las reacciones biogeoquímicas que acaecen en el medio edáfico demandan un medio acuoso. Pero ¡a saber!. Reiteremos que el ambiente es árido y tórrido, por lo que no es extraña la presencia de los Aridisoles. Sin embargo, la mayor parte de los tipos de suelos incluidos este orden de la USDA ST, poseen excesos de sales y nutrientes, ya que la escasa lluvia y la elevada evaporación no permiten lavarlos en profundidad, por lo que se acumulan así en su superficie. Sin embargo, leyendo el artículo original que no nos informa del tipo exacto de Aridisol, se nos informa de suelos oligotrofos, es decir pobres en nutrientes, los cuales no resulta ser lo más representativo de esta clase de suelos, dicho sea de paso.  En cualquier caso una lectura rápida del paper no informa de si el terreno se encuentre regado, lo cual resulta intrigante, ya que si apenas llueve, incrementar un 5% el contenido de humedad no serviría de mucho “la mayoría de los años”.  Más aun, la enmienda con los reiduos procesados de Jatropha curcas, debiera significar que en el territorio, al menos deben existir predios bajo riego para su producción y medios tecnológicos idóneos en su torrefacto procesamiento. Miren en Wikipedia la descripción del lugar (Bostwana, Gaborone), y detectarán que precisamente no se trata de un enclave excesivamente representativo, ya que parece encontrarse cerca de una gran ciudad, con pantanos, etc.

 Si partimos de un suelo yermo, y pobre en nutrientes, resulta fácil elevar “algo” su producción al añadir “algo” que no tenga propiedades perniciosas. Empero un incremento de agua del 5% y un ligero aumento de la disponibilidad de nutrientes no puede calificarse de experimento exitoso, ya que las producciones apenas mejorarían, sin un suplemento de agua adicional. Más aún, si la  Jatropha curcas, debe cosecharse en la zona ¿Cómo crece?: ¿en secano o regadío? Si lo hace sin agua suplementaria, ¿no daría lugar a escasas producciones?. Y una enmienda del 5% parece demasiada cantidad para tan escaso rendimiento. ¿Es rentable? Digamos, ya que resulta ser un detalle nada baladí, que el experimento fuera testado frente a parcelas control, que no recibían ningún tipo de enmienda, por lo que, añadir las pelles torrefactadas podría resultar en una fertilización más onerosa que otras muchas prácticas agrarias. El artículo tampoco dice nada al respecto.

 Resumiendo, se publica casi cualquier cosa, con independencia de su calidad, acerca de las bondades de quemar la biomasa y añadirla al suelo: biochar, biocarbones torrefactados, pasteurizados, vitaminados, liofilizados, ¿¿??.

Sin embargo, casi todas las culturas aborígenes neolíticas de los distintos continentes y ambientes (desde el gélido Nepal en la alta montaña, hasta los desiertos y bosques tropicales, a nivel del mar), convergieron en estas prácticas con muy buenos resultados al objeto de alcanzar prácticas agrarias sustentables. Actualmente parece que volvemos a redescubrir la pólvora, pero sin alcanzar el mismo éxito que nuestros ancestros. Materia de reflexión.

 Juan José Ibáñez

Improving poor soil with burned up biomass; by Staff Writers
Tokyo, Japan (SPX) Jun 21, 2016

Researchers at the RIKEN Center for Sustainable Resource Science in Japan have shown that torrefied biomass can improve the quality of poor soil found in arid regions. Published in Scientific Reports, the study showed that adding torrefied biomass to poor soil from Botswana increased water retention in the soil as well as – the amount of plant growth.

When high temperatures and the absence of oxygen are used to bring about the decomposition of biomass residue from agricultural products such as grains, the result is a charcoal-rich substance called biochar. Torrefied biomass – sometimes called bio-coal – is a type of biochar made at relatively lower temperatures that has recently received attention as a pretreatment method for biomass utilization.

In order to characterize the biological properties of soil treated with biochar, the team incorporated torrefied plant residual biomass from the biodiesel crop Jatropha curcas into aridisol, a type of soil found in arid regions such as Botswana, and compared several soil properties with samples that had not been treated.

Explained team leader Jun Kikuchi, “Jatropha is a potential biomass resource for dryland African landscapes, but the poor climate and soil conditions have limited its production. Our study shows that treating the poor soil with torrefied biomass improves a variety of factors that ultimately lead to greater plant growth.”

An important quality of good soil is its ability to retain water. Tests showed that water retention increased with the percentage of torrefied biomass, with 5% biomass yielding a soil that contained about 5% more water than the control soil. A good soil also remains structurally sound deeper in the ground where pressure from above is higher. Soil treated with 5% torrefied biomass showed significantly higher levels of compression stress than the control soil, and significantly shorter relaxation time – the time needed for it to relax back into its normal shape after being compressed.

After finding that the torrefied biomass retained more water, the team tested the chemical properties of the soils. They found that levels of potassium, phosphorous, and sulfur were higher in the soil treated with torrefied biomass, as was the availability of potassium, sodium, and phosphorous – three elements regularly take up from the soil by plants.

When they tested how well plants grew in the different soils, they found that plants grown in the torrefied biomass had thicker stems, much longer roots, and were heavier that those grown in the untreated soil. The plants grown in torrefied biomass also took up more potassium than controls and less manganese, an element known to inhibit plant growth.

Other important features of soil are its metabolic and microbial components. Some compounds produced by the degradation and break down of cellulose are known to promote plant growth. The researchers found that levels of these organic acids, such as lactate and acetate, were higher in the treated soil, again supporting the idea that torrefied biomass can enhance soil fertilization.

The treated soil also showed higher levels of Devosia sp.,and Opitutus sp., bacteria that use lactate as a carbon source. This indicated that the soil metabolites available in the treated soil allowed for a different microbial environment that presumably acted to enhance plant growth.

Our next step,” says Kikuchi, “is to elucidate the complicated reactions between symbiotic microbiota and plants for effective growth in nutrient-poor environments.”

Research paper: Reference: Ogura T, Date Y, Masukujane M, Coetzee T, Akashi K, Kikuchi J (2016) Improvement of physical, chemical, and biological properties of aridisol from Botswana by the incorporation of torrefied biomass. Scientific Reports. doi: 10.1038/srep28011

¿Qué Es Torrefacción De La Biomasa?

Si has escuchado el término “torrefacción de la biomasa,” entonces puede que sepa que este proceso puede estar relacionado incluso en el tostado, como la compañía La Colombe Torrefaction, que utiliza esta tecnología para conseguir la energía en el tostado de sus granos.

Torrefacción de la biomasa técnicamente se refiere a un proceso de tostado en el que se calienta la biomasa, o piroliza, en un ambiente libre de oxígeno. El proceso aumenta la densidad de energía de la biomasa mediante la eliminación de los compuestos volátiles y rompe las moléculas complejas en otras más simples, en las que se utiliza con más facilidad la energía de carbono.

La torrefacción es el nuevo chico en el bloque de energía. Han sido sólo cinco años desde que los científicos propusieron por primera vez que el tostado de biocombustibles, como los granos de café, podría aumentar el rendimiento energético. Pero ahora la torrefacción está a punto de estallar en la escena de las energías renovables.

Con la torrefacción se presentan beneficios significativos en relación con el uso de la biomasa que no ha sido asada a fuego lento. Los pellets extremadamente secos reducen los costos (y huella ambiental) de transporte de los combustibles de biomasa. La mayor densidad de energía hace posible la co-alimentación con biomasa en las plantas diseñadas para el contenido energético más elevado del carbón. Y quizás lo más importante, el proceso hace que la biomasa sea resistente al agua, lo que significa que los operadores de plantas de energía pueden almacenar el material en el exterior sin arruinar la materia prima o apestar el vecindario.

Proceso de la torrefacción

La torrefacción es un tratamiento termoquímico de la biomasa de 200 a 320 ° C. Se lleva a cabo bajo presión atmosférica y en ausencia de oxígeno. Durante el proceso de torrefacción, el agua contenida en la biomasa, así como superfluos volátiles son liberados, y los biopolímeros se descomponen parcialmente, emitiendo diversos tipos de compuestos volátiles. El producto final es un material sólido, seco y ennegrecido, que se conoce comobiomasa torrefactada” o “bio-carbón”.

Durante el proceso, la biomasa normalmente pierde 20% de su masa y 10% de su valor de calentamiento, sin cambio apreciable en el volumen. Después de que se torrefactada la biomasa puede ser densificada, por lo general en briquetas o pellets utilizando equipos de densificación convencional, para aumentar su densidad de masa y energía y para mejorar sus propiedades hidrofóbicas. El producto final puede repeler el agua y por lo tanto puede ser almacenado en aire húmedo o la lluvia, sin cambio apreciable en el contenido de humedad o el valor de calentamiento, a diferencia de la biomasa original de la que está hecha.

La biomasa puede ser a veces una fuente de energía importante. Sin embargo, la naturaleza ofrece una gran diversidad de biomasa con diferentes características. Con el fin de crear cadenas de alta eficiencia de conversión de biomasa en energía, la torrefacción de biomasa en combinación con la densificación (peletización o la fabricación de briquetas) es un paso prometedor para superar la economía en la logística de soluciones de energía sostenible a gran escala, es decir, que sea más fácil de transportar y almacenar. Los pellets o briquetas son más ligeros, más secos y estables en almacenamiento en comparación con la biomasa del que están hechos.

Referencia: Treehugger

Resumen del Artículo Original.

Improvement of physical, chemical, and biological properties of aridisol from Botswana by the incorporation of torrefied biomass. Tatsuki Ogura et al. 2016; Scientific Reports 6, Article number: 28011 (2016) doi:10.1038/srep28011

Abstract

Effective use of agricultural residual biomass may be beneficial for both local and global ecosystems. Recently, biochar has received attention as a soil enhancer, and its effects on plant growth and soil microbiota have been investigated. However, there is little information on how the physical, chemical, and biological properties of soil amended with biochar are affected. In this study, we evaluated the effects of the incorporation of torrefied plant biomass on physical and structural properties, elemental profiles, initial plant growth, and metabolic and microbial dynamics in aridisol from Botswana. Hemicellulose in the biomass was degraded while cellulose and lignin were not, owing to the relatively low-temperature treatment in the torrefaction preparation. Water retentivity and mineral availability for plants were improved in soils with torrefied biomass. Furthermore, fertilization with 3% and 5% of torrefied biomass enhanced initial plant growth and elemental uptake. Although the metabolic and microbial dynamics of the control soil were dominantly associated with a C1 metabolism, those of the 3% and 5% torrefied biomass soils were dominantly associated with an organic acid metabolism. Torrefied biomass was shown to be an effective soil amendment by enhancing water retentivity, structural stability, and plant growth and controlling soil metabolites and microbiota.

Traducción no supervisada de google de un fragmento del trabajo original

En los paisajes de las tierras secas de África, la mejora de suelos pobres en nutrientes es importante para aumentar la productividad agrícola, sobre todo porque se espera un crecimiento significativo de la población en esta región durante los próximos 100 años. En la República de Botswana, en el sur de África, Jatropha curcas L. ha recibido atención como un recurso de la biomasa, aunque ha exhibido un crecimiento satisfactorio debido al clima árido, daño por frío, y las condiciones del suelo (oligotróficas Aridisoles). Por lo tanto, se espera que los métodos de modificación del suelo para promover su producción agrícola en tierras no agrícolas.

En los ecosistemas de zonas secas, tales como paisajes africanos áridas, termitas, que construyen termiteros, desempeñar un papel clave en la mejora del suelo. Sus efectos pueden lograrse artificialmente mediante la enmienda del suelo usando potenciadores del suelo de carbón similar. Carbón vegetal tiene una estructura porosa y alberga los microbios del suelo que juegan un papel en el enriquecimiento del suelo.

El carbón activado se ha informado a aumentar los nutrientes, reducir la lixiviación de nutrientes, mejorar la absorción de nutrientes, y aumentar la producción de cultivos. Recientemente, el biochar, que se hace de los residuos de biomasa después de la cosecha, se ha estudiado para su uso para modificar suelos en varios países africanos


El Fuego y su Ineludible Importancia en los Ecosistemas (Incendios Forestales)

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El Fuego en el MIndo; Fuente: Managing the human component of fire regimes: lessons from Africa By Sally Archibald; http://rstb.royalsocietypublishing.org/content/371/1696/20150346

 Hoy es un lunes de verano cualquiera. El domingo anterior pase varias horas buscando una tabla que había utilizado en alguna conferencia, hace más de 20 años, con vistas a demostrar a los asistentes que los incendios son recurrentes en todos los biomas del mundo desde hace cientos de millones de años, si bien las cifras que buscaba tan solo daban cuenta de los periodos de retorno en ecosistemas representativos de los mentados biomas (tundra, taiga, bosques templados, mediterráneos, subtropicales, tropicales, etc.). Lamentablemente no la encontré, ya que era antigua y no debí digitalizar la diapositiva. ¡Lo lamento!, no obstante los contenidos que os ofrecemos hoy dan cuenta de todo ello.

La diferencia entre unos ecosistemas y otros no estriba en que unos sean eventualmente pasto de las llamas y otros no, sino en los respectivos periodos medios de recurrencia o retorno. Así, en los bosques boreales, o en los templados la frecuencia es obviamente mucho menor que en los mediterráneos. Empero cabe señalar que si la memoria no me falla,  no ningún caso superaban los cien años. En algunos ambientes, como en los bosques subtropicales secos y en los aludidos mediterráneos, los periodos de retorno no superaban más que unos pocos decenios. Por lo tanto, la existencia de grandes bosques muy longevos sería más cuestión de serendipia (acontecimientos afortunados) y/o condiciones microclimáticas muy longevas que de sus propiedades idiosincrásicas.

De hecho, el artículo que ha dado lugar a la noticia de hoy ha sido publicado en la revista Fire Ecology, con un modesto factor de impacto de 1.4. Sorprende pues que un hecho que debía ser archiconocido por los expertos, sea publicado a bombo y platillo como si fuera un descubrimiento relevante. La revista en cuestión es estadounidense, lo cual no deja de ser una paradoja. Los investigadores y técnicos forestales yanquis, han sido pioneros en el uso del fuego para el control de la biomasa de los Chaparrales americanos, parte de cuyas limpiezas eran realizados por reclusos vigilados. Obviamente, en los bosques templados de aquél país los periodos de retorno son más prolongados que en los matorrales y bosques mediterráneos de California. El objetivo de un incendio controlado resulta doble (i) mantener los ciclos naturales del fuego y (ii) evitar que una excesiva acumulación de la biomasa, excedido tal periodo de retorno, diera lugar a incendios devastadores y mucho más peligrosos que los naturales. De hecho, en el susodicho artículo se defiende que el fuego es necesario para mantener la salud de los ecosistemas forestales a largo plazo, dictamen que ya defendimos aquí hace más de diez años, ya que las evidencias ya eran palmarias en las décadas de los años 80  y 90 del siglo pasado.

Obviamente, la acción humana ha alterado los ciclos naturales del fuego en numerosos ecosistemas, generalmente incrementando su frecuencia, aunque a veces induciendo el proceso contrario, especialmente en parques naturales y espacios protegidos, que nos gustaría que no fueran pasto de las llamas, hasta que les correspondiera de promedio. En este último caso, tendemos a proteger/aislar el combustible de la mecha, por lo que a la larga el problema resulta ser más grave. El abandono de tierras, la expansión urbana hasta el límite de los bosques, la construcción de residencias y urbanizaciones rodeadas de masas arboladas, turistas sin la debida cultura, etc.,  son algunas de las razones que generan gravísimos incendios, así como la pérdida de vidas humanas e infraestructuras, que no el fuego en si mismo. Ya escribimos sobre estos temas hace varios años, como podéis constatar en esta bitácora.

 A la vista de lo expuesto, los investigadores, armados con nuevas instrumentaciones no disponles cuando se elaboró la tabla aludida, deberían ir afinando los periodos de recurrencia y actuar en consecuencia cuando llega el momento. Del mismo modo los gestores de urbanismo necesitan inexcusablemente impedir que las construcciones humanas sobrepasaran los límites a los que anteriormente nos referíamos.  Más aún, tampoco se debía dejar que ciertos propietarios o instituciones oficiales reforestaran sin elaborar planes previos acerca de la ecología del paisaje que eviten que las llamas se propaguen a lo largo y ancho de grandes extensiones. Ahora bien, el fuego ha sido compañero, que no enemigo de la naturaleza, cientos de millones de años antes de que el hombre apareciera sobre la faz del Planeta.

 Junto con la nota de prensa que ha dado lugar a este post, os mostramos el enlace a un artículo que nos informa del papel del fuego en la biosfera desde tiempos remotos, así como otros datos de interés.  Y reflexionemos, el fuego no es el problema, sino que casi como siempre los conflictos los generamos nosotros, mediante nuestras acciones e inacciones.

Juan José Ibáñez

Understanding forest fire history can help keep forests healthy
by Staff Writers; Columbia MO (SPX) Jul 07, 2016

Revista Fire Ecology (Ecología del Suelo) con un factor de Impacto 1.422

For nearly a century, forest fires have been viewed by scientists and the public as dangerous and environmentally damaging disasters. However, recent research has shown that forest fires are vital to maintaining healthy forests. While people in the western portions of the U.S. experience forest fires often and know of their value, many people on the eastern side of the U.S. do not know of their importance. In a new study, University of Missouri researchers have studied tree rings throughout Oklahoma and Tennessee to determine the history of fires in those areas.

Michael Stambaugh, assistant research professor in the MU College of Agriculture, Food and Natural Resources, says understanding this history is important for managing and improving the ecology of forests in the future.

Many forest ecosystems are fire-dependent, meaning that in order to maintain their health and vibrancy, they must be subjected to fire on a regular basis,” said Stambaugh, who is a member of the Missouri Tree-Ring Laboratory at MU. “By understanding how fire has maintained forest ecosystems in the past, we can determine the best ways to use fire to maintain those forests in the future.”

To study the history of fire in Oklahoma and Tennessee, Stambaugh examined tree rings from 332 trees in eight different sites throughout both states. Stambaugh found 843 different fire scars embedded within the tree rings and was able to determine when and how often each site experienced forest fires over the last 300 years.

He found that despite having a wetter, cooler climate, forests in Tennessee experienced higher fire frequency than Oklahoma. He also found that fires existed in those areas long before Euro-American settlement, showing that fire has been important to those forests for centuries.

The history of fire in America also is the history of humans on this continent,” Stambaugh said. “Humans have been here for more than 12,000 years and everywhere we see humans move, we see fires follow or be altered. This has been a constant for so long that forest ecology has become dependent on these fires, if they already weren’t before humans arrived.

However, many parts of the U.S., especially in the eastern half of the continent, have not experienced forest fires in more than 150 years because humans have worked hard to prevent those fires. Many of those forests are now suffering because of the lack of fire to help renew the ecology.”

In order to understand the effects of fire around the U.S., Stambaugh and his fellow MU researchers are cataloging the history of fire by studying tree rings from trees throughout the entire country.

The study, “Scale Dependence of Oak Woodland Historical Fire Intervals: Contrasting the Barrens of Tennessee and Cross Timbers of Oklahoma, USA,” was published in Fire Ecology. The study was coauthored by MU Associate Professor Richard Guyette along with Joseph Marschall and Daniel Dey of the USDA Forest Service Northern Research Station located at MU.

Interesante document de la FAO

Juli G. Pausas Incendios necesarios: El fuego en los ecosistemas terrestres: ahora y siempre. (El del CUDE, Valencia)

A Burning Story: the role of fire in the hisotry of life

Burning Story: The Role of Fire in the History of Life (Biogeosciences)

JULI G. PAUSAS AND JON E. KEELEY

Ecologists, biogeographers, and paleobotanists have long thought that climate and soils controlled the distribution of ecosystems, with the role of fire getting only limited appreciation. Here we review evidence from different disciplines demonstrating that wildfire appeared concomitant with theorigin of terrestrial plants and played an important role throughout the history of life. The importance of fire has waxed and waned in association with changes in climate and paleoatmospheric conditions. Well before the emergence of humans on Earth, fire played a key role in the origins of plant adaptations as well as in the distribution of ecosystems. Humans initiated a new stage in ecosystem fire, using it to make the Earth more suited to their lifestyle. However, as human populations have expanded their use of fire, their actions have come to dominate some ecosystems and change natural processes in ways that threaten the sustainability of some landscapes.

Keywords: fire regime, fire history, fire ecology, plant evolution, human evolution

Tradicionalmente los incendios forestales se han visto como un proceso de destrucción de nuestros ecosistemas, como un desastre ecológico. Una visión negativa de los incendios que se aprecia tanto en personas de la calle como en muchos profesionales del medio ambiente. La idea básica de esta posición se fundamenta en que los incendios son causados por los humanos y, por tanto, en condiciones «naturales» (sin humanos) no deberían producirse. También se basa en las observaciones del ecosistema justo después del paso del fuego («el desastre»), sin tener una visión dinámica y a medio o largo plazo. Sin embargo, cada vez tenemos más evidencias de que los incendios de la vegetación son procesos naturales que han ocurrido en la naturaleza desde hace millones de años, probablemente desde que aparecieron las plantas terrestres. Durante la historia de la vida los fuegos han contribuido a modelar la naturaleza, las características de las plantas, la estructura de las comunidades, la distribución de los biomas y la diversidad de las flores.

Ciertamente, la aparición de los humanos ha generado cambios en los regímenes de incendios en muchos ecosistemas, tanto incrementando la frecuencia (con incendios provocados) o intensidad, como disminuyéndola (con la extinción de incendios producidos por causas naturales). Estas desviaciones con respecto a los regímenes de fuego históricos pueden tener consecuencias negativas para la biodiversidad. Sin embargo, como veremos a lo largo del artículo, este hecho no quiere decir, ni mucho menos, que los incendios no sean un proceso natural en nuestros ecosistemas o que sean negativos para la biodiversidad.

Un pasado que quema

Para que haya fuego hacen falta tres componentes: ignición, oxígeno y combustible. En nuestro planeta siempre ha habido fuentes de ignición (rayos, volcanes, etc.). El combustible apareció en el Silúrico (hace 450 millones de años) con la colonización de la vida terrestre por las plantas, que son también la fuente de oxígeno de la biosfera. Se han encontrado carbones fósiles que indican la existencia de incendios desde los inicios de las plantas terrestres, y existe una gran acumulación de carbones fósiles durante el Carbonífero (hace 359 millones años). De hecho, durante esta época la concentración de oxígeno llegó a valores muy elevados (aproximadamente al 31%, comparado con el 21% actual), condición que confería inflamabilidad a la vegetación en condiciones de humedad que actualmente harían difícil que ardiese. Después, durante toda la historia de la vida, el régimen de incendios ha ido variando, tanto por cambios climáticos como por cambios en la fauna (consumidores de combustible) y, durante el último período de la historia, por cambios relacionados con la humanidad (cambios socioeconómicos, gestión de los ecosistemas, etc.). Pero de lo que no cabe duda es de que incendios ha habido siempre durante la historia evolutiva de las plantas y, por tanto, se puede esperar que muchas plantas hayan adquirido características y estrategias que les permitan vivir en zonas que se incendian frecuentemente. Es más, actualmente se piensa que la explosión y dominancia de las angiospermas durante el Cretáceo (entre 145 y 65 millones de años) fue posible gracias a los fuegos recurrentes.

El fuego se da en casi todos los ecosistemas del mundo, porque hay rayos (que a menudo caen en períodos secos) y biomasa combustible en casi todas partes. Incluso en zonas áridas, como por ejemplo en el centro de Australia, los ecosistemas no se pueden entender sin considerar los fuegos. Esta gran importancia de los fuegos en el mundo hace que los incendios sean uno de los procesos más importantes a la hora de entender los ciclos globales de CO2 y de nutrientes. La diferencia principal es que el régimen de fuegos varía entre ecosistemas. Por ejemplo, la zona donde los incendios son más frecuentes son las sabanas tropicales, donde los intervalos entre fuegos pueden ser de entre uno y cinco años. Esta elevada recurrencia no permite que se acumule mucha biomasa combustible y hace que los incendios en estos sistemas sean de intensidad baja. En cambio, en las zonas boreales, los incendios son poco frecuentes –con intervalos de decenas o cientos de años– sin embargo, cuando se dan, alcanzan mucha intensidad. En los ecosistemas mediterráneos estamos en una situación intermedia, con frecuencias de pocas decenas de años. Es cierto que los humanos han incrementado las igniciones de incendios, pero también han reducido la extensión a causa de la fragmentación del territorio (agricultura y urbanismo) y a la extinción. Al gestionar los bosques, los humanos también han modificado los tipos de incendios. Por ejemplo, la prevención y extinción de fuegos en zonas típicas de incendios de superficie ha reducido la frecuencia de incendios, pero cuando hay un incendio la intensidad es mucho más elevada debido a la mayor acumulación de combustible.

Los pastos y prados pluriespecíficos aumentan la producción de forraje mediante la mejora de las propiedades del suelo

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Ya os hemos ido relatando que durante la denominada revolución agraria del siglo pasado, las empresas mintieron tanto como para que los campesinos y ciudadanos en general comulgaran con ruedas de molino. Y así se taló el arbolado y arrancaron setos, convirtiendo agro-ecosistemas silvopastorales (pastos, prados y árboles) hermosos, productivos y ricos en especies, en aburridos y monótonos espacios carentes de belleza y biodiversidad, eso si fácilmente mecanizables.  Se nos convenció de que serían mucho más productivos y rentables. Si se les tocaban los genes, mejor que mejor. Y en aras del progreso muchos gobiernos se lanzaron a destrozar nuestro entorno. ¡Todo mentirá!

 R. Howard Skinner, investigador de la USDA, ha llevado a cabo un sencillo experimento durante 10 años desmontando tanta falacia. Todo ello me recuerda a una experiencia muy sencilla y un tanto pedestre que llevé a cabo personalmente hace pocos años y que os narraba en este post: Los Huertos y Jardines Domésticos: la preservación de la biodiversidad y el cuidado del suelo. Los resultados son exactamente los mismos.

 A falta de más verificaciones, lo que Skinner detecta es que la composición pluriespecífica del pasto secuestra más carbono, mientras que los compuestos de descomposición de tal materia orgánica en el suelo mejoran la estructura del medio edáfico que, como corolario, retiene más agua y nutrientes, incluso cuando alguna de las especies pratenses seleccionadas se pierde por el camino. He traducido por completo la nota de prensa original que abajo os proporciono, por lo que no abundaré más. La diversidad nos proporciona, resiliencia ecosistémica, sostenibilidad, mayor productividad de biomasa, y si es bien conducida, mejores beneficios para los ganaderos.   Todo era una pura patraña, algo que no debe extrañarnos de la agroindustria, tan embustera como la farmaindustria.

 Os dejo con la noticia original y la versión traducida al español-castellano. Y ya sabe, ¡ponga muchas especies en su vida!

 Juan José Ibáñez

 More for less in pastures
by Staff Writers;  Washington DC (SPX) Jul 22, 2016

Getting more for less is an attractive concept. But it isn’t that easy when it comes to producing more food on less land with fewer resources.

R. Howard Skinner has been researching this idea of more for less in agriculture. Skinner is a physiological plant ecologist and member of the USDA-ARS-Pasture Systems and Watershed Management Research Unit. He’s been looking into how to increase the amount of forage (grasses and plants that animals eat) pastures can grow. If a piece of land can produce more forage, it can feed more cows. More cows mean more beef and milk.

R. Howard Skinner ha estado investigando esta idea de más por menos en la agricultura. Skinner es un ecólogo fisiológico y miembro de la ARS-USDA-Fistemas pastorales y Gestión de cuencas. Él ha estado estudiando la forma de aumentar la cantidad de forraje (pastos y plantas que comen los animales) pueden crecer en los pastos. Si un pedazo de tierra puede producir más forraje, se puede alimentar a más vacas. Más vacas significan más carne y leche.

Previous studies suggest incorporating multiple types of plants in pastures is an effective way to increase the amount of forage. However, these studies varied in length. It hasn’t been possible to say for sure what long-term effect using multiple types of plants has on forage production. To learn more, Skinner spent nine years tracking the progress of multispecies pastures.

Estudios previos sugieren que la incorporación de múltiples tipos de plantas en los pastos es una manera eficaz de aumentar la cantidad de forraje. Sin embargo, estos estudios variaban en longitud. No ha sido posible predecir con seguridad el efecto a largo plazo de las repercusiones del uso de varios tipos de plantas en la producción foorajera. Para obtener más información, Skinner pasó nueve años de seguimiento del progreso de especies múltiples pastos.

Skinner and his team at Pennsylvania State University Hawbecker Farm planted eight experimental paddocks. They planted four paddocks with orchard grass and white clover. Another four paddocks had a combination of chicory, orchardgrass, tall fescue, white clover, and alfalfa. When the plants reached a certain height, cows grazed in the paddocks.

(….) plantó ocho cercados experimentales. Se plantaron cuatro parcelas con pasto ovillo y trébol blanco. Otras cuatro tenían una combinación de achicoria, pasto ovillo, festuca, trébol blanco, y la alfalfa. Cuando las plantas alcanzaron una cierta altura, las vacas pastan en los prados.

The researchers collected samples of the forage before and after the cows grazed. This helped them estimate the amount of forage produced and determine what types of plants were present in the paddocks. Additionally, researchers collected soil samples to check on the plant roots and determine how much carbon was being stored in the soil.

Skinner tracked changes in the amounts of each plant species over the course of the nine years.

Los investigadores recogieron muestras del forraje antes y después de las vacas pastaran. Esto ayudó a calcular la cantidad de forraje producido y determinar qué tipos de plantas estaban presentes en los cercados. Además, los investigadores recolectaron muestras de suelo para comprobar el estado de las raíces de las plantas y determinar la cantidad de carbono que se estaba almacenado en el suelo.

 

Skinner controló los cambios en las cantidades de cada especie de planta a lo largo de los nueve años.

“We expected some of the species from the more complex mixture to disappear over time,” he explains. What he didn’t expect was the continued superior performance of the five-species mixture even after some of the species disappeared.

Esperábamos algunas de las especies de la mezcla más compleja desaparecieran  con el tiempo “, explica. Lo que no esperaba era la persistencia de un rendimiento superior de la mezcla de cinco especies, incluso después de algunas de ellas desaparecieran.

Initially I would have thought the loss of species from the more complex mixture was a negative, but this research suggests that by improving soil conditions, specifically soil organic matter, the initial inclusion of multiple species had a long-lasting positive effect even after species differences had disappeared.”

Al principio yo habría pensado que la pérdida de especies de la mezcla más compleja se tradujera en un efecto negativo, pero esta investigación sugiere que al mejorar las condiciones del suelo, específicamente la materia orgánica del suelo, la inclusión inicial de múltiples especies tiene un efecto positivo de larga duración, incluso después de las especies diferencias habían desaparecido “.

The five-species mixture produced, on average over the nine years, 31% more forage than the two-species mixture. This could be because the five-species mixtures were also storing more carbon in the soil than the two-species mixtures.

La mezcla de cinco especies produce, en promedio a lo largo de los  nueve años, un 31% más forraje que la mezcla de dos especies. Esto podría deberse a que las mezclas de cinco especies también se almacenan más carbono en el suelo que las mezclas de dos especies.

These results are encouraging, and reach beyond mere number of forage plants. Increased forage production means more beef and milk. And increased amounts of carbon stored in the soil also means the soil can hold more water.

Estos resultados son alentadores, y llegan más allá del mero conteo del número de plantas forrajeras. El aumento de la producción de forraje significa más carne y leche. Y una mayor cantidad de carbono almacenado en el suelo también significa que el suelo puede retener más agua.

The greatest challenge from climate change in the northeast probably has more to do with water availability (both too much and too little) than heat,” says Skinner. Incorporating multiple species into pastures may be able to help protect against runoff after heavy storms and against droughts during dry years.

El mayor desafío del cambio climático en el noreste de USA tenga sus principales efectos en la disponibilidad de agua (a la vez demasiada y escasa) que el aumento de la temperatura”, dice Skinner. La incorporación de múltiples especies en pastizales puede ser capaz de ayudar a proteger contra la perdida de agua por escorrentía después de fuertes tormentas y contra las sequías durante los años secos.

Overall, this nine-year study supports previous findings that multispecies pastures can produce more forage, but there are still many more decade-long studies that need to be done. In the meantime, Skinner recommends researchers and land managers “select a few species with specific goals in mind,” but understand that many factors, including how the land was previously managed, will have a bearing on results.

En general, este estudio de nueve años es compatible con los hallazgos previos de que los pastos de varias especies pueden producir más forraje, pero todavía hay muchos más estudios de más una década que necesitan ser llevarse a cabo. Mientras tanto, Skinner recomienda investigadores y administradores de tierras “que seleccionen algunas especies con objetivos específicos en mente,” pero entiendo en cuenta diversos factores, incluyendo cómo la tierra era manejado antes, tendrán una influencia en los resultados.

Los Múltiples Orígenes de la Agricultura (y los descarriados debates de los científicos)

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La noticia que os ofrecemos hoy lleva por título: La agricultura se inventó muchas veces. Los autores se quedan tan tranquilos tras redescubrir por enésima vez que sus cerebros no dan más de sí, así como también mostrando su soberana ignorancia de la geografía de este planeta. Si la revista Science, lanza tal asombrosa noticia, pronto tendré que acudir a leer comics, por cuanto seguramente ofrezcan contenidos de mayor sustancia. También podría alegar pretenciosamente que los editores de esta afamada revista debieran leer nuestra bitácora, más que nada para aprender un poco, ya que distinguir lo que resulta ser una noticia genuinamente novedosa de otras que no dejan de ser viejo vino en nuevas botellas, parece estar lejos de su alcance. O son poco ilustrados o dedican su tiempo a otros menesteres que desconozco. En otras ramas de las ciencias ambientales y agrarias algunos colegas se lamentan, y con razón, de que la literatura científica padece un insoportable sesgo euroasiático, relegando el resto de los continentes al limbo de los justos. No entraré a desgranar en detalles la noticia mentada que os ofrezco abajo, por cuanto resulta totalmente innecesario. Sí que cabe señalar, como es archiconocido, desde hace décadas, cuando se postuló que la agricultura surgió en el creciente fértil, parece ser que a muchos investigadores se les grabó tal conjetura en sus nemes pero también en sus genes. Empero, las evidencias en contra de tal aserto son tantas y tan variadas, que cabe reflexionar si somos tontos, o por el contrario somos tontos de solemnidad, ya que de no ser así habría calificarnos de  tontos de remate, incultos. ¿Cómo se inició la agricultura en otras partes del mundo que no habían entrado en contacto con los pueblos que abajo se indican?. ¿Cómo es posible que en Latinoamérica se desarrollaran prácticas de manejo agrario tan sofisticadas que dudo que los autores de este estudio conozcan? ¿Cómo puede justificarse tanta incultura? Francamente no tengo palabras. Reitero que en esta bitácora hemos mostrado numerosas evidencias como para que nadie dude que la agricultura se originó, más o menos sincrónica o asincrónicamente, en diversos continentes del mundo, y presuntamente varias veces en cada uno de ellos

 En el paleolítico éramos cazadores/pescadores y recolectores de frutos y vegetales. Por pura necesidad nuestros ancestros escogían las plantas de su interés, por lo que sabían dónde encontrarlas. Tal hecho da cuenta que reconocían perfectamente los hábitats en donde habitaban. Tal vez (entre otras posibilidades), tras ingerirlas, algunas de sus semillas medraron, ellos se dieron cuenta, comenzando un proceso que, por ensayo y error inició todo el camino(s) del nacimiento de la agricultura. Si identificaban correctamente las semillas y conocían los hábitats (incluidos la clase de suelo genérica en donde crecían) de debieron tardar muchas generaciones en conseguir su cultivo, luego su mejora, etc. En nuestro post Los Inicios de la Protoagricultura: O Como el Pueblo Kawésqar Descubrió Accidentalmente las “Papas” (Antrosoles Paleolíticos)  os narramos que uno de los mayores expertos del mundo en la materia nos explicó “in situ” (allí mismo) que un pueblo con cultura paleolítica en pleno siglo XX se encontraba cambiando sus modos de vida al descubrir … (mejor leer el post).  En nuestras entregas (i) Homo Sapiens: El Sistema Suelo-Planta, Diversidad Natutal y Evolución Cultural; y (ii) El Nacimiento de las Civilizaciones y El Sistema Suelo-Planta-Agua: El Caso de las Culturas Mesoamericanas, podréis entender que, seguramente, la mente humana, en su infatigable búsqueda por lograr unas mejores condiciones de vida y avanzar en su progreso social, topó una y otra vez con que el cultivo aliviaba parte de sus necesidades. Un mero mecanismo de convergencia en la búsqueda de soluciones eficientes a nuestras necesidades más perentorias, como ocurre en la propia evolución biológica. Pero al perecer, desde Eurasia no hay forma de que los científicos desvíen su vista hacia el continente americano. Y hablo de las Américas, aunque posiblemente podría alegar lo mismo de otras regiones del globo que omito voluntariamente por conocer en menor medida sus respectivas historias.  Y para más inri, una vez más, a falta de creatividad, mejor maquillar la nota de prensa con ocurrencias sin sentido, con la intención de impactar al lector. Veamos la siguiente frase extraída de la noticia que podéis leer más abajo: “. Podemos referirnos a un origen federal de la agricultura”, dice Mark Thomas “. Por lo tanto, primero fueron los nacionalismos, luego el federalismo de las naciones y finalmente, como fruto de tanta geopolítica (…) la agricultura. ¡Sin palabras!. No seguiré  disparando. Os dejo con dos fragmentos de otros tantos post (aunque hemos redactado muchos más) editados hace años, para dejar constancia que estas revistas de la mayor excelencia se comportan actualmente usando el ¿mejor? estilo de la denominada prensa rosa o del corazón.   Luego ya leéis la noticia original cargada de tecnicismos e instrumentaciones que, al fin y al cabo, tan solo aportan detalles de lo acaecido en un espacio geográfico concreto, como si los confines de la Tierra no incluyeran otros.

Origen y Expansión de la Agricultura en Eurasia: Las Lenguas Indoeuropeas

La(s) revoluciones neolíticas ocasionaron un enorme impacto sobre la edafosfera planetaria. Hoy por hoy, no existen evidencias de un origen común, sino que todo parece apuntar a  que se crearon independientemente en diferentes lugares del globo. ¿Sincrónica o asincrónicamente?. Resulta lógico inclinarse hacia la segunda hipótesis, pero (….). En cualquier caso, plantearse que pueblo resultó ser el “firts one” se me antoja más una materia que principalmente interesa a aquellos con mentes ofuscadas por los chauvinismos nacionalistas o territoriales.

El Origen de la Agricultura, Impactos Cometarios, Extinción de la Cultura Clovis y Progreso de la Natufiense

…. “Y como hay que hacer de la necesidad virtud, el ser humano no tuvo más remedio que comenzar a desarrollar la agricultura. Es posible pero (…) día a día, se acumulan evidencias que dan lugar a conjeturar que las prácticas agrarias pudieron desarrollarse independientemente en diversas partes del globo, aunque fuera asincrónicamente, desmontando también en parte la última conclusión de los “expertos de marras”… .

Juan José Ibáñez

La agricultura se inventó muchas veces

El estudio del ADN antiguo, la paleontología de las moléculas, ha permitido descubrir la complejidad en historias de nuestro pasado que creíamos sencillas o que dábamos por supuestas, revelando, por ejemplo, que la evolución humana es en realidad un intrincado puzle de relaciones entre especies que nos ha llevado hasta lo que somos ahora. Y este método no deja de dar sorpresas. La última tiene que ver con el nacimiento de la agricultura.


FUENTE | ABC Periódico Electrónico; 15/07/2016

 Hasta el momento, se creía que hace unos 10.000 años un único grupo de personas decidió asentarse para cultivar y domesticar animales en vez de llevar una vida nómada y limitarse a recoger frutos y cazar en el Creciente Fértil de Oriente Medio, que abarca los modernos Israel, Palestina y el Líbano hasta Siria y el este de Turquía, el norte de Irak y el noroeste de Irán. Pero la secuencia genética de cuatro esqueletos de pastores de cabras del Neolítico de la región de Zagros, en Irán, lugar de algunas de las más antiguas pruebas de agricultura hasta la fecha, ha revelado que los primeros individuos que vieron la utilidad de plantar semillas no eran un grupo homogéneo, sino muchos y genéticamente distintos, dispersos por toda la región.

Había sido ampliamente asumido que los primeros agricultores pertenecían a una sola población, genéticamente homogénea. Sin embargo, hemos encontrado que había profundas diferencias genéticas entre ellos, lo que indica ascendencias muy distintas”, explica Garrett Hellenthal, del University College de Londres y uno de los autores del artículo publicado en la revista Science. El ADN de los campesinos de Zagros resultó ser muy diferente de los genomas de los primeros agricultores del Egeo y Europa, pero el equipo sí identificó similitudes entre el ‘código de barras’ del agricultor neolítico y el de individuos modernos del sur de Asia, incluyendo de Afganistán, Pakistán e Irán, especialmente los zoroastrianos iraníes, practicantes de una antigua religión.

DISTINTO ASPECTO E IDIOMAS

“Encontrar que esta región estaba ocupada por poblaciones agrícolas altamente distintas genéticamente fue una sorpresa. Estimamos que se separaron hace de 46.000 a 77.000 años, por lo que es casi seguro que tenían un aspecto diferente y hablaban distintos idiomas. Podemos referirnos a un origen federal de la agricultura“, dice Mark Thomas, coautor de la investigación.

El paso de la caza y la recolección a la agricultura sedentaria, una de las transiciones de comportamiento más importantes desde que los seres humanos evolucionaran por primera vez en África hace unos 200.000 años, llevó a cambios profundos en la sociedad, incluidas mayores densidades de población, nuevas enfermedades, desigualdad social, vida urbana, y en última instancia, el crecimiento de las antiguas civilizaciones. “Tal fue el impacto de la agricultura en nuestra especie que los arqueólogos han debatido durante más de 100 años cómo se originó y cómo se extendió a las regiones vecinas, como Europa, norte de África y sur de Asia“, apunta el profesor Stephen Shennan, del Instituto de Arqueología del University College.

¿La agricultura fue inventada más de una vez o un grupo la creó y los demás lo imitaron? Este punto es objeto de debate, pero los investigadores creen que las diferentes poblaciones en diferentes partes del Creciente Fértil fueron llegando a soluciones similares en la búsqueda de una forma exitosa de vida en las nuevas condiciones creadas por el final de la última Edad de Hielo.

Observando cómo personas modernas y antiguas comparten largas secciones de ADN, el equipo demostró que las poblaciones agrícolas tempranas estaban genéticamente muy estructuradas, y algunas de esas estructuras se conservaron en la medida en que la agricultura y los agricultores se extendieron a las regiones vecinas, como Europa y el sur de Asia.

Los primeros agricultores de toda Europa, y algunos europeos de hoy en día, pueden rastrear su ADN hasta los primeros agricultores del mar Egeo, mientras que las personas que viven en Afganistán, Pakistán, Irán y la India comparten considerablemente trozos más largos de ADN con los primeros agricultores en Irán. Esta herencia genética persiste, aunque, por supuesto, nuestra composición genética se ha ido reformado durante muchos milenios por otros movimientos de población y entremezclándose con varios grupos”, concluye Hellenthal.

 Noticias relacionadas

 - Los pioneros de la agricultura y la ganadería en Europa eran descendientes directos de los egeos

 Abstract del artículo original.

Early Neolithic genomes from the eastern Fertile Crescent

We sequenced Early Neolithic genomes from the Zagros region of Iran (eastern Fertile Crescent), where some of the earliest evidence for farming is found, and identify a previously uncharacterized population that is neither ancestral to the first European farmers nor has contributed significantly to the ancestry of modern Europeans. These people are estimated to have separated from Early Neolithic farmers in Anatolia some 46-77,000 years ago and show affinities to modern day Pakistani and Afghan populations, but particularly to Iranian Zoroastrians. We conclude that multiple, genetically differentiated hunter-gatherer populations adopted farming in SW-Asia, that components of pre-Neolithic population structure were preserved as farming spread into neighboring regions, and that the Zagros region was the cradle of eastward expansion.

VER TAMBIÉN NOTICIA MÁS RECIENTE AUNQUE MÁS DE LO MISMO

Tres poblaciones diferentes extendieron la agricultura hace unos 12.000 años

EL MITO DEL PASO DE BERING Y LOS CHOLOS, INDIOS Y NACOS, PREDOMINATES, UNICOS Y DIVERSOS (por Régulo León Arteta)

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Fuente: https://voceroelclarin.wordpress.com/2012/03/01/hombres-de-la-arena-los-seri/  y Lacandones, aun manejan la selva de modo sustentable, el policultivo de la milpa, caza y pesca. Fuente: http://www.primatesmx.com/lacandon1.htm

Durante siglos se ha considerado como dogma, que la población del continente denominado América en Europa, llegó por el estecho de Bering hace mas o menos 30,000 años. A pesar de muchos estudios, la gerontocracia aun lo sostiene. Conviene recordar, que para la comunidad científica, hasta al menos 1959, aun era anatema la posibilidad del origen africano del ser humano, por cuento lo había sido sugerido Charles Darwin.

Con toda la miopia y avaricias gubernamentales, investigadores genómicos mexicanos, han logrado avances trascendentes. Asi para Solórzano y colaboradores entre las poblaciones mexicanas actuales, predominan los genes de origen materno, indígenas, algunos africanos y los paternos españoles. A despecho de los que denigran a los que tienen razgos indígenas llamadoles, cholos, indios o nacos. Muchos de ellos mestizos, que ya constituímos la mayoría, es interesante conocer nuestra innegable composición genética. Esto es aceptar la realidad de nuestras procedencias/orígenes, que resultaron de la colonización, sobre las que reflexionaron Bonfil Batalla, Frantz Fanon y Octavio Paz, posiblemente entre otros.

Algunos mexicanos somos tan genéticamente diferentes, como un europeo de un asiático. Por ejemplo, los Seri, que habitan en la costa noreste del Golfo de California, lo son con los mayas lacandones de Chiapas. La clasificación de latino americano, hispano o méxico-norteamericano, inclusive la segregación entre indígenas y mestizos, responde a criterios socioculturales y carece de sustento a la luz de la genómica, porque en general la carga genética indígena es superior a la europea.

 Para un equipo de investigadores mexicanos, liderados por Jiménez Sánchez y entrevistados por Barba, existen genes únicos en México, porque hay regiones del Mapa genómico internacional, conocido como “HI”, que no son aplicables a las poblaciones mestizas y amerindias (hay más de 60 grupos en México). Así “con el componente europeo del HI, podemos cubrir el 81% del genoma de los mexicanos; con el asiático, el 74%, y con el africano el 64%”, pero la información genética de Sonora y Guerrero, cubren el 97% de la población mexicana.

“No porque seamos tan diferentes, sino porque no se puede aplicar del todo a nuestros genes”. Además se perdió el rastro de las variantes asiáticas que llegaron por Bering, inclusive es mayor el componente africano, a veces sobrevalorado, pero individualmente en Guerrero y Veracruz la proporción, puede ser del 15%. Ya que junto al aporte directo de los esclavos “Nos llega diluido dentro del componente europeo de España”, según Silva Zolezzi.

Además en el estudio mexicano está su relevancia farmacogenómica, para diseñar,  seleccionar y dosificar medicamentos para los genotipos mexicanos. Esto es haciéndolos más acertados y evitar efectos negativos, inclusive retrasar o evitar la presencia de las enfermedades.

Así la salud en el siglo XXI, tiene que ser entendida como el bienestar en los ámbitos físico, mental y social, que no solo por la ausencia de la enfermedad. Ambas son generadas por la permanente interacción entre factores genéticos y ambientales, que condicionan la adaptación ambiental de los organismos. Donde la población mestiza llamada por José Vasconcelos “Raza Cósmica”, es primordial en razón de su diversidad genómica. Además de que los mexicanos llevamos la felicidad en el “Alelo A”.

Estas reflexiones pueden ser consideradas como nacionalistas, pero seguramente existen versiones similares entre los mestizos renegados, del resto del continente e incluso en otros continentes.

Régulo León Arteta

El misterio del maíz o Cintle entre el Anáhuac y el Tahuantinsuyo (Régulo León Arteta)

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Pinturas Rupestres – Toca da Esperança, Brasil. Fuente: http://enoqueviola. blogspot. mx/ 2013/04/central-bahia-epicentro-da-arqueologia.html

Palma Pupunha, Bactris gasipaes Kunth, Cortesía de Alex  Popovkin, Bahia, Brasil www.flickr.com

Maíz moderno y Teozintle tomado de Evie Rynkiewicz: http://itsabouttheecology.blogspot.mx/2011_09_01_archive.htm Cabeza Quetzal papalotl rodeada de hojas de maíz. de la populosa urbe Teotihuacana. http://arquehistoria.com/wp-content/uploads/2013/04/quetzalcoatl-teotihuacan.jpg

En la Masas Continentales Americanas existieron varias áreas culturales. Hasta donde ahora sabemos sobresalieron el Anáhuac y el Tahuantinsuyo. El primero comprendió el centro de México y Centroamérica, el segundo la cordillera Andina. Aunque estas culturas son relativamente recientes, ya que se están observando la concurrencia de muestras de actividad humana, de más de 200 000 años, como en Valsequillo, Puebla, México y Toca da Esperança, Brasil.

Por otra parte, se determinó que hace 65 Millones de años, en el Cenozoico (vida reciente), aparecieron los primates, cuando el continente sudamericano estaba casi unido al africano. En el Mioceno aún se encontraban muy próximos, por lo que sus respectivas biotas eran bastante similares. Así el reciente descubrimiento de dientes de monos, de hace veintiún millones de años, en América del norte, procedentes de Sudamérica, según Bloch y colaboradores, si bien no confirma la presencia de nuestros ancestros homínidos, si plantea tal posibilidad. Porque somos “bicho” curiosos por naturaleza, hasta que nos llevan a la escuela, parafraseando a Bernard Shaw.

Mientras que en Eurasia, a menudo, se privilegió el pastoreo y el monocultivo extensivo, América lo fue la agricultura intensiva y diversificada, favorecida en parte por ser la región más húmeda del planeta. Así los Collaguas en el cañón del Colca, perfeccionaron al extremo, en seis mil hectáreas, el sistema de riego de cultivo en terrazas, sostenidas por las raíces de la vegetación natural <arboles> y así el antiguo Perú dio de comer a todos sus habitantes según Brailovsky.

El cultivo del maíz (Esta palabra se deriva de mahiz para los taino (nobles) una de las ramas de los Arawaks caribeños) en la llamada milpa, es uno de los ejemplos más conocidos de la diversificación de la domesticación de vegetales de este continente. La obtención de esta última especie es una de las hazañas sin parangón mundial, de los anónimos fitomejoradores nativos y, reconocida como patrimonio de la humanidad. Aunque el nombre más cercano al original en náhuatl (una de las lenguas dominantes en el Anáhuac) es Centli. Esta labor la han devaluado, aun personajes de estas tierras como el porfirista mexicano Alonso de Bulnes, ninguneando al maíz frente al trigo. Por otra parte, resulta que el manejo humano de esta especie, ha sido de tal magnitud que junto con la Palma Pupunha brasileña, que ya no se pueden reproducir sin la intervención humana.  

Con todo y ello, el maíz criollito autodevaluándose, como lo llaman algunos campesinos mexicanos, o maíces criollos como algunos “técnicos” ignorantes mentan, para diferenciarlos de sus “mejorados” atasoran un tan enorme como denostado valor alimentario y nutricional. Aunque estas especies han beneficiado durante milenios a muchos humanos en el mundo, sus semillas se encuentran en peligro de ser propiedadas por unos mercachifles inescrupulosos, acto que no deja de ser pura piratería.

En la milpa, desde la prehispanidad, se cultivan simultáneamente semillas seleccionadas de cosechas anteriores de cecentli (En náhuatl como en latín, la repetición de la primera silaba, significa pluralidad) de periodo corto, medio y largo, leguminosas como el frijol (Phaseolus vulgaris) y cucurbitáceas como la calabaza (Cucubita pepo). Estas tres especies se aprovechan maduras y aun inmaduras, pero de la última hasta sus flores. Muchas plantas que para algunos son malezas, también son aprovechadas como alimento humano. Algunas resultan ser ricas en Omega 3, como las verdolagas (Portulaca oleracea) o en proteínas como los quelites (Chenopodium sp.). Mención aparte merecen, los aromáticos y sabrosos jitomates (Lycopersicum sp.) y chiles silvestres (Capsicum sp.) Además no debemos olvidarnos de numerosas plantas medicinales como lo es la (Árnica), etc.

La siembra de semillas de centli con tres periodos de cultivo, como nos compartía el insigne etnobotánico Efraim Hernandez Xolocotzi, es una estrategia de sobrevivencia. Planta de ciclo corto, permite asegurar una cosecha aun en caso de sequía. Mientras que los monocultivos del centli, de un solo ciclo, son aberraciones comerciales y antiecológicas proclives al abuso de agroquímicos.

 

La certeza de la antigüedad del cultivo del centli y su localización en el Anáhuac, se encuentra fuertemente limitada por la facilidad de su degradación, aun de los populares, entre los arqueólogos, granos de polen. A los cecentli silvestres se les atribuye una antigüedad de 80 mil años. Posiblemente, la hazaña de su mejoramiento genético, ocurrió en las alturas del sur de México y Centroamérica. Resulta innegable su relación con el teocintle. Hacia finales del siglo XIX, aún su cultivaban en Chihuahua, para mejorar la producción del centli según nos narraba Lumholtz.                                                   

Hasta hace poco tiempo, se reconocía que los restos más antiguos procedían de Guilá Naquitz, Oaxaca, con 5.400 años de edad, habiéndose detectado polen en San Andrés (México) por los arqueólogos datado de aproximadamente 5.100 años, en Tabasco (México). Sin embargo, las fitolitas del centli en la Amazonia ecuatoriana, fueron fechados con 5. 300 años a. n. e. Al perecer llegó a Panamá (¿cultura Coclé?) hace más de 7.000 años, donde tuvo una gran transformación y regresó a centro y Norteamérica, como al resto de Sudamérica. Así, en Huachichocama (Argentina), se encontraron indicios del centli asociados al chile, o frijol en un estrato de entre 7.670 a 6.720 años de antigüedad.

Además de la hazaña del mejoramiento, está la biotecnología, en la nixtamalización, es decir la cocción del centli con solución de cal, que disminuye ligeramente el contenido de vitaminas, almidón y la solubilidad de la proteína del maíz. Sin embargo tan proceso aumenta la biodisponibilidad de aminoácidos, fósforo, calcio,  fibra soluble y almidón resistente. Al disminuir el contenido de ácido fítico, mejora la absorción de minerales. La nixtamalización además eleva la disponibilidad de niacina, eliminando el desarrollo de la pelagra. 

El asombroso misterio del carbón pirogenético (un nuevo biochar detectado entre los pueblos aborígenes de África)

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Carbón pirogenético. Fuente: colaje google imágenes

El título con el que pretendía presentar este post era el siguiente: “El Carbón pirogenético: Los pueblos aborígenes de África lograban mejorar la fertilidad de suelos pobres en nutrientes, alcanzando así una agricultura plenamente sustentable.” Pero realmente, el tema, deprimente en manos de la ciencia actual, resulta asombroso a la luz de la etnoagricultura y etnoedafología. Por esta razón, abajo os he traducido buena parte de la nota de prensa original en inglés, dejando material adicional sobre lo que ahora algunos denominan “pirogenético”. Pero vayamos al meollo del contenido. Ya os hemos hablado en numerosas ocasiones del biochar. En la foto podréis observar cómo ha ido creciendo vertiginosamente el número de artículos que las revistas de prestigio han publicado sobre el tema. Sin embargo, sus propiedades no logran emular las que atesoraban las Terras Pretas (Propiedades y Fertilidad del Biochar). Reitero que abajo tenéis una relación de todo lo publicado en esta bitácora desde que Francisco de Orellana habló por primera vez de ellas, tras su descubrimiento en la desembocadura del “Gran Rio”. El biochar fue desarrollado por los pueblos aborígenes de la Amazonia. Básicamente se trata de un tipo de transformación de la materia orgánica mediante el fuego, y “algo más” (a saber qué), de tal modo que tras añadirse al suelo le otorgaba de una fertilidad enormemente superior a la de los pobres suelos naturales de la región. Y tal enmienda, al parecer, lograba persistir durante cientos y/o miles de años. De este modo, territorios infértiles adquirían una fertilidad pasmosa. La ciencia moderna intenta descubrir el secreto, con vistas a poder obtener con nuestra portentosa tecnología lo que los indígenas hacían sin prácticamente ninguna. Años después, unos investigadores japoneses mostraron al mundo el biochar natural a baja temperatura de las culturas del Nepal. Pues bien, en la noticia de hoy se nos informa que algo parecido ha sido hallado en pueblos aborígenes del oeste de África. ¡Sí1, ellos también transformaban suelos improductivos en altamente productivos sin necesidad de tecnológica, enormes insumos de agroquímicos contaminantes y otras prácticas que a la postre han resultado insustentables. Si logramos esclarecer el secreto de aquellos que han venido denominándose “salvajes” en occidente, alcanzar la sustentabilidad y la soberanía alimentaria a nivel mundial podría considerarse como un objetivo viable y próximo en el tiempo. Varios aspectos resultan asombrosos cuando hablamos de este tema.

¿Cómo es posible que tras casi quince años de intentos para desentrañar tal enigma la ciencia actual sea impotente, con todo nuestro instrumental y bagaje científico?

¿Cómo es posible que se lograra tal hazaña en tres continentes distintos (América, Asia y África) por pueblos que todo indica que jamás mantuvieron comunicación alguna?. Empero un manejo y enmienda semejante dicen que fue practicado en lo denominados Jardines Preuropeos Maoríes de Nueva Zelanda, es decir en Oceanía. De ser así, tan solo en Europa (por lo menos hasta la fecha, según los estudios realizados), sus culturas ancestrales fueron incapaces de fabricar tal piedra filosofal. ¿Quién defiende pues la supremacía aria?

Resulta complicado asumir todo este entramado de hechos y desechos carbonizados.  Aquellos amantes del misterio, siempre podrán apelar a que unos extraterrestres, al ver tanta miseria humana en el pasado, nos ofrecieron este regalito. ¿O realmente  nuestros ancestros lograron de alguna forma, aun por descifrar comunicarse globalmente? De ser cierto todo lo publicado en las revistas científicas,  ¿cómo es posible que este tema no se haya convertido en una prioridad de primer orden mundial? ¿Por qué no se nos despide a todos los agrónomos y edafólogos en vista de nuestra incompetencia?  Un misterio detrás de otro. Una de tres; ¿O somos incompetentes, o somos imbéciles, o la ciencia agronómica actual demuestra ser sumamente ineficiente?.

Os dejo pues con el material nuevo y una relación de los post previos (que no todos) relacionados con el tema……

Juan José Ibáñez 

Ancient West African soil technique could mitigate climate change

by Brooks Hays
Sussex, England (UPI) Jun 16, 2016

An ancient soil-enrichment strategy practiced by West African farmers could boost agricultural yields across the continent and help farmers mitigate the negative effects of global warming.

For at least 700 years, villagers in West Africa have replenished nutrient-poor rain forest soils with charcoal and kitchen waste, transforming the lifeless dirt into rich, fertile compost.

A team of researchers from Europe, the United States and West Africa tested soil from dozens of sites in Ghana and Liberia and found 200 to 300 percent more organic carbon than unenriched soil. The scientists detailed their findings in the journal Frontiers in Ecology and the Environment.

Desde hace al menos 700 años, los habitantes de África Occidental han rellenado los suelos de la selva tropical y pobres en nutrientes con carbón vegetal y residuos de cocina, la transformación de la tierra sin vida en compost rico y fértil.

Un equipo de investigadores de Europa, Estados Unidos y África Occidental a testado el suelo de docenas de sitios en Ghana y Liberia, detectando entre 200 y 300 por ciento más de carbono orgánico del suelo que los no enriquecidos

Researchers say the fortified soils, which they’ve dubbed “African Dark Earths,” can better sustain intensive farming than other less fertile soils in Africa.

Mimicking this ancient method has the potential to transform the lives of thousands of people living in some of the most poverty and hunger stricken regions in Africa,” lead researcher James Fairhead, from the University of Sussex, said in a news release. “More work needs to be done but this simple, effective farming practice could be an answer to major global challenges such as developing ‘climate smart’ agricultural systems which can feed growing populations and adapt to climate change.”

Los investigadores averiguaron que los suelos enriquecidos por estos procedimientos y denominados Tierras oscuras Africanas, que pueden mejorar una agricultura intensiva que otros suelos menos fértiles de África.

“Imitando este el antiguo método que practican se tiene el potencial de transformar la vida de miles de personas que viven en algunas de las regiones más pobres y afectadas por el hambre en África” (….). “Queda mucho trabajo por hacer, pero esta simple práctica agrícola, eficaz podría ser una respuesta a los grandes retos mundiales, tales como el desarrollo de sistemas agrícolas sustentables que pueden alimentar a una población en aumento, a la par que secuestran carbono, lo cual favorece la adaptación al cambio climático “

Similarly rich soils, enhanced by ancient Amazonian farmers, have been found in South America, but their enrichment techniques aren’t yet known.

What is most surprising is that in both Africa and in Amazonia, these two isolated indigenous communities living far apart in distance and time were able to achieve something that the modern-day agricultural management practices could not achieve until now,” said lead study author Dawit Solomon, from Cornell University.

Del mismo modo, que los suelos mejorados (fertilizados o enmendados) antrópicamente por los antiguos agricultores de la Amazonía antiguos encontrados en América del Sur Las Terras Prettas do Indio, sus técnicas de enriquecimiento se desconocen.

Lo más sorprendente es que tanto en África como en la Amazonía, estas dos comunidades indígenas aisladas y enormemente alejadas entre sí fueron capaces de lograr algo que las prácticas actuales que practicamos hoy en día no logran emular.

“The discovery of this indigenous climate smart soil-management practice is extremely timely,” Solomon added. “This valuable strategy to improve soil fertility while also contributing to climate change mitigation and adaptation in Africa could become an important component of the global climate smart agricultural management strategy to achieve food security.”

700-year-old West African soil technique could help mitigate climate change
by Staff Writers; Sussex, UK (SPX) Jun 21, 2016

A farming technique practised for centuries by villagers in West Africa, which converts nutrient-poor rainforest soil into fertile farmland, could be the answer to mitigating climate change and revolutionising farming across Africa.

A global study, led by the University of Sussex, which included anthropologists and soil scientists from Cornell, Accra, and Aarhus Universities and the Institute of Development Studies, has for the first-time identified and analysed rich fertile soils found in Liberia and Ghana.

They discovered that the ancient West African method of adding charcoal and kitchen waste to highly weathered, nutrient poor tropical soils can transform the land into enduringly fertile, carbon-rich black soils which the researchers dub ‘African Dark Earths’.

From analysing 150 sites in northwest Liberia and 27 sites in Ghana researchers found that these highly fertile soils contain 200-300 percent more organic carbon than other soils and are capable of supporting far more intensive farming.

Professor James Fairhead, from the University of Sussex, who initiated the study, said: “Mimicking this ancient method has the potential to transform the lives of thousands of people living in some of the most poverty and hunger stricken regions in Africa.

“More work needs to be done but this simple, effective farming practice could be an answer to major global challenges such as developing ‘climate smart’ agricultural systems which can feed growing populations and adapt to climate change.”

Similar soils created by Amazonian people in pre-Columbian eras have recently been discovered in South America – but the techniques people used to create these soils are unknown. Moreover, the activities which led to the creation of these anthropogenic soils were largely disrupted after the European conquest.

Encouragingly researchers in the West Africa study were able to live within communities as they created their fertile soils. This enabled them to learn the techniques used by the women from the indigenous communities who disposed of ash, bones and other organic waste to create the African Dark Earths.

Dr Dawit Solomon, the lead author from Cornell University, said: “What is most surprising is that in both Africa and in Amazonia, these two isolated indigenous communities living far apart in distance and time were able to achieve something that the modern-day agricultural management practices could not achieve until now.

“The discovery of this indigenous climate smart soil-management practice is extremely timely. This valuable strategy to improve soil fertility while also contributing to climate-change mitigation and adaptation in Africa could become an important component of the global climate-smart agricultural management strategy to achieve food security.”

The study, funded by the Economic and Social Research Council, entitled “Indigenous African soil enrichment as a climate-smart sustainable agriculture alternative”, has been published in the journal Frontiers in Ecology and Environment can be found here.

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Volume 14, Issue 2; March 2016; Pages 71–76; Research Communications

Indigenous African soil enrichment as a climate-smart sustainable agriculture alternative

Authors: Dawit Solomon, et al., First published: 1 March 2016Full publication history; DOI: 10.1002/fee.1226View/save citation

Abstract

We describe for the first time a current indigenous soil management system in West Africa, in which targeted waste deposition transforms highly weathered, nutrient- and carbon-poor tropical soils into enduringly fertile, carbon-rich black soils, hereafter “African Dark Earths” (AfDE). In comparisons between AfDE and adjacent soils (AS), AfDE store 200–300% more organic carbon and contain 2–26 times greater pyrogenic carbon (PyC). PyC persists much longer in soil as compared with other types of organic carbon, making it important for long-term carbon storage and soil fertility. In contrast with the nutrient-poor and strongly acidic (pH 4.3–5.3) AS, AfDE exhibit slightly acidic (pH 5.6–6.4) conditions ideal for plant growth, 1.4–3.6 times greater cation exchange capacity, and 1.3–2.2 and 5–270 times more plant-available nitrogen and phosphorus, respectively. Anthropological investigations reveal that AfDE make a disproportionately large contribution (24%) to total farm household income despite its limited spatial extent. Radiocarbon (14C) aging of PyC indicates the recent development of these soils (115–692 years before present). AfDE provide a model for improving the fertility of highly degraded soils in an environmentally and socially appropriate way, in resource-poor and food-insecure regions of the world. The method is also “climate-smart”, as these soils sequester carbon and enhance the climate-change mitigation potential of carbon-poor tropical soils.

Artículo original en acceso abierto sobre Suelos pirógenéticos o biochar.

Pyrogenic carbon (PyC; includes soot, char, black carbon, and biochar) is produced by the incomplete combustion of organic matter accompanying biomass burning and fossil fuel consumption. PyC is pervasive in the environment, distributed throughout the atmosphere as well as soils, sediments, and water in both the marine and terrestrial environment. The physicochemical characteristics of PyC are complex and highly variable, dependent on the organic precursor and the conditions of formation. A component of PyC is highly recalcitrant and persists in the environment for millennia. However, it is now clear that a significant proportion of PyC undergoes transformation, translocation, and remineralization by a range of biotic and abiotic processes on comparatively short timescales. Here we synthesize current knowledge of the production, stocks, and fluxes of PyC as well as the physical and chemical processes through which it interacts as a dynamic component of the global carbon cycle.

Algunos de los muchos post previos sobre los orígenes del biochar y sus propiedades

Biodiversidad, Culturas Prehispánicas y Suelos (¿Mito de los Bosques Primigenios en la Amazonía?)

Cultivos de Tala y Quema en el Amazonía (Chamiceras) y la Calidad del Suelo

Francisco de Orellana y la Cultura Perdida del Amazonía: Del Origen de las Terras Pretas a los Fertilizantes del Futuro

Terras Pretas del Amazonas: Distribución y Características Generales

Terras Pretas: Propiedades y Fertilidad (Biochar o Agrichar)

Biocarbón, Fertilidad de Suelos y Cambio Climático

Biochar, Cambio Climático, Secuestro de Carbono, Suelos y Marketing Empresarial

Biochar Personalizados Para todo tipo de Suelos y Cultivos

Fertilizantes Nitrogenados, Óxido Nitroso, Contaminación y Cambio Climático

Los Jardines Preuropeos Maoríes de Nueva Zelanda, sus Antrosoles, manejo y biocarbones (Biochar)

 Todo lo que no sabemos del Biochar y ni tan siquiera nos hemos planteado (Una conjetura acerca de su origen y función)

El Biochar, Inteligencia Militar, Espionaje Masivo entre las fuerzas del  bien y del Mal en el Seno del Suelo

El cambio climático, la Conquista de las Américas y los Mongoles

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Colonización de las Américas. Fuente: Gordon Miller Sailing Into History

 El estudio de los cambios climáticos en el pasado resulta ser apasionantes cuando nos informa de algo que realmente sucedió. Ahora bien, si uno lee noticias como esta, no sabe que pensar. Nos referimos a la siguiente nota de prensa: La conquista de América no influyó en el clima. ¿Y la pregunta del millón sería: ¿Y por qué debía haberlo hecho. Leí su contenido interesado y (….) ¿¿??. ¿La deforestación y puesta en cultivo de amplios espacios geográficos? Acaso resulta que las culturas precolombinas no cultivan extensas extensiones de terreno? ¿Cuánto incrementó el  especio cultivado en detrimento de los bosques al comenzar a instalarse los europeos allí? Esta última, de hecho, hubiera sido la primera pregunta a contestar antes de realizar la investigación cuyos resultados os mostramos hoy abajo. La segunda sería: ¿Cómo el cambio del modelo productivo agrario precolombino/postcolombino afectó las emisiones de gases de invernadero en América? Los autores, usando los denominados testigos de hielo, intentaban averiguar si grandes acontecimientos históricos del pasado afectaron el clima terrestre, ya fuera por enormes deforestaciones, ya por cambios abruptos de la demografía humana.  Y con tal motivo seleccionaron varios acontecimientos de ¿envergadura?, aunque personalmente no entiendo los criterios, o si por un casual fue una tómbola.  Pues bien, los elegidos fueron: la invasión mongola, la conquista de América y la caída de la Dinastía Ming. Conforme a estos autores: “(….)  durante los acontecimientos de corta duración, como la peste negra y la caída de la dinastía Ming, el crecimiento de los árboles no fue suficiente para contrarrestar las emisiones normales” (….) Sin embargo, durante la conquista de América y la invasión mongola sí hubo tiempo suficiente“. Al parecer los autores no eran muy doctos en lo concerniente a la historia y cultura  de las Américas Precolombinas, ya que como os mostramos en  post precedentes, diversos territorios actualmente forestados, eran cultivados con anterioridad a la llegada a las Américas de los Europeos, y no solo por bajo los Imperios Azteca y Mayas, sino también en los bosques tropicales húmedos del continente por culturas aborígenes menos conocidas/estudiadas. Me temo, que lo mismo les ocurre con la de los Mongoles y la enigmática  y poco conocida  “dinastía Ming” en China. Ahora bien, la conclusión de la nota de prensa es como para llevarse las manos a la cabeza. El párrafo reza así: “Los resultados indican que, como se siguió produciendo deforestación, solo la invasión mongola, el acontecimiento de mayor impacto, pudo llegar a producir una disminución neta del dióxido de carbono, cifrada en 700 millones de toneladas de carbono, equivalente a la actual demanda anual de gasolina en el mundo. Sin embargo, es tan poca cantidad que no se puede detectar en los testigos de hielo, reconocen los investigadores”. Tal cual se encuentra redactada la noticia, debe suponerse que la cuantificación de las emisiones de la invasión mongola fue llevada a cabo por otros autores ya que luego reconocen que no pudo detectarse en los testigos de hielo. Y si es así, ¿de qué nos informa la noticia? Pues estos geniales investigadores consideran que “De hecho, los humanos empezaron a influenciar el ambiente hace miles de años al cambiar la cubierta vegetal, cuando talaban bosques para convertir los terrenos en espacios agrarios”.  Ahhhhh. ¿Y tal descubrimiento es nuevo para la ciencia?. Les ruego por favor que lean los numerosos post incluidos en nuestra categoría: “etnoedafología,y conocimiento campesino” y tendrán mucha y mejor documentación sobre el tema. No obstante, como también mostramos en nuestra categoría  “historia de la Tierra y de los suelos”, existen evidencias de que incluso antes del nacimiento de la agricultura, el hombre paleolítico se empeñó en alterar en clima, al ensañarse con la megafauna, como os muestro en una relación de post previos debajo de la noticia aludida.

 Resumiendo. ¿Desea usted publicar en un revista científica?.  Pues bien, escoja unos instrumentos sofisticados, plantéese la hipótesis que le pete, haga malabarismos con la retórica,  escriba algo y ¡ya está! Fácil. Fácil!

 Juan José Ibáñez

La conquista de América no influyó en el clima

La invasión mongola es el único acontecimiento histórico que pudo tener un efecto sobre el clima mayor que la deforestación constante de la superficie terrestre antes de la revolución industrial, han encontrado estudiosos del clima del pasado (el paleoclima). El efecto de los acontecimientos históricos en el contenido de dióxido de carbono en la atmósfera a lo largo de los siglos es objeto de debate. Se ha propuesto como explicación de las oscilaciones que se han detectado en los testigos de hielo muy antiguo.

FUENTE | El País Digital; 24/01/2011  

Esta hipótesis se basa en que algunos acontecimientos supusieron unos cambios demográficos bruscos que llevaron a abandonar tierras cultivadas en las que volvió a crecer vegetación que absorbió más dióxido de carbono.

Unos investigadores de Alemania y Estados Unidos se propusieron evaluar los efectos sobre el carbono y el clima de la invasión mongola (1200-1380), la peste negra (1347-1400), la conquista de América (1519-1700) y la caída de la dinastía Ming (1600-1650). “Se cree equivocadamente que el impacto humano en el clima comenzó cuando se empezaron a quemar carbón y petróleo a gran escala en la era industrial“, explica Julia Pongratz, coautora del estudio, que se publica en la revista Holocene. “De hecho, los humanos empezaron a influenciar el ambiente hace miles de años al cambiar la cubierta vegetal, cuando talaban bosques para convertir los terrenos en agrícolas”.

La tala de árboles libera dióxido de carbono a la atmósfera cuando estos se queman o se pudren. El aumento de este gas como consecuencia de la deforestación se puede detectar en los testigos de hielo extraídos en perforaciones en Groenlandia y la Antártida, señala la Carnegie Institution, donde trabaja Pongratz.

Sin embargo, durante épocas de alta mortalidad, por guerras o plagas, se abandonaron superficies cultivadas o dedicadas a la ganadería y los bosques volvieron a ganar terreno.

Pongratz y sus colegas estudiaron los cambios desde el año 800 a la actualidad y en especial los cuatro acontecimientos citados.

Encontramos que durante los acontecimientos de corta duración, como la peste negra y la caída de la dinastía Ming, el crecimiento de los árboles no fue suficiente para contrarrestar las emisiones normales”, dice esta investigadora. “Sin embargo, durante la conquista de América y la invasión mongola sí hubo tiempo suficiente”.

Los resultados indican que, como se siguió produciendo deforestación, solo la invasión mongola, el acontecimiento de mayor impacto, pudo llegar a producir una disminución neta del dióxido de carbono, cifrada en 700 millones de toneladas de carbono, equivalente a la actual demanda anual de gasolina en el mundo. Sin embargo, es tan poca cantidad que no se puede detectar en los testigos de hielo, reconocen los investigadores.

Los estudios del paleoclima son importantes para la situación actual de aumento del dióxido de carbono atmosférico porque indican cómo el uso de la tierra influye en el ciclo global del carbono. En la época actual un cuarto de la producción primaria neta vegetal corresponde a la agricultura.

Autor:   M.R.E.

Post Previos en Nuestra bitácota

¿Cambio el hombre paleolítico la faz de la Tierra y el clima?

Los Bosques Amazónicos: ¿Paisajes Prístinos o Paisajes Culturales?

El Monstruo Climático: Catástrofes, Mala Gestión y Colapso de Civilizaciones

Neocatastrofismo Ecológico y Evidencias Científicas (Las Grandes Extinciones de la Megafauna Durante el Paleolítico)

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Extinción de la Megafauna de Australia y sus Repercusiones Clima, Suelos y Ecosistemas

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Mamuts, Cultura Clovis, Estepas y su Impacto sobre los Suelos


Agricultura Regenerativa, Agricultura Orgánica, Agriculturas Ecológicas y Bioeconomía

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Fuentes: Soilforlife y Elements-Eco design

¡Vaya líos! ¡Vaya líos! Hace poco tiempo edité un post titulado: La Nueva Revolución Verde del Siglo XXI: Todo Preparado, pero, ¿para qué?. Evidentemente el propósito estriba en reemplazar la filosofía de los sistemas agrarios, basados en la clásica revolución verde que, tras su éxito inicial, tanto daño a causado al medio ambiente. ¿Por cuál?: otro que nos guie hacia la ansiada sustentabilidad ambientalmente amigable. La inmensa mayoría de las propuestas pretenden desacoplar agricultura y economía del petróleo, incluyendo la reducción drástica, cuando no supresión total, de los fertilizantes químicos y pesticidas, para ser reemplazados por enmiendas orgánicas y manejo integrado de las plagas sobre bases ecológicas.  Buena parte también de las propuestas pretenden erradicar, en la medida de lo posible, el uso de los organismos modificados genéticamente, aunque en otros muchos textos no se menta nada al respecto, o se habla de la agricultura de conservación, tras las que se escudan los amantes de ir tocando los genes a toda la biosfera (los archiconocidos  “tocagenes” por los lectores de esta bitácora). Y todo ello, principalmente en base a lo que se denomina agricultura orgánica. Personalmente, llevo años intentarme aclararme acerca de las diferencias entre agricultura ecológica y agricultura orgánica, pero sin mucho éxito.

En vista de que en el mundo anglosajón y germano los productos que proceden de la agricultura orgánica son los que tienden a ser legislados mediante las certificaciones gubernamentales pertinentes, no podía discernir claramente cuál era la diferencia clave entre lo orgánico y lo ecológico, hasta la lectura de una noticia que os ofrezco abajo, entre otras. Desconocía el significado preciso de estos vocablos en USA. La Administración Obama se encuentrba dando un impulso inusitado al universo de la agricultura orgánica, con vistas a reemplazar la clásica, como os comente en el post de la “Nueva Revolución Verde”. Sin embargo en palabras de Obama, tal encomiable empresa debería dar paso a una bioeconomía que incluyera los biocombustibles (¿pero sin son de primera generación, no aparecen los transgénicos en la ecuación?). Y es aquí, a través de un artículo editorial del New York Times, de donde he logrado vislumbrar algo mejor todo este galimatías. Pensaba, equivocadamente que los hijos del Tío SAM, para variar, tenían sus propios problemas, nomenclaturas, etc., y en parte era cierto, pero en parte no, al menos respecto a Europa. EE.UU. ya atesora una legislación de los productos orgánicos y los fomentan mediante sus gubernamentales “farm bills”. Ahora bien, también reconocen que hay distintos tipos de agriculturas alternativas, muchas de las cuales cumplen las especificaciones orgánicas, pero van mucho más allá en lo que respecta a sus consideraciones restrictivas, con vistas a que los alimentos no sean tan solo más saludables, sino plenamente naturales. Eso si, luego llegaron  las “Trump”etas del Apocalipsis y USA retornó a la ceremonia de la confusión.

Sin embargo, el tema se complica, al añadir otras demandas sociales y ambientales a la aludida ecuación. Si en un primer momento, el objetivo estribó en obtener alimentos más saludables, ahora otras propuestas llegan a hacer más énfasis en mejorar la calidad o la salud de los suelo. Esta última perspectiva es la que se ha denominado “regenerativa”, por lo que merecería una mayor atención en nuestra bitácora. Empero otras propuestas priorizan en secuestro de carbono por el medio edáfico, con vistas a paliar el cambio climático.

Resulta palmario que estos tres objetivos son plenamente compatibles. Sin embargo, algunas propuestas son más laxas que otras. Las certificaciones orgánicas, como ocurre en Europa, dan cuenta de las agriculturas más permisibles desde un punto de vista ambiental, frente a lo que solemos definir como agricultura ecológica. Por lo tanto, lo orgánico incluye a lo ecológico, pero no al revés. Y es justamente en este punto en el que los defensores de las últimas discrepan de las susodichas “certificaciones orgánicas”. Bajo todo este galimatías subyacen factores socioeconómicos de suma importancia, pero que no dejan de ser nuevas variables a contemplar, abundando una vez más en la confusión. Hablaremos luego de ellas.

Del mismo modo “como cada maestrillo tiene su librillo” se acuñan más y más vocablos que, aunque sobre el papel debieran servir  para clarificar, en la práctica ocurre todo lo contrario. Por ejemplo, dentro de lo que denominamos agricultura ecológica, también existen escuelas bastante variopintas, como la apelada  agricultura biodinámica, la ya mencionada agricultura regenerativa, la agricultura natural de no intervención y la agricultura mesiánica, entre otras muchas.

Seguramente todas ellas, por compartir objetivos similares son aceptables, siendo unas más que otras en función del espacio geográfico, tipo de suelo, cultivo a sembrar, clima, sociología de sus practicantes, etc., etc. Empero, al mismo tiempo, parte de estas escuelas abrazan ciertos principios ajenos a la ciencia, como las aptitudes/sensibilidades ante el mundo que nos rodea: modos de vida natural, la granja como un ente vivo, surgiendo esporádicamente palabros como homeopatía en agricultura ¿¿??, el seguimiento de los ciclos lunares ¿?, etc. Más aun, algunas de estas propuestas fueron lanzadas en el siglo XX, aunque también en el XIX.  Del mismo modo, algunas son sustentadas por ciertas fundaciones privadas o no, que como el Instituto Rodale, desde la distancia, personalmente no sabría deciros si se trata de centros de investigación serios, o agrupaciones sectarias o simplemente sectas, al estilo de ciertos movimientos místicos.

Pongamos un ejemplo, la agricultura biodinámica, ya propuesta en 1924, considera que las granjas deben ser tratadas como “un ente vivo”, demandándose de ellas que sean lo más autárquicas que sea posible. El concepto resulta ser sugestivo, pero llevarlo a la práctica ya es otra cuestión. Con vistas a poder seguir las directrices de esta escuela, la granja o predio debería albergar una gran diversidad de hábitats, que dieran lugar a poder atesorar diversos cultivos, tipos de ganadería, etc. Y este condicionante es difícil de alcanzar dificultando su implantación por cuanto se requieren amplios espacios heterogéneos desde el punto de vista ambiental (heterogeneidad de hábitats).

Y ahora vamos a intentar sintetizar el problema socioeconómico que personalmente más me preocupa, muy parecido al de Europa. Los pequeños agricultores, que en su día decidieron apostar por algún tipo de agricultura ecológica, se lamentan de que las grandes empresas y multinacionales,  bajo el amparo de las certificaciones orgánicas oficiales, excesivamente laxas, a menudo cumplen la ley, pero no su espíritu, lanzando al mercado productos menos saludables, no siendo tan respetuosos con el medio ambiente como proclaman. Reconocen que tal certificación es positiva, aunque debiera irse mucho más allá, con vistas a alcanzar la sustentabilidad. De este modo, por ejemplo (al menos en USA), los seguidores de la agricultura biodinámica van reemplazando las etiquetas certificadas orgánicas por las que ellos consideran que dan cuenta de la bondad de sus productos: es decir las.  Biodynamic Certification Marks”.

“Intentando resumir”: existen tres razones que están promoviendo rápidamente la emergencia de una agricultura ¿natural, ecológica, orgánica, biodinámica, regenerativa?, a saber: (i) conseguir alimentos saludables, (ii) paliar o revertir la degradación ambiental que sufre la biosfera como resultado de la revolución verde y (iii) incrementar en secuestro del carbono atmosférico por los suelos, paliando el previsible calentamiento climático y mejorando la calidad de los suelos simultáneamente. Del mismo modo, en ocasiones se introducen cosmologías e incluso factores “aparentemente místicos o esotéricos”, como los ciclos lunares, y más aún el mentado de la “homeopatía ¿¿??. Y Para terminar se encuentre abierta una guerra entre los pequeños agricultores que creen en lo que hacen, y las grandes compañías que se escudarán en los mínimos requerimientos, incluso haciendo fraude con vistas a obtener el máximo beneficio.

Una vez reconocido que el modelo agronómico de la revolución verde no puede seguir vigente y debe ser reemplazado por los motivos ya aludidos, me temo que la ceremonia de la confusión irá “in crescendo”, conforme a los intereses de los gobiernos y el yugo del imperialismo financiero. Parafraseando al entrañable Antonio Bello, la agricultura que necesitamos no requiere etiquetas, tan solo hace falta que sea amigable ambientalmente; que esté “bien hecha”,

Abajo os dejo abundante material (parte del cual he traducido desde el suajili)  para que os intentéis aclarar vosotros mismos, ya que ante tal marasmo de vocablos, perspectivas y enfoques, lo dicho hasta aquí tan solo puedo considéralo como una síntesis provisional.

Juan José Ibáñez

Regenerative agriculture según wikipedia

Biodynamic agriculture según wikipedia (la granja como un organismo vivo)

Organic farming según wikipedia

Biobased economy  or bioeconomy segun wikipedia (basada en la biotecnología, biofuels, ettc.)

Agricultura ecológica en Wikipedia española )que solo menciona de pasada la agricultura regenerativa) incluye:

 la  agricultura biodinámica,

Y además incluye: Agricultura natural de no intervención del biólogo y monje Zen budista japonés Masanobu Fukuoka

Agricultura biológica o agrobiología basada en parte en la denominada teoría de la  trofobiosis y una perspectiva fuertemente nutricionista.

Agricultura mesiánica (vaya nombre) basada en las enseñanzas del filósofo Japones Mokichi Okada, una corriente similar a la agricultura natural.

Dos páginas en las que se explica la agricultura regenerativa de la que no he detectado una explicación conceptual en las primeras páginas de Wikipedia en castellano

agricultura regenerativa

agricultura regenerativa (vehemente y poco objetiva, en mi opinión)

agricultura regenerativa

Propuesta por el biólogo y monje Zen budista japonés Masanobu Fukuoka

Esto es traducido de abajo es traducido de Regenerative agriculturesegún wikipedia

Regenerative agriculture is a sub-sector practice of organic farming designed to build soil health or to regenerate unhealthy soils. The practices associated with regenerative agriculture are those identified with other approaches to organic farming, including maintaining a high percentage of organic matter in soils, minimum tillage, biodiversity, composting, mulching, crop rotation, cover crops, and green manures.

La agricultura regenerativa es una práctica subsector de la agricultura ecológica diseñado para regenerar la salud del suelo o para regenerar los suelos poco saludables. Las prácticas asociadas con la agricultura regenerativa son los identificados con otras aproximaciones a la agricultura orgánica, incluyendo el mantenimiento de un alto porcentaje de materia orgánica en los suelos, la labranza mínima, la biodiversidad, compost, mantillo, la rotación de cultivos, cultivos de cobertura y abonos verdes.

In the past, regenerative farming was seen as a long-term integrated approach that proponents used to build soil health, promote nutrient retention, and encourage pest and disease resistance. Many of the practices associated with regenerative farming are management practices associated with organic agriculture. In practice, these practices can be applied in any type of horticulture and properly managed livestock with Holistic Planned Grazing (Savory & Butterfield Holistic Management -A new decision making framework) where one of the main goals is to build soil organic matter, an organic practice understood by practitioners of organic farming to have far reaching benefits for plant health and farm sustainability.

When combined with the spirit of organic agriculture such practices are said to produce healthy soil, healthy food, clean water and clean air using inexpensive inputs local to the farm. Practices that minimize biota disturbance and erosion losses while incorporating carbon rich amendments and retaining the biomass of roots and shoots are encouraged in regenerative farming.

Best Practices

Foremost among best practices in regenerative farming are zero-tolerance for synthetic pesticides, fertilizers, and other inputs that disrupt soil life. On the other hand, conservation tillage, while not yet widely used in organic systems, is viewed as a regenerative organic practice integral to soil-carbon sequestration

En el pasado, la agricultura regenerativa fue vista como un enfoque integrado a largo plazo que los defensores utilizan para reconstruir la salud del suelo, promover la retención de nutrientes, y fomentar la resistencia a plagas y enfermedades. Muchas de las prácticas asociadas con la agricultura regenerativa son las prácticas de gestión asociadas a la agricultura orgánica. En la práctica, estas prácticas se pueden aplicar en cualquier tipo de horticultura y ganadería adecuadamente manejados con holística de Planificación de pastoreo (Savory y Butterfield holístico de gestión -Un nuevo marco de toma de decisiones), donde uno de los objetivos principales es la construcción de la materia orgánica del suelo, una práctica orgánica comprenderán los expertos de la agricultura ecológica para tener beneficios de largo alcance para la salud de las plantas y la sostenibilidad agrícola.

Cuando se combina con el espíritu de la agricultura orgánica tales prácticas se defiende que conducen a formar un suelo sano, comida sana, agua y aire limpios utilizando insumos baratos locales o de la propia granja. Prácticas que minimicen las pérdidas por perturbación biota y erosión, al tiempo que incorpora modificaciones que enriquecen el suelo en carbono, aumentando la retención de la biomasa de las raíces y los brotes son prácticas que estimula la agricultura regenerativa.

Mejores prácticas

La más importante y mejores prácticas en la agricultura regenerativa son la  tolerancia cero para los plaguicidas sintéticos, fertilizantes y otros insumos que perturban la vida del suelo. Por otro lado, la labranza de conservación, aunque no es todavía ampliamente utilizada en los sistemas orgánicos,  se considera como una práctica orgánica regenerativa integral al secuestro de carbono en el suelo.

A la vanguardia de esta investigación es el Instituto Rodale, que es uno de los principales defensores de la agricultura regenerativa. Siendo reconocida por la UDA en sus farm bills

Regenerative organic agriculture puts soil health front and center

Oct 29, 2015 Lisa Marshall | Natural Foods Merchandiser

The rise of Biodynamic agriculture

A growing number of industry voices say that focusing on fixing the soil will not only improve the food system but also address climate issues Advertisement

On Oct. 21, 2002, a New York Times editorial proclaimed: “Today marks a milestone in American farming.” The newspaper lauded the long-awaited implementation of the U.S. Department of Agriculture’s National Organic Program (NOP), which defined the word organic and established—for the first timewho could and could not use it legally. The real value of the program, the Times argued, was not in any added health benefit of organic food itself (that had yet to be scientifically validated), but rather in its emphasis on soil preservation. “In an organic system … the soil grows richer and richer, more and more fertile. It does not blow or wash away,” the editorial explained. “Buying organic food is a way to support the health of the soil itself. For that alone, it deserves our support.”

Fast-forward 13 years and organic has no doubt been a success. Sales of products emblazoned with the USDA Organic seal soared to $39 billion in 2014, up 11 percent, according to the Organic Trade Association. But with that success, and the accompanying influx of industrial-scale organic producers, has come concern that the NOP, while an important step forward, does not go far enough to achieve that foundational mission. “I am a huge fan of organic, but unfortunately, the National Organic Program is not sufficiently focused on soil health,” says industry veteran Tom Newmark, whose former company, New Chapter, was the first supplement brand to obtain the organic seal. “There is an international movement afoot today that says it’s time to take things a step further.”

Newmark is among a growing number of vocal advocates for so-called “regenerative agriculture,” a catchall phrase describing farming systems that not only protect existing soil from prohibited chemicals and other inputs (as the NOP does) but also promote soil generation. Advocates say abundant, healthy soil—which can act as a carbon sink—is a key but oft-overlooked solution to addressing global climate change. Some farmers take the term regeneration a step further, seeing it as their obligation to regenerate not just the soil and the forests that spring from it, but also the communities that rely on it and—in the case of Biodynamic agriculture—the “life force” within in it.

While some organic farmers are indeed regenerative farmers, Newmark says many are not. He argues that, although legal under NOP, the heavy tilling, monocropping, use of nonorganic chemicals and other practices some large-scale industrial organic operations rely on are hardly good for the soil.

To acknowledge those dedicated to regenerative farming and to encourage others to follow suit, advocates say the time has come to recognize the distinction with new phrases—and new labels. “I am not indicting any aspect of organic, but as with anything in life, improvement should be the goal,” says Michael Bisancon, an industry advisor who served as a Whole Foods Market executive for 18 years before retiring three years ago. “Regenerative organic agriculture is about raising the bar.

Related

Infographic: The foundation of healthy soils

How biodynamic farming can satisfy consumer demand for greater food transparency

Fighting climate change via soil

In June, scientists, business owners and farmers from 21 nations gathered at Newmark’s Biodynamic farm in Costa Rica for the inaugural Regenerative International Conference. The key message they took home: It’s time for climate-change activists and the organic industry to come together.

“There is new science making it more and more clear that by fixing the soil and fixing the way we produce food, we can fix the climate as well,” says Ronnie Cummins, director of the Organic Consumers Association, who attended the conference.

Over the last century, research suggests more than one-third of the world’s topsoil has been destroyed through erosion and soil-degrading farming practices. That’s a problem for the environment for two reasons, says Newmark: When soil degrades, it emits CO2 into the atmosphere, contributing to global warming; meanwhile, humus—the rich soil that results from the decaying of organic matter—soaks up CO2. “Every pound of carbon in the soil, when it is released through deep, repeated tilling of soil, the application of synthetic nitrogen fertilizer, overgrazing or other forms of agricultural malpractice, gets converted to 3.67 pounds of CO2 in the atmosphere,” Newmark says. “The good news is that just as quickly as it can be released into the atmosphere, it can be drawn down and put back into the soil.”

In fact, according to a recent white paper by the Rodale Institute, if all farmland—organic and conventional—were converted to a regenerative model (using things like low- or no-tillage farming and cover crops to provide groundcover during the off-season), it would sequester 40 percent of annual CO2 emissions. If all pastureland were managed in a regenerative manner (with animals grazing more like they do in nature), another 71 percent could be sequestered, leading to a “negative emissions scenario,” the report states.

“Up until now, we have completely failed to recognize soil as the powerful carbon sink that it is,” Newmark says.

The rise of Biodynamic agriculture »

The rise of Biodynamic agriculture

One form of regenerative organic agriculture, Biodynamic agriculture, has been around since 1924, when farmer-philosopher Rudolf Steiner (founder of the Waldorf School) presented the idea of the farm as a “living organism” as a counterpoint to the emerging idea of farm as factory. This ethos has flourished in Europe for decades, with more than 5,000 products across the pond now boasting the Demeter-certified Biodynamic seal. But only in the past few years has Biodynamic taken off in the U.S. “The interest right now is unprecedented,” says Jim Fullmer, codirector of Demeter USA.

In 2013, Whole Foods Market publicly embraced Biodynamic agriculture, proclaiming in a blog post that “pushing the Biodynamic segment is the logical next step in sustainability. Now that we have made Organics and Non-GMO household names, we are creating a niche for Biodynamic products.”

Today, the retail giant hosts a range of Demeter-certified products, ranging from Biodynamic sugar and flour to Biodynamic tomato sauce. Lundberg Family Farms, Amy’s Kitchen and Guayakí Brand Yerba Mate now all have certified Biodynamic products. An estimated 70 vineyards and wineries and about 20 other companies also have products in the national marketplace. And according to Demeter, 15,144 acres of U.S. farmland are certified Biodynamic, a number that is growing about 10 percent per year.

Beyond organic: The rise of regenerative agriculture @nfm_mag

To obtain Demeter certification, a farm must first be certified USDA Organic. But on top of that, it must also meet a long list of requirements aimed at treating the farm as an “interconnected whole” minimally dependent on outside inputs, where the waste from one part of the farm provides energy for another. Biodynamic farms must set aside 10 percent of their land for biodiversity conservation and host animals, which provide manure for crops. The standard also requires farmers to use holistic preparations to regenerate the soil, including ground-up quartz and female cow manure that is placed in a horn and buried for the winter. Many Biodynamic farmers also time their agricultural practices around the lunar cycles.

La norma también obliga a los agricultores a utilizar preparados holísticos para regenerar el suelo, incluyendo el cuarzo molido en marcha y estiércol de vaca femenina que se coloca en una bocina y enterrado para el invierno. Muchos agricultores biodinámicos también el tiempo de sus prácticas agrícolas en torno a los  ciclos lunares.

Our role here is not to be antagonistic to the organic movement at all,” Fullmer insists. “We all come out of the organic movement. But it has evolved into lists of materials that are allowed and not allowed. For some farmers, that is not enough. The box that the organic standard puts them in doesn’t fully represent what they are doing and doesn’t differentiate them from huge organic industrial farms.”

Another story to tell

David Karr, cofounder of Guayakí, says that in some cases the USDA Organic logo can actually be a marketing liability. “There is a lot of stigma that comes with organic,” he says. “It leaves out a lot of the practices that are dear and important to our model and vision and lumps us into the same playing field as Big Organic, which engages in practices we don’t necessarily agree with.”

Organic Consumers Association’s Cummins agrees: “Most organic producers are doing things in the spirit of the law, but some big ones, especially in the case of poultry or dairy, are gaming the system.”

Asociación de Consumidores Orgánicos Cummins está de acuerdo: “La mayoría de los productores orgánicos están haciendo las cosas en el espíritu de la ley, pero algunos de los grandes, especialmente en el caso de las aves de corral o productos lácteos, está jugando el sistema

Guayakí recently removed the USDA Organic Seal from the front of its packaging, placing it on the back alongside numerous other labels that illustrate its commitment to fair trade, animal welfare and other causes. Front and center on Guayakí’s website is the company’s mission to restore 200,000 acres of rainforest and create 1,000 living-wage jobs by 2020 via what it calls “Market Driven Restoration.” It also alerts customers that the purchase of one pound of loose Guayakí Yerba Mate reduces atmospheric CO2 by 573 grams. “Organic is one of many pillars for us,” Karr says. “But it is not by any stretch the only one or the most important one.”

Organic Trade Association CEO Laura Batcha was not available for an interview for this story. But in a prepared statement, she stressed that organic is “the most heavily regulated and closely monitored food system in the United Statesand “unique from all other eco-labels because of the strict and transparent set of federal regulations that stand behind it.” She continued, “The foundation of organic farming—and of organic regulations—is maintaining and enriching the health of the soil.”

Nonetheless, many predict another label—Regenerative Organic Agriculture—will be popping up on products sold in natural products stores soon. When that happens, Cummins says he’ll likely direct consumers toward it. “It’s not a replacement for organic,” he says. “It is the next stage.”

No obstante, muchos predicen otra etiqueta-Agricultura Orgánica regenerativa irá apareciendo pronto en los productos que se venden en tiendas de productos naturales. Cuando eso suceda, Cummins dice que los consumidores probablemente irán directamente hacia ellos. “No es un reemplazo para lo orgánico”, dice. “Es la siguiente etapa.

Bisancon, who now advises companies and nonprofits interested in regenerative agriculture, believes that, ultimately, this could be precisely what struggling independent retailers need as they’re trying stay afloat in the shadow of Costco, Walmart, Safeway and other big retailers offering organic products at cut-rate prices. “If you want to survive and prosper as an independent retailer or small chain at this point,” he says, “you need another story to tell—a positive story that talks about the health of the land, the people and the planet. I believe this is it.”

Besançon, que ahora asesora a empresas y organizaciones no lucrativas interesadas en la agricultura regenerativa, cree que, en última instancia, esto podría ser precisamente lo por lo que luchan los minoristas independientes necesitan a medida que están intentando mantenerse a flote en la sombra de Costco, Walmart, Safeway y otros grandes minoristas que ofrecen productos orgánicos a precios reducidos. “Si quieres sobrevivir y prosperar como un distribuidor independiente o pequeña cadena en este punto,” dice, “se necesita otra historia que contar, una historia positiva que habla sobre la salud de la tierra, la gente y el planeta

« Regenerative organic agriculture puts soil health front and center

Bioeconomía según Wikipedia

La economía ecológica (en adelante EE) se define como la «ciencia de la gestión de la sustentabilidad»1 o como el estudio y valoración de la (in)sostenibilidad.2 Es un conjunto de modelos de producción integral e incluyente que toma en consideración variables ambientales y sociales. A diferencia de la economía marrón que es la administración eficaz y razonable de los bienes que se basa en la persecución del crecimiento económico a través del uso óptimo de insumos y factores de producción.3 No es una rama de la teoría económica, sino un campo de estudio transdisciplinar, lo que quiere decir que cada experto de una ciencia, por ejemplo biología, conoce un poco de economía, física u otras, con la finalidad de comunicarse entre investigadores y realizar una fusión de conocimientos4 que permita afrontar mejor los problemas ya que el enfoque económico convencional no se considera adecuado. Sin embargo, está abierta también a no científicos……..

Sin embargo en el mismo capítulo luego habla de  “otras bioeconomías”…….. ¿Cuáles?

Los biocarbones o carbones pirogenéticos en los suelos del mundo. Una sorpresa inesperada

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Biocarbones  como práctica campesina: Fuente: Mother Earth News

La noticia que os vamos a comentar hoy (Taking stock of charcoal in the world’s soil) me ha causado una gran sorpresa, aunque tras meditar los contenidos parece lógica. En mi modesta opinión, esta es la mayor virtud del estudio. Los autores nos informan que, conforme a sus cálculos (aun con grandes incertidumbres), el 16% del carbono de los suelos del mundo posee origen pirogenético (PyC), lo cual resulta ser una cantidad ingente. Este tipo de materia orgánica del suelo (MOS) se puede generar por incendios naturales, la quema de rastrojos o la producción del ya mentado biochar (en sus diversas modalidades para mejorar las propiedades del suelo, o secuestrar carbono de la atmósfera), de los cuales hemos hablado con profusión en numerosos post de la bitácora. Por tanto, una mirada retrospectiva al papel de la MOS en los suelos y la biosfera adquiere una nueva dimensión, en la cual el fuego se alza como un protagonista de primer orden.

 Los incendios naturales se han producido siempre y ellos dan lugar al carbono pirogenético, como también la quema de residuos agrícolas desde tiempos inmemoriales. Ya hemos comentado estos carbones pirogenéticos se descomponen muy lentamente, actuando como secuestradores de carbono atmosférico.  Más aun, en algunas regiones “el PyC representa hasta el 60% de la materia orgánica edáfica”. ¡Tremendo!. Su mayor abundancia acaece en las regiones tropicales y decrece hacia los Polos. Lo mismo ocurre en los paisajes agrarios respecto a los que atesoran vida salvaje, lo que denuncia el importantísimo papel del ser humano en el secuestro de carbono que atesoran los suelos desde hace miles de años. Eso sí, los autores no nos informan, de lo que ya conocemos sobradamente, es decir que existen PyC capaces de retener agua y nutrientes mientras otros no. Esperemos que su iniciativa nos aclare en los próximos años que porcentaje almacenan los suelos de cada una de restas formas.

 Los investigadores que han publicado el artículo también comentan que: “Los pH elevados, y los suelos ricos en arcilla parecían retener el carbono orgánico pirógeno mejor que cualquier otro tipo de suelo”. Este resultado era de esperar, para todos aquellos que hayan trabajado mínimamente sobre el tema.  De aquí que debamos inferir que la actividad humana ya ha secuestrado de la atmósfera ingentes cantidades de CO2, miles de años antes de que este tema se pusiera de moda, algo así como si estuviéramos descubriendo la dinamita. Como siempre, nos creemos innovadores, cuando en realidad imitamos a nuestros ancestros y su conocimiento campesino (ver los numerosos post al respecto que alberga nuestra categoría: etnoedafología y conocimiento campesino), y con mucha dificultad.

 El estudio ha sido llevado a cabo haciendo uso de minería de datos de investigaciones precedentes publicadas en la literatura, lo cual conlleva ineludiblemente incertidumbres. Ahora bien, como veréis en la noticia original que os muestro abajo (como también en el artículo científico que se encuentra en acceso abierto), se ha liberado una base de datos en acceso abierto que permite obtener tal información, pero también enriquecerla con nuevas contribuciones. Es decir hablamos de una investigación participativa de gran interés. He traducido todo el texto del suajili al español-castellano,  por lo que os dejo sin más con sus contenidos. Buen trabajo. ¡si señor!.

Juan José Ibáñez

veamos pues la noticia……..

 Taking stock of charcoal in the world’s soil

by Staff Writers
Washington DC (SPX) Oct 10, 2016

Forest fires hit the Taking stock of charcoal in the world’s soils all too regularly – in fact, fire affects about 4.64 million km2 of biomass per year, an area almost three times the size of Alaska. But after the fire something remains – stable carbon.

Pyrogenic organic carbon, sometimes called black carbon or PyC, is the dark, charcoal-like form of carbon that’s left on the soil when vegetation is burned. It is not much of a pollutant though – it plays a role in both climate and soil science, because of its ability to absorb sunlight and store nutrients needed for plant growth.

El carbono orgánico pirógeno, a veces llamado  carbón negro o PyC, es oscuro, parecido al carbón de leña y queda en el suelo cuando se quema la vegetación. No es un contaminante sin embargo, ya que desempeña un importante papel tanto en la ciencia del clima, como en el suelo, debido a su capacidad para absorber la luz del sol y almacenar los nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas

But despite its importance in maintaining our ecological balance, researchers have historically had very little knowledge of just how much PyC we have on Earth, or where it can be found.

Thanks to work from researchers at the University of Zurich (UZH) and their study published in Frontiers in Earth Science, that’s all about to change. They have developed the world’s first global PyC database, and they say that it, in time, it will help us to refine our understanding of the carbon cycle.

Pero a pesar de su importancia en el mantenimiento de nuestro equilibrio ecológico, los investigadores han prestado históricamente muy poca atención a la cantidad de PyC que almacenan los suelos de la Tierra, y su distribución geográfica.

Gracias al trabajo realizado por investigadores de la Universidad de Zurich (UZH) y su estudio publicado en Fronteras en Ciencias de la Tierra, todo está  a punto de cambiar. Ellos han desarrollado la primera base de datos global PyC del mundo, y dicen que, con el tiempo, que nos ayudará a mejorar nuestra comprensión del ciclo del carbono.

This undertaking, led by Dr. Samuel Abiven, involved the collection of more than 560 measurements of PyC across a range of published studies. This provided data on everything from the soil type to what’s called the ‘soil organic carbon’ – a key measure of the soil’s health.

Este empeño, dirigido por el Dr. Samuel Abiven, consistió en la colección de más de 560 mediciones de PyC en de una serie de estudios previamente  publicados. Esto proporcionó datos que contempla desde el tipo de suelo, el “carbono orgánico del suelo ‘- una medida clave de la salud del suelo, etc..

To determine why PyC might be found in each study region, the team also looked at the three main factors that could influence its presence in soil -

(1) land use and the nature of fires,

(2) climate conditions, such as temperature and humidity, and

(3) the soil’s properties, e.g. its acidity.

Para determinar por qué PyC que se podría encontrar en cada región el equipo también los tres factores principales que pueden influir en la presencia en el suelo -

(1) uso de la tierra y la naturaleza de los incendios,

(2) las condiciones climáticas, tales como temperatura y humedad, y

(3) las propiedades del suelo, por ejemplo, su acidez.

For these, Abiven and his team had to look to other valuable sources of data, including NASA satellite imagery products, which offered insights into land cover or the pattern and frequency of fires in each region.

Once assembled, the database could then be used to examine the presence of PyC across the globe, and the results were surprising. They found that, PyC is a major component in soil overall the world, representing 13% of the organic matter in average, which corresponds to more than half of the organic matter identified until now.

Con tal propósito Abiven y su equipo tuvieron que buscar otras fuentes valiosas de datos, incluyendo imágenes satelitales de la NASA, que ofrecían conocimientos sobre la ocupación del suelo o el patrón y la frecuencia de los incendios en cada región.

Una vez ensamblada la base de datos podría entonces ser utilizada para examinar la presencia de PyC en todo el mundo, y los resultados fueron sorprendentes. Encontraron que, PyC es un componente importante en el suelo en general de todo el mundo representanda el 13% de la materia orgánica en promedio, lo que corresponde a más de la mitad de la materia orgánica identificada hasta ahora.

In some regions, PyC represented up to 60% of the organic matter. As the authors have said themselves, these results paint “an unexpected new picture on PyC distribution in soils.”

A key finding was that the type of fire didn’t make a difference – fires could be large and intense, or ‘cool’ and small, the resulting amount of PyC found in the soil varied very little.

En algunas regiones el PyC representa hasta el 60% de la materia orgánica edáfica. Estos resultados pintan” una nueva imagen inesperada en la distribución PyC en los suelos. “, comentan los autores.

Un hallazgo clave fue que el tipo de fuego no parecía determinar su abundancia – Los incendios podrían ser intensos o ‘fríos’ y de escasas dimensiones pequeños, pero la cantidad resultante de PyC que se ubica en el suelo varía muy poco.

Another result was the link between PyC content and land use – agricultural land came out on top, with the highest proportion of this useful form of carbon in its soil. Unsurprisingly, warm equatorial regions were found to be PyC-rich, whereas polar regions, with their much lower vegetation cover, were show low PyC concentrations.

High pH, clay-rich soils seemed to retain their pyrogenic organic carbon better than any other soil type – the authors believe that this is because its special minerals can bind and stabilize PyC for an extended duration.

Otro resultado fue el estrecha relación entre el contenido de PyC y uso del suelo – la tierra agrícola ocupó el primer lugar, con la proporción más alta de esta forma útil de carbono edáfico. Como era de esperar, se encontró que las regiones ecuatoriales cálidas eran ricas en PyC, mientras que las regiones polares, con su cubierta vegetal menos densa, mostraron bajas concentraciones de esta forma de carbono.

Los pH Elevados, y los suelos ricos en arcilla parecían retener el carbono orgánico pirógeno mejor que cualquier otro tipo de suelo. Los autores creen que esto se debe a que las propiedades de sus minerales les permiten unirse y estabilizar el PyC durante prolongados periodos de tiempo.

When asked what he believed to be the key finding of the study, Abiven said, “It is that PyC represents such a large amount of the soil organic matter – there is more of it than there are identifiable molecules that originate from plants.

Cuando se le preguntó a Abiven su opinión sobre cuál la principal conclusión del estudio, dijo Abiven repondió, ” PyC representa una gran cantidad de la materia orgánica del suelo, que parece ser superior a la de las hay moléculas identificables que se originan a partir de plantas.

“This makes it the most persistent compound in soil we know to date. In addition, the fact that soil properties matter more than fire patterns or climate reflects the importance of PyC to longer term dynamics.”

There are some limitations to this study – as yet, most of the data collected come from Europe, North America and Australia, leaving parts of the world unexplored. But with input from the wider scientific community, Abiven hopes to change that, “The database is available and open access to the scientific community and everybody is welcome to use and extend it!”

Esto hace qdel PyC el compuesto más persistente en el suelo conocido hasta la fecha. Además, el hecho de que las propiedades del suelo son más importantes que los patrones de fuego o del clima refleja la importancia de PyC a la dinámica de largo plazo.”

Existen algunas limitaciones en este tipo de estudios – por el momento, la mayor parte de los datos recogidos proceden de Europa, América del Norte y Australia, dejando otras partes del mundo casi inexploradas. Sin embargo, con el aporte de la comunidad científica en general, Abiven espera cambiar este este precario estado del conomiciento, “La base de datos se encuentra disponible y en acceso abierto para la comunidad científica y todo el mundo es bienvenido a usar la información existente y ampliarla”

Research paper

Industrias líticas paleolíticas, silicretas y su tratamiento térmico por el fuego

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Silicretas y herramientas. Fuente: Google imágenes

 El sílex era uno de los materiales líticos (generalmente rocas propiamente dichas) más usado por nuestros antepasados en la prehistoria de la “edad de piedra”. Con él elaboraban los utensilios de mayor dureza de que podían disponer., hasta que consiguieron ingeniárselas para desarrollar tecnologías que les permitieron moldear metales.

 Todavía desconocemos todos los pasos y progresos que tuvieron que llevarse a cabo para pasar de la edad de piedra a la edad de los metales, como os explicamos abajo.  Usualmente se ha venido defendiendo que en todas las elaboraciones de utensilios líticos el sílex era el material más común. Sin embargo, en amplios espacios geográficos, y especialmente bajo los espesos mantos de suelos y regolitos que subyacen en antiguos crátones de trópicos y subtrópicos, las rocas se encuentran a gran profundidad, no estando a menudo al alcance de aquellas culturas. En consecuencia se veían obligados a hacer uso de horizontes del suelo endurecidos, los cuales tampoco son muy frecuentes, aunque afortunadamente en aquellos ambientes aparecían en, o cerca de la superficie con mayor profusión que otros. Este es el caso de los plintosoles, que  aún siguen siendo muy útiles como materiales en la construcción de viviendas en muchos poblados africanos.

 El uso del fuego fue una de las primeras tecnologías que usaron aquellos humanos a la hora de calentarse, cocinar y modelar la naturaleza. Como ya os comentamos en algunos post hace muchos años (por ejemplo, este entre otros: Suelos Pobres: Ladrillos Negros y Ladrillos Rojos (Materiales para el Hombre), el ingenio humano ha resultado ser formidable a lo largo de su historia. Tarde o temprano debieron percatarse de que el fuego podía mejorar la maleabilidad y dureza, de ciertos horizontes endurecidos con vistas a fabricar armas y utensilios mejores que los que poseían. Nos referimos a las silicretas u horizontes endurecidos por la cementación de sílice. Por tanto, no debe extrañar  la historia que os narramos hoy, de la cual ya escribimos un post, cuando se detectaron las primeras evidencias, que hoy la ciencia ha confirmado. Por lo tanto, no cabe la sorpresa ante la afirmación de que parte de los materiales edáficos fueran usados para elaborar armas, hogares, aislantes y otros ingenios. Cuando algo les resultaba útil o mejoraba lo anterior, tarde o temprano, los seres humanos terminan haciendo uso de ello, con vistas a mejorar sus vidas. Los suelos, no solo han servido usados para la agricultura y ganadería, sino en todo lo que hiciera falta en cada momento y lugar. Y de eso va la historia que os narramos a continuación. 

La silicreta es un tipo de horizonte edáfico endurecido que se generan en ciertos ambientes, abundando en determinados espacios geográficos. En un post anterior ya hablamos sobre este tipo de suelos a los que denominamos Durisoles, señalando que: “se distribuye principalmente por extensas áreas en Australia, Sudáfrica y Namibia, así como en los Estados Unidos de Norteamérica (particularmente, Nevada, California y Arizona). En menor medida también pueden detectarse en América Central, Sudamérica,  Kuwait y ciertas regiones Mediterráneas”. Del mismo modo, en el siguiente post: Silicretas, Tecnología Paleolítica, Pirotecnología y Evolución de la Conciencia Humana, abundamos también acerca del tema, si bien por aquel entonces el estudio nos informaba de evidencias, que no de hechos ya mejor contrastados, como en la nota de prensa que os mostramos hoy, y que reproducimos de dos noticieros, uno en español y otro en inglés.  En consecuencia seremos muy breves.

 Juan José Ibáñez

 Continúa………

La prehistoria humana ha siso dividida por la ciencia actual en la edad de piedra y la edad de los metales. Esta última fue a si mismo subdividida en función de los metales o alecciones utilizadas para elaborar utensilios como las armas (edad del hierro, edad del cobre, edad del  bronce, etc.), siendo muy recientes en comparación con los yacimientos sobre los que versa la nota de prensa que detallamos abajo. Sobre el tallado de la piedra de las industrias líticas, Wikipedia nos informa de que: “Se caracterizaba por una nueva forma de tallar la piedra en la que se utilizan otros elementos para su trabajo. Hasta entonces las piedras se tallaban golpeándolas con otras piedras. Con esta nueva técnica, conocida como Técnica Levallois (para aplicar la técnica levallois, previamente el nódulo debe haber sido tallado mediante la técnica clactoniense), se usan golpeadores de madera o huesos y se realiza sobre un núcleo de piedra previamente tratado. El núcleo original de piedra tiene forma de tronco troncopiramidal y se golpea para obtener lascas que luego se utilizarán para la elaboración de instrumentos especializados. Esto permite la obtención de elementos más pequeños y diversos. Esta fue la técnica que utilizaron los Neandertales durante casi toda su existencia”. Acerca de las tallas líticas, esta enciclopedia abierta también nos informa también de que las técnicas esenciales de la talla lítica se basaban esencialmente en que la fractura concoidea es previsible y controlable por el artesano en función de los gestos que lleva a cabo con el percutor. Hay dos modos fundamentales de tallar la piedra, la presión y la percusión, pero podemos distinguir algunas sutilezas, pudiendo enumerar una corta lista de técnicas de talla: (i) La percusión inversa, es decir, golpeando el trozo de roca contra un percutor pasivo o durmiente, a modo de yunque, que es otra piedra sólidamente anclada en el suelo; (ii) La percusión directa con percutor duro: Con un trozo de roca, se golpea la piedra que se desea tallar extrayendo de ella varias lascas; (iii) La percusión directa con percutor blando: con un trozo de madera o, mejor, de cuerna, se golpea la pieza a tallar, obteniendo una serie de lascas (iv) La percusión indirecta con pieza intermedia: El percutor es un pesado trozo de cuerna de cérvido que golpea una pieza intermedia o puntero, transmitiendo la fuerza del golpe a la pieza a tallar. Esta técnica sólo se usa para operaciones de extracción o de lascado; (v) La talla por presión (es la más compleja y evolucionada), consiste en aplicar una fuerte tensión sobre la pieza a tallar con una pieza llamada compresor (que sustituye al percutor). La compresión llega a ser tan fuerte que acaba troceando la roca a tallar ; y (vi) La flexión, consiste en combar un producto de lascado, especialmente una hoja, apoyado contra un saliente (haciendo palanca), hasta fracturarlo por el lugar deseado. A veces la flexión produce por tensiones laterales y rotatorias al mismo tiempo. La flexión puede ser, también, un accidente de talla o una huella de uso; en cualquier caso es muy difícil distinguir una flexión intencional de una accidental, a no ser que vaya acompañada de otros elementos secundarios repetidos. En todos los casos estamos hablando de lascas en sentido amplio (es decir, lascas, lasquitas, hojas y hojitas) y hemos enumerado las técnicas desde la más simple a la más compleja, desde la que menos control ofrece a la que permite más dominio del troceado. Véanse también: Percutor (talla lítica) y Núcleo lítico….. métodos líticos son el Método Levallois, el método Kombewa, y los diversos métodos lascado laminar (es decir, para obtener hojas), etc.

 Los africanos usaban técnicas térmicas para tallar piedra en el Paleolítico

 Los seres humanos que habitaban el sur de África hace 70.000 años empleaban tratamientos térmicos avanzados para moldear piedras y fabricar puntas de lanza, entre otras herramientas, lo que supone la primera evidencia del uso de una tecnología innovadora y transformadora en la Edad de Piedra.

FUENTE | Agencia EFE Futuro 21/10/2016

  El estudio, publicado en PLoS One, fue realizado por un equipo internacional de científicos dirigido por la investigadora del Centre national de la recherche scientifique (PACEA-Universidad de Burdeos, Francia) Anne Delagnes. Según la investigación, los seres humanos que vivieron en el sur de África durante el Paleolítico medio, hace unos 70.000 años, desarrollaron una técnica para aplicar calor a las piezas de silcrete y cambiar las propiedades de las piedras para facilitar su talla o descamación.

Delagnes y sus colegas analizaron el uso de esa técnica estudiando las piezas de silcrete halladas en el Refugio Kilpdrift -un yacimiento situado en el extremo sur de África y recientemente descubierto-, y comparándolas con las herramientas encontradas en otras 31 localizaciones de la zona. Los autores constataron un “tratamiento térmico intencional y generalizado” en más del 90% de las piezas de silcrete analizadas, sobre todo para la producción de lanzas.

El calentamiento de la piedra tenía lugar en la primera fase del proceso de producción de las armas, para facilitar la descamación o fragmentación de la roca en lascas y dar forma al núcleo del silcrete. Los autores sugieren que el tratamiento térmico del silcrete en el Refugio Klipdrift puede ser la primera evidencia directa del uso intencional y generalizado del fuego aplicado a una cadena de producción lítica.

Concluyen además que, junto con otras actividades basadas en el fuego, “el tratamiento térmico intencional era un activo importante para el ser humano de la Edad de Piedra en el sur de África que, además, no ha conocido equivalentes contemporáneos en otros lugares”.

 Extensive heat treatment in Middle Stone Age silcrete tool production in South Africa

by Staff Writers
Washington DC (SPX) Oct 24, 2016

Humans living in South Africa in the Middle Stone Age may have used advanced heating techniques to produce silcrete blades, according to a study published October 19, 2016 in the open-access journal PLOS ONE by Anne Delagnes from the CNRS (PACEA – University of Bordeaux, France) and colleagues.

Middle Stone Age humans in South Africa developed intentional heat treatment of silcrete rock over 70,000 years ago to facilitate the flaking process by modifying the rock properties – the first evidence of a transformative technology. However, the exact role of this important development in the Middle Stone Age technological repertoire was not previously clear.

Delagnes and colleagues addressed this issue by using a novel non-destructive approach to analyze the heating technique used in the production of silcrete artifacts at Klipdrift Shelter, a recently discovered Middle Stone Age site located on the southern Cape of South Africa, including unheated and heat-treated comparable silcrete samples from 31 locations around the site.

The authors noted intentional and extensive heat treatment of over 90% of the silcrete, highlighting the important role this played in silcrete blade production.

The heating step appeared to occur early during the blade production process, at an early reduction stage where stone was flaked away to shape the silcrete core. The hardening, toughening effect of the heating step would therefore have impacted all subsequent stages of silcrete tool production and use.

The authors suggest that silcrete heat treatment at the Klipdrift Shelter may provide the first direct evidence of the intentional and extensive use of fire applied to a whole lithic chain of production.

Along with other fire-based activities, intentional heat treatment was a major asset for Middle Stone Age humans in southern Africa, and has no known contemporaneous equivalent elsewhere.

Delagnes A, Schmidt P, Douze K, Wurz S, Bellot-Gurlet L, Conard NJ, et al. (2016) Early Evidence for the Extensive Heat Treatment of Silcrete in the Howiesons Poort at Klipdrift Shelter (Layer PBD, 65 ka), South Africa. PLoS ONE 11(10): e0163874. doi:10.1371/journal.pone.0163874

Razones y consecuencias para los desastres por deslizamientos de tierras en América Latina (Ciencia Oficial)

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Inundaciones relámpago “flash floods, ya denominadas “huaycos” por los campesinos de las regiones andinas, cuando se refieren a las corrientes de lodo, han despertado la atención de los medios de comunicación de todo el mundo. En esencia no difieren de las denominadas “gota fría” del SE de la península Ibérica. Tales desastres naturales suelen abundar cuando el fenómeno climático denominado de “El Niño” resulta ser más pronunciado causando, al margen de muerte y destrucción, pérdida y contaminación de suelos, cosechas y vegetación natural.  Cuando las áreas afectadas se encuentran en zonas de alta sismicidad, sus estragos son considerablemente más brutales. Según Augusto Ortiz de Zevallos, las culturas precolombinas (como por ejemplo la  Civilización Inca o Quechua) los temían y  tenían más en consideración que la sociedad actual con su tan cacareada prodigiosa tecnología, aunque con idéntica falta de respeto por el hombre y la naturaleza.  En consecuencia sus construcciones y espacios estratégicas no eran afectadas por estos procesos superficiales terrestres. Las causas y repercusiones vienen muy bien redactadas y sencillamente explicadas en el blog “Desastres naturales y tiempo severo”, por lo que os remito a este sitio Web con vistas a una lectura amena de todo este asunto.

Generalmente, una expansión urbana desordenada e intensa debida a la desertización rural (éxodo de un campesinado pobre hacia las ciudades) y especialmente cuando en el entorno periurbano abundan chabolas, vertederos y  casas paupérrimamente construidas, agravan seriamente los efectos de loshuaycos“. Y esto es especialmente cierto en aquellas áreas más susceptibles de sufrir desastres ambientales, como los tsunamis y aludidos diluvios.

La Siguiente noticia, extraída de TerraDaily (que os reproduzco más abajo) no deja de ser un documento oportunista, por cuanto no alega nada nuevo bajo el sol. Todo lo dicho podría aplicarse a otras partes del mundo bajo situaciones geopolíticas, y geoambientales similares. ¿Cuáles son pues las razones de la alta frecuencia relativa de estos eventos extremos?:

Las sociedades contemporáneas han conducido a que grandes extensiones de  bosques fueran reemplazadas por granjas, eliminando las barreras naturales que restringen el curso del agua de las lluvias torrenciales”. Hablamos pues de deforestación y puesta en cultivo o pastizal en áreas vulnerables a sufrir tal tipo de procesos calamitosos. A menudo, los nuevos asentamientos, la construcción de infraestructuras y redes viales, han soslayado lo que las culturas precolombinas conocían sobradamente. Y aquí intervienen pues factores sociales y geopolíticos.

Asñi pues, condiciones climáticas como la del Niño, que generan intensos periodos de lluvias torrenciales, los frecuentes terremotos (muy abundantes en la costa andina del océano pacífico) deficientes planificaciones urbanísticas y la pobreza, siempre la pobreza, son los responsables de los daños causados. ¡Eso es todo!. No pueden pues evitarse las causas naturales, pero si sus estragos sobre la población, pero también en parte el medio natural.   Nada nuevo bajo el sol para el Homo tecnologicus, por desgracia. “La naturaleza no perdona”, como se menta en la noticia.

Y reiteramos que tras  leer durante años muchos acerca de los riesgos naturales, los deslizamientos y avalanchas son aquellos desastres que causan probablemente la mayor parte de las víctimas a nivel global. Del mismo modo, vimos también las probables razones que intentaban dar respuesta a la siguiente pregunta  ¿Por qué los Humanos se Asientan en Áreas Tectónicamente Activas?.

El ser humano tiene la desagradable e innata actitud de intentar buscar culpables y linchar a quien haga falta para resarcirse de las tragedias.  Y esto incluye a los científicos que intentan predecir eventos difícilmente previsibles. Todos somos responsables del factor humano, gobiernos, campesinos, e incluso aquellos que desde otros países permitimos que nuestros Estados ricos (cada vez menos) basen su bienestar dilapidando los recursos de los que menos tienen.

Lo dicho, se supone que un boletín de noticias de la categoría de TerraDaily debiera editar notas con una mayor sustancia. La narración en suajili que os muestro abajo podía haberla escrito yo en 15 minutos con los ojos cerrados. ¡Lamentable!. Os dejo pues con la noticia

Juan José Ibáñez

Continua…….

 Why is South America being hit by deadly landslides?
By Moises AVILA; Bogota (AFP) April 4, 2017

It starts with torrential rain in the mountains. Then a wall of mud and boulders comes barreling down the slopes, sweeping away houses, cars and people.

Like a video stuck on repeat, the story has played out over and over again in recent weeks in South America, where hundreds of people have been killed in landslides.

First they hit Peru, where the indigenous Quechua language has a word for these flash flood-landslides: “huaycos.”

More than 100 people have been killed since the start of the year in flooding and landslides in Peru, and more than 100,000 have lost homes or otherwise been affected.

In Colombia, the devastation is even worse.

The southern town of Mocoa was hit by an enormous landslide Friday that killed 262 people, including 43 children.

Why do these natural disasters occur? And why is South America being hit so hard right now?

Nature has always been like this. Our ancestors understood it better than we do today,” said Peruvian architect Augusto Ortiz de Zevallos.

Just look at the archaeological sites that remain, sheltered from the onslaught of water,” he told AFP.

Modernization has led to forests being replaced by farms, eliminating the natural barriers that restrain the water from torrential rains.

During the (floods) of 2010 and 2011… 71 percent of the flooding happened in pasture land that had lost its trees,” the head of the weather warning system for the Colombian meteorological institute, Christian Euscategui, told newspaper El Tiempo.

Colombia’s weather authorities, who keep a close eye on deforestation, say it slowed by 12 percent in 2015. But that still meant forest losses of more than 124,000 hectares (475 square miles).

- ‘Nature doesn’t forgive’ -

Global warming, which is melting the region’s glaciers, is also driving the problem.

Climate change is generating dynamics and we see the tremendous results in terms of intensity, frequency and magnitude of these natural effects, as we have just seen in Mocoa,” said Martin Santiago, UN chief for Colombia.

Experts say chaotic urbanization is also to blame.

Mocoa’s population was swollen by poor migrants and especially people uprooted by Colombia’s half-century civil war.

These displaced residents and their often precarious houses were hit especially hard by the disaster.

The centralization of society means people try to move closer to cities, no matter where it is, without considering whether a river used to flow there or if it’s a ravine where rain accumulates,” said architect Ortiz de Zevallos.

In the case of Mocoa, the town “was the victim of a lack of urban planning,” said Colombian ecologist Rodrigo Botero.

“That’s the case in nearly every region of Colombia.”

Even Mocoa’s own mayor, Jose Antonio Castro, said it “is not a place where a town should be,” because of all the rivers surrounding it.

Three of them flooded Friday, triggering the landslide.

In the Peruvian capital Lima — also hit hard recently by flooding and landslides — Mayor Luis Castaneda said nature “got the better of engineering.”

But that misses the whole point, said Ortiz de Zevallos.

Engineering is about understanding nature,” like the ancient Incas did, said the architect.

The bishop of Mocoa, Luis Maldonado, had his own take when asked if God had abandoned the town’s people.

“God always forgives, man sometimes does, but nature doesn’t forgive,” he said.

El Poblamiento precolombino del Amazonas: Agricultura, gestión hídrica y forestal (Un duro golpe a la ecología teórica).

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mogeogifos-y-paisajes-amazonicos 

¿Fue la Amazonía así antes de la colonización europea?. Fuente:  Message to Eagley restos arqueológicos actuales de geoglifos comparado con las ruinas de los británicos de Stonehenge. Fuente: Ancient Origins

 El mito de la Cuenca Amazónica se ha venido abajo, como ya os adelantamos en nuestra bitácora hace años (ver por ejemplo el siguiente post, es decir el más reciente: Los Bosques Amazónicos: ¿Paisajes Prístinos o Paisajes Culturales?), antes de que los últimos estudios científicos lo confirmaran. Abajo os añado la información más reciente que, no deja lugar a dudas. Deberemos pues otorgar otro calificativo a esta maravilla de la naturaleza. ¡Que poco sabemos de la población y pasado de las Américas, así como de la transformación de sus paisajes. Ahora se nos informa de que los primeros humanos llegaron allí hace 130.00 años, es decir 100.000  antes de lo que se pensaba hasta 2017.  Se me antoja que estas cifras hay que estimarlas aun con cautela, a la espera de que sea corroborada por nuevas investigaciones. Pero de lo que si no cabe ya duda es que aquella considerada selva amazónica primaria no lo era, sino más bien un jardín del edén.

¿Vegetación prístina? ¿Suelos prístinos? Si el paisaje era en buena medida agrario, no podemos hablar pues en esta región, cubierta de edafotaxa extremadamente pobres, de una cobertura de suelos prístina. Y si eran poco aptos para la producción agraria, ¿cómo los cultivaban? ¿Utilizaban biochar o biocarbón? ( ver relación de post previos al final de esta entrega). Posiblemente, pero tal vez haciendo uso de otras tecnologías agrarias, forestales, hidráulicas aun desconocidas en la actualidad. Todo un enigma. Como veréis la nota de prensa, uno no puede dejar de asombrarse al leer sobre setos de bambú, palmeras, etc. que ahora brillan por su ausencia, etc. Y estos presuntos hechos han sido refrendados al visionar los geoglifos desde el aire, estructuras especialmente abundantes en américa. ¿tanto como para pensar que…? Se puede encontrar mucha información en internet sobre los últimos tipos de glifos. Eso sí, no debería extrañarnos pues, como exclaman los autores del estudio, de que aquellos paisajes agrarios fueran forestados, por cuanto ha sido la norma  de las agriculturas campesinas de todo el planeta hasta hace unas pocas décadas.

Ahora también debemos meditar muy seriamente sobre la desorbitante cantidad de publicaciones científicas que describen la ecología de la región basándose en la premisa de la más que milenaria antigüedad de sus especies y ensamblajes en comunidades, ya que apenas sobrepasan los 700 años. Por lo tanto, muchas de las conjeturas que defendían cientos de investigadores, en la apabullante numerosidad de artículos y libros editados sobre la naturaleza en la Amazonía, deben ser cuestionadas y revisadas. ¿Cómo es posible que en tan escaso tiempo se alcanzara la biodiversidad actual?.  ¿Qué ocurrió?. Son variadas e importantes las preguntas que debemos hacernos, tanto como los mitos científicos que se derrumban. Y aunque la prensa científica aún no ha digerido este tema, los fundamentos de la ecología necesitan ser revisitados.  

La noticia es lo suficientemente clara y más aun tras la lectura de los diversos post relacionados abajo relacionados con esta materia. Seguimos alardeando de conocimientos, cuando en realidad somos aprendices de brujos, y por cierto, bastante ignorantes. Las Américas fueron vislumbradas y usadas por los colonizadores europeos, pero resulta palmario que no las comprendemos. El pasado se encuentra ahí…. En nuestro futuro.  Y mientras tanto nosotros, con toda nuestra tecnología seguimos siendo incapaces de lograr un desarrollo sostenible, al contrario que sus poblamientos precolombinos.

Juan José Ibáñez

Continua……..

Un estudio con geoglifos indica que la Amazonia tuvo un uso sostenible

El desmonte en el este del estado brasileño de Acre para la expansión de la ganadería ha revelado en los últimos 30 años centenas de grandes estructuras geométricas de tierra construidas por pueblos precolombinos.


FUENTE | Noticias de la Ciencia ; 05/04/2017

Dichas estructuras reciben el nombre de geoglifos. El hecho de haber sido construidas por el hombre implica la existencia de un gran poblamiento en la región hace miles de años, como así también sugiere que, en el pasado, la selva había sido parcialmente derribada para el uso de la tierra en la agricultura. La arqueóloga inglesa Jennifer Watling, actualmente becaria de posdoctorado de la Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo (FAPESP), estudió durante su doctorado -defendido en la University of Exeter, en el Reino Unido- cuál habría sido el impacto ambiental provocado por las poblaciones prehistóricas debido a la construcción de esos geoglifos. Watling estudió dos zonas con geoglifos: el sitio arqueológico Jacó Sá y la hacienda Colorada. Su trabajo fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Al salir de Rio Branco, la capital del estado de Acre, se avanza por la carretera BR 317 en dirección a Boca do Acre (en el estado de Amazonas). Se tarda alrededor de una hora en coche para recorrer los 50 kilómetros hasta que se llega al sitio Jacó Sá. A lo largo del trayecto se pasa por pasturas con ganado de la raza nelore donde antes había selva amazónica primaria, cuyas franjas aún son visibles de ambos lados de la pista en la línea del horizonte. Toda aquella parte del extremo occidental de Acre estaba cubierta por selva primaria hasta la década de 1980, pero viene siendo desforestada para la cría de ganado. La mitad de la cobertura forestal de la zona se ha perdido.

Irónicamente, si no fuera por el aumento de la ocupación humana en Acre, los más de 450 geoglifos prehistóricos actualmente catalogados seguirían ocultos en el monte. La selva evidentemente esconde muchos otros. Los geoglifos se propagan por los valles de los ríos Acre, Iquiri y Abunã, entre Rio Branco y Xapuri, y también al norte de Rio Branco en dirección al estado de Amazonas.

Desde el suelo no es posible visualizar sus formas ni tampoco sus dimensiones. Pero en un avión, volando a 500 metros del suelo, los geoglifos se vuelven visibles. Tienen formas de círculos, cuadrados, rectángulos, círculos concéntricos o también círculos circunscritos en el interior de grandes cuadrados. Sus dimensiones son colosales: varían de 50 a 350 metros de diámetro. En suelo, los geoglifos son como grandes fosas de hasta 11 metros de ancho por 4 metros de profundidad. Es impresionante el inmenso volumen de tierra que debió removerse para su construcción, lo cual implica la existencia de un gran contingente poblacional.

En el sitio de Jacó Sá hay dos geoglifos, ambos con forma de cuadrados de alrededor de 100 metros de lado, y uno de ellos tiene un círculo perfecto circunscrito en su interior. Quien lo desee puede usar Google Maps e ingresar las coordenadas 9°57’38″S 67°29’51″W para apreciar ambos geoglifos desde las alturas.

Watling pretendía entender cómo habría sido vegetación de aquella zona en la época en que se construyeron los geoglifos. El lugar, antes del desmonte, estaba dominado por bosques de bambúes. Watling se propuso responder una serie de preguntas: “¿Los bosques de bambúes habrían predominado antes de que se construyeran los geoglifos? ¿Cuál fue la extensión del impacto ambiental asociado a la construcción de los geoglifos?”, se pregunta la arqueóloga.

“¿La región habrá estado cubierta de bosques antes de la llegada de los pueblos que construyeron los geoglifos, o sería originariamente una zona de sabana? Y si era selvática, ¿durante cuánto tiempo las áreas deforestadas quedaron abiertas? ¿Qué sucedió con la vegetación cuando los geoglifos fueron abandonados? ¿Cómo fue el proceso de regeneración de la selva?“, son otras cuestiones que se planteó.

Watling actualmente se dedica a su posdoctorado, bajo la supervisión del arqueólogo Eduardo Góes Neves, del Museo de Arqueología y Etnología de la Universidad de São Paulo (MAE-USP). La investigadora estuvo seis meses excavando en los sitios de Acre, entre 2011 y 2012. Empleó técnicas de paleobotánica para obtener respuestas. Sus excavaciones en Jacó Sá y en la hacienda Colorada demostraron que el ecosistema de bambúes existe en la zona hace al menos 6.000 años, lo cual sugiere que esta especie vegetal no fue introducida por los indios, sino que formaba parte de la composición paisajística original.

La presencia del hombre en la zona data de hace al menos 4.400 años. En tanto, la presencia de partículas de carbón, fundamentalmente a partir de 4.000 años antes del presente, implica la intensificación del desmonte y/o del manejo forestal por parte de los indios. La mayor acumulación de carbón coincide con la época de construcción de los geoglifos, hace entre 2.100 y 2.200 años. Pese a la relativa facilidad con que se remueven los bambúes (cuando se los compara con las caobas y los castaños, por ejemplo), Watling no halló evidencias de desmontes significativos en ningún período. Según la investigadora, esto quiere decir que los geoglifos no estaban dentro de un área totalmente deforestada. “Al contrario, estaban rodeados por las copas de las árboles. La vegetación local nunca se mantuvo completamente abierta durante todo el período precolombino. Esta deducción coincide con evidencias arqueológicas que indican que los geoglifos se utilizaban como bases esporádicas y no estaban habitados continuamente“, dijo Watling. “Las excavaciones arqueológicas no revelaron una gran cantidad de artefactos, lo que indica que los geoglifos no eran lugares de residencia permanente. Los indios no vivían allí“, dijo.

Otra constatación indica que los geoglifos no fueron construidos sobre la selva virgen que fue derribada. Los datos paleobotánicos que Watling recabó sugieren que esas estructuras se erigieron en terrenos previamente ocupados, es decir, en selvas antropogénicas, que fueron taladas o que su composición se vio alterada por la acción humana en el transcurso de miles de años. Esto tiene su sentido, pues ahora se sabe que esa región estaba ocupada desde hace 4.000 años. En otras palabras, sus habitantes llevaron a cabo 2.000 años de manejo de la selva antes de la construcción de los geoglifos. Merced a las investigaciones realizadas en otros geoglifos se sabe que el pueblo que construía esas enormes estructuras cultivaba el maíz y el zapallo.

Los datos recabados por Watling indican que la deforestación mediante la quema realizada hace entre 4.000 y 3.500 años estuvo seguida por un aumento significativo de la cantidad de palmeras en la composición de la selva. No existe ninguna explicación natural para el aumento de la cantidad de palmeras, ya que el clima en la región era (y sigue siéndolo) húmedo y, por lo tanto, favorable a la colonización por árboles de gran porte y la consiguiente densificación del monte. La proliferación de las palmeras está relacionada, según Watling, con el aumento del uso de la tierra por el hombre, lo cual se ve corroborado por los depósitos de partículas de carbón. Las palmeras tienen diversos usos. Sus cocos sirven de alimento, sus troncos sirven para construir chozas y sus hojas para cubrirlas. Según Watling, esto sugiere que luego de la limpieza del monte a cargo de los primeros habitantes de la región, éstos habrían empezado a permitir la proliferación únicamente de las especies vegetales de las cuales hacían uso. En otras palabras, los antiguos habitantes de la zona hicieron uso de técnicas primitivas de manejo forestal durante miles de años.

La ausencia de carbón a 500 metros de distancia de los geoglifos significa que su entorno no fue deforestado. “Esto sugiere que los geoglifos no se proyectaron para ser visibles a distancia, sino para quedar escondidos de su vista, lo cual no deja de ser una conclusión inesperada”, dijo.

Los geoglifos que estudiaron Watling y sus colegas de Brasil y del Reino Unido fueron abandonados hace alrededor de 650 años, por ende, antes de la llegada de los europeos a América. En concomitancia con el abandono de los geoglifos, se observa la declinación de la participación de las palmeras en el medio ambiente. Los geoglifos impresionan por su belleza y por la precisión de sus líneas. ¿Cuál fue el pueblo que construyó esas estructuras? ¿Qué técnicas se utilizaron para erigir formas tan perfectas? La primera imagen que viene a la mente es la de los animales esculpidos en el suelo del desierto de Nazca, en Perú. Descubiertos en 1927, habrían sido realizados hace 3.000 años. Vistas desde el suelo, las figuras peruanas parecen líneas sin fin que se pierden en el horizonte.

Sólo desde lo alto, a unos 1.500 metros de altura, sus formas comienzan a cobrar sentido. Componen un colibrí, una abeja y un mono. Tales figuras se hicieron famosas en los años 70, cuando el escritor suizo Erich von Daniken publicó el libro -que vendió millones de ejemplares y que derivó en una película- Recuerdos del futuro. Von Daniken postulaba la teoría de que ciertas civilizaciones, como la de los aztecas, habrían sido visitadas por alguna forma de vida extraterrestre inteligente. De allí la justificación de figuras que sólo tienen sentido cuando se las ve desde grandes alturas.

Sin embargo, según cuentan los antropólogos, la intención de los indios autores de aquellas obras de arte milenarias era enternecer a los dioses, convenciéndolos a hacer llover. Los geoglifos de Acre están situados a mil kilómetros al nordeste del desértico valle de Nazca. Y en Acre, como es sabido, la falta de lluvia no constituye precisamente un problema. En su posdoctorado, Watling también estudia el impacto que ejerció sobre la selva un poblamiento indígena del sitio arqueológico de Teotônio, en la zona del alto río Madeira, en el estado de Rondônia. “Teotônio posee algunas de las dataciones más antiguas de la prehistoria amazónica. Fue ocupado durante al menos cinco mil años”, dijo.

 Artículo Original

Impact of pre-Columbian “geoglyph” builders on Amazonian forests

 Abstract

Over 450 pre-Columbian (pre-AD 1492) geometric ditched enclosures (“geoglyphs”) occupy ∼13,000 km2 of Acre state, Brazil, representing a key discovery of Amazonian archaeology. These huge earthworks were concealed for centuries under terra firme (upland interfluvial) rainforest, directly challenging the “pristine” status of this ecosystem and its perceived vulnerability to human impacts. We reconstruct the environmental context of geoglyph construction and the nature, extent, and legacy of associated human impacts. We show that bamboo forest dominated the region for ≥6,000 y and that only small, temporary clearings were made to build the geoglyphs; however, construction occurred within anthropogenic forest that had been actively managed for millennia. In the absence of widespread deforestation, exploitation of forest products shaped a largely forested landscape that survived intact until the late 20th century.

Amazonian archaeology

Amazonian rainforest

pre-Columbian land use

 Relevancia (Significance)

Amazonian rainforests once thought to be pristine wildernesses are increasingly known to have been inhabited by large populations before European contact. How and to what extent these societies impacted their landscape through deforestation and forest management is still controversial, particularly in the vast interfluvial uplands that have been little studied. In Brazil, the groundbreaking discovery of hundreds of geometric earthworks by modern deforestation would seem to imply that this region was also deforested to a large extent in the past, challenging the apparent vulnerability of Amazonian forests to human land use. We reconstructed environmental evidence from the geoglyph region and found that earthworks were built within man-made forests that had been previously managed for millennia. In contrast, long-term, regional-scale deforestation is strictly a modern phenomenon.

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